La obesidad es uno de las principales padecimientos de salud en México. En las estadísticas internacionales, somos el segundo país con este problema. Según la Secretaría de Salud, las cifras dictan que 44 millones de mexicanos son obesos y que otros 58 millones están en riesgo de serlo
Vanessa Pérez El Universal Lunes 01 de junio de 2009 mailto:vanessa.perez@eluniversal.com.mx
La obesidad es uno de las principales padecimientos de salud en México. En las estadísticas internacionales, somos el segundo país con este problema. Según la Secretaría de Salud, las cifras dictan que 44 millones de mexicanos son obesos y que otros 58 millones están en riesgo de serlo.
“Entre sus causas está el hecho de que durante los últimos cinco años se ha aumentado hasta 36% el consumo de bebidas gasificadas, mientras que disminuyó el de frutas, verduras y leche”, asegura el subdirector de Epidemiología de la Secretaría de Salud del Estado de México, Víctor Manuel Torres Meza.
La mejor forma de combatir esta enfermedad es cambiar el estilo de vida, que en la mayoría de los casos es sedentario, además de establecer un adecuado régimen alimenticio, con supervisión médica en todo momento.
“Uno de los alimentos que no pueden dejarse de consumir diariamente y a cualquier edad para prevenir la obesidad es la leche, debido a los múltiples nutrientes que aporta al organismo”, subraya Torres Meza.
Según los resultados obtenidos de un estudio realizado por el doctor Michael Zemel, director del Departamento de Nutrición de la Universidad de Tennessee, un grupo de 34 personas con obesidad incluyeron tres porciones de leche al día en su dieta y perdieron hasta 60% más de grasa corporal, principalmente en la parte abdominal, contra quienes la omitieron.
Además de estos sorprendentes resultados, el lácteo es una auténtica fuente de salud, ya que contiene vitamina A, B, C, hierro, calcio, carbohidratos y proteínas. Entre sus principales beneficios, se cuentan el que disminuye el riesgo de contraer cáncer de mama, evita la osteoporosis, mejora la presión arterial y los triglicéridos y reduce la glucosa circulante.
“Para obtener todas sus bondades es indispensable que la persona tome tres vasos de leche diariamente, independientemente de los demás lácteos que consuma en su dieta”, según el epidemiólogo.
Método eficaz
Analizando los principales componentes de la leche, podremos entender mejor por qué el consumirla ayuda a controlar los problemas de sobrepeso:
— Carbohidratos: generan una rápida sensación de saciedad, lo que provoca un menor consumo de alimentos y disminuyen el apetito durante las horas siguientes a su ingesta.
— Proteínas: la leche fresca reduce la sed al proporcionar líquidos suficientes durante 2 o 3 horas. Sus componentes reducen grasas de la masa muscular.
— Grasas: la vitamina T que contiene, facilita la oxidación de los ácidos grasos presentes en el tejido músculo-esquelético, lo que ayuda a controlar el peso.
— Calcio: su aumento en la sangre provoca la salida de las grasas almacenadas, permitiendo que se oxiden para obtener agua y energía, misma que aumenta la resistencia física.
Fuente:
El Universal
01/06/09
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