martes, 26 de agosto de 2008

Comer rico no engorda


No hay necesidad de renunciar a la cocina mexicana para mantenerse delgado y saludable sólo es cuestión de saber gozarla


Marichuy Garduño El Universal Martes 26 de agosto de 2008
someterse a una rigurosa dieta que "mata" de hambre y afecta la salud no tiene sentido si una vez alcanzada la meta en la báscula se vuelve a comer mal y sin medida. Lo mejor es aprender a mantener el peso ideal disfrutando platillos tan apetitosos como una sopa de haba o un pescado en achiote.
Es cierto que la obesidad es uno de los problemas de salud más serios que existen ya que condiciona la aparición de enfermedades degenerativas –principal causa de muerte en el mundo-: trastornos cardiovasculares, diabetes e hipertensión.
Sin embargo, la solución no es dejar de comer, ya que esto también ocasiona serios desajustes ene l organismo.
Los kilos demás pueden eliminarse si, como dice Montse Bradford en su libro Nueva cocina energética, en lugar de ingerir grandes cantidades de comida rápida a toda velocidad, se comen ingredientes naturales bien balanceados y con moderación.
"La forma de depurar es consumir alimentos naturales y dejar de comer alimentos procesados que lo único que hacen es engordar", recomienda.
Para muestra, una tortilla: si está hecha con maíz orgánico es mucho más deliciosa y saludable que una con saborizantes y conservadores artificiales.
Si se antoja una quesadilla, bien se puede disfrutar asada, en lugar de frita, rellena de flor de calabaza o queso asadero artesanal; un alimento nacional de primera.
El menú de la belleza
En el afán por lucir espectacular, cada año se ponen de moda dietas que aseguran ser el secreto de belleza de estrellas como Jennifer López (salmón todo el tiempo), Demi Moore (sólo alimentos crudos) o Madonna (100% vegetariana), pero que pueden causar trastornos a quien las siga sin asesoría.
Marybel Yánez, niutriologa del Concepto Synutre, dice que no hay alimentos buenos o malos sino mal balanceados.
"Las dietas milagro o de ciertos autores son teorías que a ellos les han funcionado con cierto tipo de población, y que a algunos no nos sirve. El nutriólogo debe decir que dieta y que alimentos son los correctos para su paciente. Además, tenemos la tarea de enseñar a comer.
"Las dietas de la zona, Atkins, South Beach, De los asteriscos, por mencionar algunas, no consideran a las personas individualmente", manifiesta.
Por ello, Yáñez sugiere disfrutar una ingesta equilibrada sin exceso de grasas o azúcar, y hacer ejercicio de manera regular.
La nutrióloga Andrea Flores Gamboa subraya la importancia de establecer hábitos de alimentación sanos y a largo plazo.
"Las dietas rápidas se enfocan en un solo alimento o tipo de alimento, todo esto va en contra de una buena nutrición. Si se sigue una dieta de moda se corre el riesgo de desarrollar deficiencias de macro y micro nutrimentos, porque ningún alimento por sí solo aporta todos los nutrimientos necesarios; pueden dar como resultado una perdida de peso a corto plazo y privan del placer de comer", afirma.
Asimismo, Víctor Braverman, nutriólogo del hospital Ángeles de las Lomas, señala que los excesos en comida se traducen en toxinas dañinas para la figura y la salud. De manera que tras los "atracones" decembrinos, el año puede iniciarse con una desintoxicación : reducir el consumo de café, té negro, chocolate, bebidas alcohólicas y carne, al menos por dos semanas.
Braverman recomienda moderar los lácteos, preferir frutas y verduras, cambiar las grasas adicionales, como mantequilla, crema y aderezos, por aceite de oliva y de soya, buscar cereales integrales y apagar la sed con jugos naturales sin colar.


Fuente:

El Universal

26 de Agosto de 2008



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