Terra.-A lo largo de la historia, poseer una piel blanca, casi transparente, fue un sinónimo de belleza. Esto porque la gente que se asoleaba era la que tenía que salir a trabajar. En el antiguo Egipto, por ejemplo, la blancura de las mujeres de clase alta era muy valorada. Es por ello que a través del tiempo se han utilizado diversos productos para hacer parecer la piel del rostro más blanca, como polvos de plomo o arroz. Sin embargo, todo cambió alrededor de 1920, cuando se pusieron de moda las pieles bronceadas, y esto de nuevo se ligó a las clases altas, pues eran las que tenían posibilidades de viajar a lugares exóticos donde broncearse.Los excesos no son buenosAsolearse todo el día como iguana no es bueno para nuestra salud. Con la moda de la piel bronceada, se ha abusado de la exposición a los rayos del sol, y es bien sabido que existen efectos muy dañinos por no hacerlo de una manera adecuada. La exposición prolongada a los rayos solares causa envejecimiento prematuro de la piel, así como algunas enfermedades importantes como cáncer.Consejos para cuando te expongas al sol• Revisa la caducidad de los productos que usarás. Desecha cualquier producto si la fecha ya ha pasado.• Utiliza productos con un factor de protección alto.• Usa un producto para la cara y otro para el resto del cuerpo.• Ponte el producto media hora antes de exponerte al sol. Repártelo en todo el cuerpo de manera uniforme y suficiente.• Aplícate el producto nuevamente cada hora o dos, o después de que hayas salido de la alberca o el mar.• Cuando salgas del.agua, es mejor que te seques todo el cuerpo con una toalla, pues las gotas de agua sobre tu piel pueden actuar como una especie de lupa y ocasionar manchas. • Procura no exponerte al sol de las 11 de la mañana a las 4 de la tarde, ya que la radiación es mucho más intensa durante ese horario.• Evita el uso de perfumes o lociones cuando te vayas a asolear, ya que podrías irritar tu piel.• Aunque el día no goce de un sol radiante y esté nublado, de todas formas debes aplicarte protección, pues los rayos atraviesan las nubes y el sol llegará a tu cuerpo de todas formas.• Si tu piel está irritada o francamente quemada, no te apliques bronceador; en su lugar, ponte algún humectante especial para quemaduras.• Tu cabello también requiere protección. Utiliza productos con protección solar y no lo expongas demasiado: recógelo, trénzalo o, de plano, cúbrelo con un paliacate, sombrero o gorrita.¡No lo hagas!“Vas a agarrar un buen color con cerveza”, “Con aceite de coco, de ése que te venden en la playa, te bronceas de volada”, “Si quieres agarrar un bronceado doradito, úntate mantequilla”. Todas estas son frases que pasan de boca en boca, pero que se alejan de toda realidad si es que quieres tener un bronceado sano. Recuerda, el color de la piel cambia porque es una reacción de defensa en contra de los rayos solares, así que lo mejor es utilizar productos de buena calidad con alta protección solar y exponerte al sol de manera moderada. La salud de tu piel es primero, no utilices:• cerveza• aceite de bebé• aceite de cocina• aceite de coco (sin factor de protección solar)• refresco de cola• mantequilla• jugo de zanahoriaDespués del solCuida tu piel. Después de que te hayas expuesto al sol, lo mejor es aplicar un humectante, y si sientes comezón, no te rasques; podrías quitarte la capa superior de la piel y hacer que aparezcan manchas en tu bronceado.
Fuente:
Terra.com
15/06/09
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