Las frutas y verduras no son las preferidas de tu hijo. Pero aquí van algunas ideas para que las coma.
Si tu niño está bien alimentado durante los primeros años de su vida obtiene un efecto positivo en su salud, pero también en su habilidad para aprender, para comunicarse, pensar analíticamente, socializarse y adaptarse a nuevos ambientes y personas. Atiende a las mejores formas para que tu niño se alimente saludablemente y coma, sin hacer escándalos, las verduras, los cereales y otros productos que tal vez son poco atractivos para su paladar.
TRAMPAS, pero sanas Crear hábitos alimenticios es la mejor prevención contra la obesidad a futuro. Para lograr resultados es imprescindible dar a tu niño los alimentos más apropiados. Y si tienes que ingeniarte que lo ingiera, hazlo.
Puedes comenzar por una formación nutricional... “Es decir, explicando al niño la importancia de comer bien, señalar lo que no se debe abusar y, sobre todo, dar el ejemplo”, dice la nutricionista Elsa Viscarra.
Un segundo paso es aprovechar las compras para que vea los productos sanos y luego, su preparación. Además crea actividades de familia en las que todos laven, piquen, preparen o cocinen los alimentos.
El tercer truco es jugar con los alimentos. “Con las frutas y verduras se puede ser creativo y permitir que ellos también lo sean. Es una buena idea formar cosas o comer jugando”, dice Viscarra. Por ejemplo, un plátano puede ser una canoa que está ocupada por dos piratas, que serían unas fresas... Recuerda, una buena nutrición es la primera línea de defensa contra enfermedades infantiles que pueden dejar huellas de por vida.
Entra en acción
Lactancia. Por lo menos, los primeros seis meses de vida, el bebé debe consumir solamente la leche materna. Ésta provee azúcar, grasas y proteínas que son necesarias para la buena salud del niño. La lactosa que aporta y contribuye al desarrollo de la flora intestinal, disminuye los cólicos. Aparte, la leche materna brinda anticuerpos que protegen al bebé de las infecciones.
Infante. Después de los seis meses de nacidos, se empieza a incorporar en la dieta, los primeros alimentos semisólidos. Tienen que ser bien elegidos por los padres a fin de ayudar a la digestión del bebé. Además deben contribuir una fuente de nutrientes, los que son necesarios para su crecimiento y desarrollo. A esta edad, los bebés ya pueden consumir papillas de frutas y de verduras.
Prohibido. Hay alimentos que no son aconsejables. La miel, según un informe del Comité Nacional de Pediatría General Ambulatoria publicado en la Sociedad Argentina de Pediatría, es muy peligrosa para los bebés menores de 1 año. Esto se debe a que tanto la miel de caña como la de abeja, contienen microorganismos que dañan rápidamente el intestino del bebé.
Texto: Iván Paredes. Fotos: Dreamstime. Expertos consultados: Elsa Viscarra, nutricionista
Si tu niño está bien alimentado durante los primeros años de su vida obtiene un efecto positivo en su salud, pero también en su habilidad para aprender, para comunicarse, pensar analíticamente, socializarse y adaptarse a nuevos ambientes y personas. Atiende a las mejores formas para que tu niño se alimente saludablemente y coma, sin hacer escándalos, las verduras, los cereales y otros productos que tal vez son poco atractivos para su paladar.
TRAMPAS, pero sanas Crear hábitos alimenticios es la mejor prevención contra la obesidad a futuro. Para lograr resultados es imprescindible dar a tu niño los alimentos más apropiados. Y si tienes que ingeniarte que lo ingiera, hazlo.
Puedes comenzar por una formación nutricional... “Es decir, explicando al niño la importancia de comer bien, señalar lo que no se debe abusar y, sobre todo, dar el ejemplo”, dice la nutricionista Elsa Viscarra.
Un segundo paso es aprovechar las compras para que vea los productos sanos y luego, su preparación. Además crea actividades de familia en las que todos laven, piquen, preparen o cocinen los alimentos.
El tercer truco es jugar con los alimentos. “Con las frutas y verduras se puede ser creativo y permitir que ellos también lo sean. Es una buena idea formar cosas o comer jugando”, dice Viscarra. Por ejemplo, un plátano puede ser una canoa que está ocupada por dos piratas, que serían unas fresas... Recuerda, una buena nutrición es la primera línea de defensa contra enfermedades infantiles que pueden dejar huellas de por vida.
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Lactancia. Por lo menos, los primeros seis meses de vida, el bebé debe consumir solamente la leche materna. Ésta provee azúcar, grasas y proteínas que son necesarias para la buena salud del niño. La lactosa que aporta y contribuye al desarrollo de la flora intestinal, disminuye los cólicos. Aparte, la leche materna brinda anticuerpos que protegen al bebé de las infecciones.
Infante. Después de los seis meses de nacidos, se empieza a incorporar en la dieta, los primeros alimentos semisólidos. Tienen que ser bien elegidos por los padres a fin de ayudar a la digestión del bebé. Además deben contribuir una fuente de nutrientes, los que son necesarios para su crecimiento y desarrollo. A esta edad, los bebés ya pueden consumir papillas de frutas y de verduras.
Prohibido. Hay alimentos que no son aconsejables. La miel, según un informe del Comité Nacional de Pediatría General Ambulatoria publicado en la Sociedad Argentina de Pediatría, es muy peligrosa para los bebés menores de 1 año. Esto se debe a que tanto la miel de caña como la de abeja, contienen microorganismos que dañan rápidamente el intestino del bebé.
Texto: Iván Paredes. Fotos: Dreamstime. Expertos consultados: Elsa Viscarra, nutricionista
Fuente:
La Razón
28 de Agosto de 2008
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