domingo, 31 de agosto de 2008

Y las dietas ¿por qué fracasan?



El error de un programa de adelgazamiento es llevar adelante una dieta en la que no se come prácticamente nada, pero además, porque se toman como algo pasatista. “El nombre dieta da la idea de algo con principio y fin, pero cuando alguien padece una enfermedad incurable como la obesidad, requiere tratamiento de por vida”, confirmó a Salud y Bienestar la médica especialista en Nutrición Luz Don.

En diálogo con Salud y Bienestar, la profesional destacó que “lo más importante es no hacer nada sacrificado ni extremista porque no lo aguanta nadie. Lo que debe hacer el profesional es educar al paciente en la cuestión nutricional para cambiar su mirada hacia la obesidad.
Todos en algún momento leímos artículos donde se detalla día a día un plan alimentario casi imposible de sostener, donde se deben pesar los alimentos y prestar una atención exagerada. Pero el famoso mantenimiento, que se logra a través de la educación, se da si el paciente incorpora la información y aprende lo que tiene que comer”.
Don admitió que “probablemente, tanto los profesionales como los pacientes estamos encarando mal las cosas. En primer lugar, fue una lucha considerar la obesidad como una enfermedad; desde el vamos, si entendés mal el problema no podés tener buenos resultados. En segundo lugar, hay que entender que la obesidad no se cura y si no se cura, el tratamiento debe ser de por vida”.
Para Don, si el paciente baja un 10 por ciento de lo que pesa cuando comienza el tratamiento “ya recupera la salud integral; normaliza la presión, los lípidos y recupera otras cosas. Si el paciente quiere más, se lo lleva, pero lo importante es que recupere una vida normal”.
Qué tener en cuenta antes de empezar una dietaTenemos que saber que todo lo que comemos está formado por tres tipos de macronutrientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas, y es solamente en la calidad y la cantidad de ellos donde debemos poner atención. Pero lo primero que se debe hacer cuando se encara una dieta es “realizar el diagnóstico. La obesidad es como cualquier enfermedad a la que hay que darle la mirada médica que corresponde”.
Pero en esa lucha, los médicos pueden tener la colaboración de otros profesionales como los psicólogos, los kinesiólogos, los nutricionistas, que contribuirán a mejorar esa patología que es multifacética. “Pensar en una dieta solamente es como mirar por el ojo de la cerradura. Hay que apuntar al balance negativo logrado entre mayor gasto calórico y menores ingresos calóricos. El paciente tiene que aprender el manejo de la porción, la distribución de la comida y la calidad de lo que come”.
¿Existen alimentos prohibidos?En general, los mitos indican que si se realiza una dieta no hay que comer ciertos alimentos como pizzas, chocolates o helados. “La verdad es que no es así. No existen alimentos prohibidos, todo se puede comer si se sabe manejar. El tema es cómo maneja el paciente obeso, que en general es dependiente de los alimentos, la cuota que le toca con los alimentos menos aconsejados”.
Por eso, la profesional aclaró que “es irreal proponerse no considerarlos. Todos los estudios recientes afirman que la restricción desata mecanismos cerebrales de contra regulación que conducen a la compulsión. Comemos alimentos industrializados que tienen muchas calorías y muchos conservantes que estimulan la insulinoresistencia”.
Don señaló que gran parte del 40 por ciento de la población argentina que está por debajo de la línea de pobreza es obesa, “con alto contenido calórico y poco nutriente. La diferencia es que los obesos de la riqueza tienen muchas calorías pero con nutrientes. Lo cierto es que en poco tiempo, los países que tienen educación respecto de estas enfermedades crónicas disminuirán problemas cardiovasculares, pero los subdesarrollados y con desinformación sufrirán mayores patologías”.
En Argentina, la obesidad es un problema de mayor cuantía. Recién el 13 de agosto, el Senado nacional sancionó la ley que considera esta patología como una enfermedad. De todas formas, hasta la fecha el poder Ejecutivo nacional no la reglamentó.
La obesidad es la enfermedad endócrino-metabólica más frecuente con importantes repercusiones sobre la morbi-mortalidad de quienes la padecen, y por eso constituye un importante problema de salud pública.
En la Argentina, entre el 55 y el 60 por ciento de la población adulta padece de algún grado significativo de exceso de peso. El porcentaje preocupa a los especialistas en obesidad y trastornos alimentarios porque la legislación es reciente y al no haberse reglamentado, no se puede aplicar.
¿Qué no debe faltar para tener una buena alimentación?El ideal es establecer parámetros de buena alimentación en base a proteínas de carnes y lácteos, acompañados por hidratos de carbono y establecer un vínculo de contacto con los alimentos "prohibidos". “No deben falta carnes, lácteos, soja, los básico y agua potable”.
¿En qué alimentos están las proteínas?Debemos elegirlas de aquellos alimentos con mucha concentración de éstas, pobres en grasas y que además aportan hierro, como por ejemplo el cuadril, lomo, nalga, peceto, yogur y leche totalmente descremados que brindan calcio, y todos los pescados. Sin olvidar la pechuga de pollo.
Beneficios de ingerir alimentos con proteínasSi se cubre el requerimiento proteico sistemáticamente estaremos contribuyendo enormemente a una mejor regulación metabólica y a satisfacer la saciedad.
Otros macronutrientes Los hidratos de carbono están en alimentos como frutas, legumbres, verduras, cereales y pan. Con estos alimentos, tenemos una enorme variedad de posibilidades de preparación de comidas, sin hacer tanto hincapié en la restricción, sino más bien en no abusar o bien reducir el uso de grasas como aceites, mayonesa o manteca, en su preparación.
Es importante saber que estos macronutrientes aportan en su variedad una gran cantidad de micronutrientes como las vitaminas y minerales que son absolutamente necesarios para la vida y la prevención de diferentes enfermedades.


Fuente:

AM Digital

31 de Agosto de 2008



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