Si está entre tus planes tener un bebé, entonces ha llegado el momento de empezar a cuidarse. Uno de los hábitos más importantes que puedes adoptar para garantizar la salud de tu hijo es consumir ácido fólico, una forma diferentes de la vitamina B que se presenta en los alimentos, según explica Mónica Campano, nutricionista y docente de la Universidad Andrés Bello.
El ácido fólico es una vitamina B que ayuda a prevenir los defectos congénitos relacionados con el cerebro y la médula espinal (llamados defectos del tubo neural) en el bebé. “El ácido fólico es útil en la prevención de estos defectos sólo si se toma antes de la concepción y durante la primera etapa del embarazo. El ácido fólico se encuentra en la mayoría de las multivitaminas o en suplementos que contienen sólo ácido fólico”, comenta Mónica Campano, docente de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello. “Las mejores fuentes de ácido fólico son las verduras de hojas verdes, las legumbres, algunas frutas y verduras. Las pastas y los granos que son fortificados son una buena fuente de ácido fólico, lo mismo que cereales, panes y harinas. La mejor forma de saber si un alimento está enriquecido con ácido fólico es leyendo la etiqueta nutricional. Los productos lácteos, granos no fortificados y las carnes son bajos en folato”, agrega la nutricionista. Embarazo “En enero del 2000 se inició en Chile la fortificación de harina de trigo con 2,2 mg de ácido fólico por Kilo de harina, con lo cual se ha logrado incrementar los niveles de folato en suero y en los eritrocitos en mujeres en edad fértil, pues se sabe que el déficit de Vitaminas del tipo B produce además anemias. En diabético y en aquellos que toman anticonvulsivantes, las dosis de ácido fólico son mayores y el Ministerio de Salud en el 2003 indicó en atención perinatal la suplementación con 4 a 5 mg/día de ácido fólico en este grupo de pacientes y que pueden cursar con un embarazo”, explica Mónica Campano. Además de proteger el desarrollo de los bebés contra malformaciones como espina bífida y anormalidades relacionadas, también puede prevenir nacimientos prematuros y defectos cardiacos. Estos defectos se han reducido en un tercio desde enero de 1998, cuando Estados Unidos decidió agregarle ácido fólico a algunos panes, cereales y pastas. “Dos estudios recientes, indican que la vitamina puede proteger aún más. En el primero, especialistas en Texas analizaron los embarazos de 35 mil mujeres y descubrieron que las que dijeron tomar ácido fólico durante al menos un año antes de quedar embarazadas redujeron por la mitad el riesgo de tener un bebé prematuro. En el segundo estudio, se analizaron 1,3 millones de nacimientos en Quebec desde 1990 para buscar defectos de corazón y descubrieron que el nivel de problemas cardiacos graves al nacer cayó 6% al año desde que Canadá inició su propio reforzamiento vitamínico en sus alimentos en diciembre de 1998”, subraya Mónica Campano. Alimentos que se deben consumir La docente de la UNAB recomienda a las futuras madres el consumo de los siguientes alimentos, como espárragos, jugo de naranja, legumbres, espinaca, palta, repollitos de Bruselas, lechuga, maní, pan blanco, brócoli, tomates, frambuesas, jugo de pomelo, plátano y choclo. “Por supuesto que se recomienda a las embarazadas o aquellas que están en edad fértil el consumo de suplemento aparte de lo que consumen por vía natural con los alimentos (no siendo suficiente con estos). Ellas deben consumir, durante los dos o más meses antes de un embarazo y los primeros meses de éste, 600 microgramos al día antes del embarazo o en edad fértil, 400 microgramos diarios de ácido fólico”, concluye la docente. Edición: Universia / RR Fuente: Universidad Andrés Bello
Fuente:
Universia
17/07/09
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