viernes, 12 de junio de 2009

Especialista llama a tener ciudado ante las “dietas de moda”



El invierno es una época en que aumentan las ganas de comer, sobre todo de ingerir alimentos ricos en calorías para combatir de mejor manera el frío. En contraparte, el ejercicio se hace más escaso, porque las bajas temperaturas tienden a desanimar a la mayoría e invitan a quedarse abrigado en casa.
El aumento en la ingesta calórica y el sedentarismo típicos de la época, influyen en que los kilos comiencen a subir. Esto genera que la oferta en el mercado de dietas milagrosas y planes para bajar de peso también aumenten.
Las denominadas “dietas de moda” son planes que prometen buenos resultados al momento de querer bajar de peso. Sin embargo, no ofrecen éxito a largo plazo, y la mayoría de las veces no son muy saludables.
DIETAS DE MODAEstas dietas se propagan en la población de manera rápida y fácil, debido a que “prometen buenos resultados en un corto plazo y no implican mayores sacrificios para las personas que las realizan”, explica la nutricionista y docente de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Mayor, Yael Groisman.
No obstante, según explica la especialista, “en su mayoría, estas dietas no son equilibradas, son muy bajas en carbohidratos y en calorías, lo que provoca una pérdida de líquidos del organismo, que al mismo tiempo representa una pérdida de peso rápida”.
Por lo tanto, la nutricionista advierte que siempre es necesario “asesorarse con un profesional especializado para determinar las causas del exceso de peso y así poder intervenir de la forma más adecuada y eficiente para cada individuo. Por otro lado, todo plan para bajar de peso debe acompañarse con un plan individual de actividad física”.
“Las dietas son individuales, ya que deben ajustarse a las necesidades, hábitos, gustos, cultura y tolerancias de las personas. Además, pueden existir alteraciones metabólicas o patológicas que deben ser tratadas”, añade.
OFERTA DE DIETASLa oferta de dietas es enorme. Algunas aluden a ingerir sólo hidratos de carbono, lo que puede generar “hiperinsulinismo y resistencia a la insulina, que pueden ser el inicio de la Diabetes Mellitus. Además, puede aumentar la formación y depósito de grasa corporal y alterar el perfil lipídico”, afirma Groisman.
Otras dietas, tales como la dieta cetogénica, sugieren disminuir considerablemente el consumo de carbohidratos, por lo que el cuerpo tiende a utilizar las grasas depositadas en el organismo y las transforma en energía.
“Este tipo de dietas sólo se debe aplicar bajo control médico y durante un tiempo limitado. Se prescribe en algunos casos bien específicos, como en la epilepsia refractaria al tratamiento farmacológico y también se usan para bajar de peso. Se fundamentan en base a la mayor utilización de las grasas del cuerpo como fuente energética, a un mayor efecto saciante anorexígeno y a una mayor eficiencia en la baja de peso”, explica la especialista.
La nutricionista añade que “los estudios científicos que existen al respecto demuestran resultados controversiales sobre esta dieta y no son a largo plazo, por lo que se desconocen exactamente las consecuencias. Entre los peligros se cuentan: cetosis y acidosis, mayor eliminación de calcio por la orina y daño renal, dislipidemias, entre otras”.
CONSEJOSGroisman destaca la importancia de visitar a un especialista al momento de someterse a una dieta para bajar de peso. No obstante, existen algunas normas que se pueden seguir para sentirse mejor y cuidar el organismo.
- Incluir fibra dietética en la dieta, debido a sus múltiples beneficios: mejora el tránsito intestinal, previene enfermedades que afectan al tubo digestivo, disminuye la absorción digestiva de azúcares y grasas. Está incluida en frutas, verduras, cereales integrales, y las legumbres son buenas fuentes alimentarias de fibra.
- Fraccionar la alimentación en cinco o seis tipos de comida: mantener glicemias (azúcar en sangre) más estables y así regular los niveles de insulina en el cuerpo para evitar la gran sensación de apetito después de un ayuno prolongado y también lograr mantener un metabolismo estable.
- Realizar colaciones entre medio de las grandes comidas: deben ser saludables, principalmente en base a frutas, verduras y lácteos, deben ser adecuadas para cada grupo etáreo.


Fuente:

La Tercera.com

12/06/09



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