lunes, 8 de junio de 2009

El síndrome de intestino irritable no tiene nada que ver con la dieta


Última actualización de la noticia: 08/06/2009

El conocimiento del síndrome del intestino irritable por parte del paciente es un elemento primordial para convivir con ella y cumplir el tratamiento
El síndrome de intestino irritable no tiene nada que ver con la dieta, ni con las intolerancias alimentarias, sino que es un conjunto de manifestaciones con dolor, flatulencia, estreñimiento o diarrea que tienen que ver con trastornos de la movilidad y la sensibilidad digestiva.Los cambios en la flora intestinal sí tienen mucho que ver y de ello ya hay noticias hace unos 150 años, pero entones se utilizaban nombres para describirla como colón inestable, colitis mucosa, etc.…pero parte de estos afectados por síndrome de intestino irritable, han tenido como antecedente una enterocolitis infecciosa aguda con cambios en su flora intestinal, provocada en parte por culpa de ciertos antibióticos.Hay antibióticos que en la colitis pseudo membranosa afectan bastante e incluso hay casos en que se han producido perforaciones gástricas por culpa de la ingesta de estos medicamentos, comenta el Doctor Miguel Bixquert, Profesor Titular de patología médica de la Universidad de Valencia y Jefe del servicio de medicina digestiva del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia.El paciente con síndrome de intestino irritable tiene problemas para comer ciertos alimentos, que le pueden provocar una motilidad que le provoque bien diarreas o bien estreñimiento, y en este último caso hacen las heces a bolas con tremendo esfuerzo.La alternancia entre estreñimiento y diarrea es típica del síndrome de intestino irritable, sin que haya patrón para guiarse, ya que puede cambiar de un día a otro. La calidad de vida de estos pacientes es baja, sobretodo en los estados en que predominan las diarreas, que pueden significar unas 10 ó 15 deposiciones diarias, lo que complica enormemente la vida laboral y social de estas personas.Los probióticos son esas bacterias vivas que hay en el tubo digestivo y que son necesarias para la nutrición interna, el desarrollo del sistema inmunitario y el mantenimiento de un aparato digestivo saludable. En los pacientes con alteración de la flora intestinal o bien con colitis infecciosa, el tratamiento mediante probióticos como lactobacillus y bifidobacterias ha mejorado mucho la salud de estos afectados.El lactobacillus es eficiente por cuanto su efecto es colonizar el tracto digestivo y mantenerse sin desaparecer, mejorando el dolor, regulando el tránsito intestinal y reduciendo los efectos de la flatulencia.El estrés disminuye el umbral de las sensaciones, la percepción del dolor, y ello hace que ese estrés ayuda a que una manifestación dolorosa se multiplique. Por esa misma razón, afecta a estos pacientes, ya que reducen los mecanismos de defensa intestinales.


Fuente:

Vivir Mejor

08/06/09



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