lunes, 29 de junio de 2009

Arcilla: aplicaciones en masajes y belleza


La arcilla (o barro) se ha usado desde tiempos antiguos con propósitos tanto terapéuticos como de belleza. En masajes, las arcillas se utilizan para reducir la inflamación en las lesiones y también para remitir el dolor en la artrosis. En belleza son muy útiles como tratamiento para una piel radiante. Otro uso, quizá menos conocido, es el uso interno o mediante ingesta de arcillas.
En definitiva, las aplicaciones estéticas y terapéuticas de la arcilla son variadas. No te pierdas nuestro pequeño repaso por los tipos de arcillas y sus usos.
La arcilla es un mineral frágil e hidrófilo, formado por la descomposición de rocas y amasado por la acción del viento y el agua. Las tierras arcillosas son ricas en minerales y oligoelementos. Es un material barato y al alcance de todos en sus múltiples formas (las más populares son las arcillas blancas o koalita, la arcilla roja y la arcilla verde) y debemos tenerla en cuenta como un firme aliado en nuestras terapias medicinales.
Podemos usar la arcilla por vía interna (diluida en agua o en cápsulas) o por vía externa en pasta de arcilla para cataplasmas y compresas, baño de barro o mascarillas.
Según el tipo de arcilla, la utilizaremos para unos usos u otros. Éstos son los tipos de arcilla:
Arcilla roja
Utilización en articulaciones inflamadas. La arcilla roja es muy útil para tratar las zonas inflamadas y bajar su hinchazón. En tratamientos con ese fin, se utilizará la arcilla roja, bien en cataplasmas o en baños (que pueden ser totales o parciales) en frío.
Si queremos aliviar el dolor en zonas sin inflamación, como pueden ser contracturas o artrosis, utilizaremos la arcilla roja caliente en cataplasmas o baños.
Arcilla verde
La capacidad de absorción y pureza de la arcilla verde es extraordinaria. Este tipo de arcilla es desintoxicante, remineralizante y absorbente, se utiliza para drenar y remineralizar.
Con fines desintoxicantes podemos utilizarla por vía externa en cataplasmas espesas o fabricando mascarillas. Además, la arcilla verde es muy útil para mejorar los eccemas. Para este uso deberá aplicarse a temperatura ambiente.
También se puede utilizar esta arcilla por vía interna en tratamientos de desintoxicación, en forma de agua arcillosa para beber.
Arcilla blanca
La arcilla blanca, por su acción antibacteriana, cicatrizante y antiinflamatoria se utiliza mucho internamente, sobre todo como protectora de la mucosa gástrica e intestinal.
Además esta arcilla, por sus propiedades, es capaz de disolver fermentaciones y absorber toxinas, por lo que se utiliza para tratar la hinchazón del vientre. Por último, por su efecto de arrastre nos ayuda a combatir el extreñimiento y regula el ph.
En uso externo se utiliza como mascarilla de belleza, y es especialmente útil contra el acné. La arcilla blanca impide el desarrollo de patógenos y ayuda a la regeneración celular. También realiza una acción depuradora de la piel.
Algunas recomendaciones para trabajar con arcilla
Es muy importante que no se utilice metal en la preparación de la arcilla. Lo ideal es utilizar recipientes de cristal y espátulas de madera.
No debemos reutilizar la arcilla.
Si la utilizamos para cataplasmas hay que hacer la mezcla justa para que no sean ni muy líquidos ni excesivamente secos. Lo ideal es cubrir con una tela fina para que no pierda humedad y dejarlos un máximo de dos horas.
La mejor hora para tomar arcilla por via interna es por la mañana, en ayunas.
Si seguimos una cura de arcilla, es recomendable beber todavía más agua.
La arcilla , en sus diversas formas y aplicaciones, es un firme aliado tanto para tratamientos terapéuticos como de belleza y por tanto debemos aprender a aplicarla para sacarle el máximo partido.


Fuente:

Quieru blog

29/06/09



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