lunes, 18 de agosto de 2008

Comer lento es más saludable


El sabio consejo de mamá de comer más despacio, tomar bocados más pequeños y dejar de devorar los alimentos, tiene ahora un mayor apoyo científico

NATALIE CAUDILL/DMNUn estudio de la Universidad de Rhode Island confirmó algo que las madres vienen diciendo por generaciones: comer a ritmo pausado disminuye el consumo de calorías.
¿Crees que debes eliminar totalmente de tu dieta ciertos alimentos grasosos y dulces para evitar subir de peso? Tal vez no sea necesario. No importa tanto lo que comes sino la manera en que comes.
El sabio consejo de mamá de comer más despacio, tomar bocados más pequeños y dejar de engullir los alimentos, tiene ahora un mayor apoyo científico.
Un estudio de la Universidad de Rhode Island encontró que las mujeres consumen menos calorías y se sienten más satisfechas cuando comen más lentamente.
Los investigadores, que reportaron sus hallazgos en la revista de la Asociación Estadounidense de Nutrición, tienen la teoría de que un ritmo pausado en la comida envía al cuerpo señales naturales de estar satisfecho, sensación provocada por la distensión del estómago y por varias hormonas relacionadas con el apetito.
En conclusión: al comer más despacio las mujeres consumieron 70 calorías menos y también disfrutaron más la comida.
El que tu comida sea una carrera o un ritual es sólo una parte de un comportamiento que podría estar provocando un importante impacto en tu consumo de alimentos.
He aquí algunas otras formas de comer que podrían estar influyendo en tu peso:
• Masticar mecánicamente: Puedes no darte cuenta de cuánto comiste si tomas directamente de la bolsa de papas o del paquete de galletas; lo mismo ocurre con los cacahuates. Cierto, estos últimos tienen grasas saludables para el corazón, pero disfruta un puñado, no un plato completo. Cuando vayas a algún lugar donde te pongan totopos, cuenta el equivalente a tres o cuatro tortillas y deja el resto a un lado. Utiliza la misma táctica con el pan.
Si tu restaurante favorito es famoso por servir porciones enormes, pide que te pongan la mitad para llevar antes de que te lleven el plato a la mesa, así no te verás tentada a comerte todo y tendrás el almuerzo para el siguiente día.
• Demasiadas guarniciones: Ya sea que se trate de una ensalada o una carne, con frecuencia son las guarniciones o los extras los que nos añaden peso. Cuida los pequeños extras que pueden añadirle enormes cantidades de calorías a tu plato, los cuales puedes evitar fácilmente. Limita los crutones, el tocino, el queso amarillo o los aderezos cremosos en las ensaladas. Disfruta un bistek pequeño sin salsa bernesa o sin aros de cebolla a un lado.
• Botanas en porciones grandes: Comer una botana entre comidas puede ser un hábito saludable si las consumes en porciones pequeñas. Disfrutar un helado durante un paseo vespertino está bien; devorar un tazón con una porción triple de helado y trocitos de dulce encima, no. Aplica lo mismo con las papas y galletas; elige los paquetes de 100 calorías y saboréalas.
• Tomar bebidas dulces en exceso: Tal vez lo que te está haciendo ganar peso sea el portavasos de tu auto. Cuida el consumo de refrescos, tés azucarados y bebidas de sabor y recuerda que el alcohol tambien tiene calorías.
• Derrochar a lo tonto: Sé inteligente a la hora de comer eso que tanto ansías, ya sean galletas de chocolate, papas fritas o lasagna. Sé consciente de que te encantan estos alimentos y permítete disfrutarlos en porciones sensatas. Siente las texturas y huele su aroma para hacer que te sientas satisfecha con porciones más pequeñas.
Esto fue lo que hicieron las mujeres en el estudio llevado a cabo por la Universidad de Rhode Island, y les ayudó a sentirse más satisfechas con menos calorías.


Fuente:

AlDiaTx.com

18 de Agosto de 2008



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