1- Tanto las mujeres como los hombres pueden tener ojeras, incluso cuando no padezcan de insomnio o agotamiento.2- Ante todo, para eliminarlas, es preciso una dieta equilibrada y dormir bien. Evitar alimentos salados, utilizar siempre protector y gafas de sol, ingerir mucha agua y evitar los excitantes, son buenas terapias. 3- Un buen consejo es realizarse un “peeling” cada cierto tiempo, que elimina impurezas, pigmentos y relajan los vasos sanguíneos. En casos graves se puede acudir a la cirugía estética, con una técnica que remueve las bolsitas de la piel en esa zona. Las llamadas ojeras, es decir, las arrugas prominentes alrededor del ojo, son una muestra visible de antiestética y pueden dar problemas. Se presentan por muchos motivos, entre ellos dormir mal, incorrecta dieta, ingestión abusiva de alcohol o tabaco. Tanto hombres como mujeres tienen bolsitas bajo sus ojos que arrugan una piel extremadamente delicada y que tiene varios tratamientos cosméticos. En caso de que sean muy acentuadas o graves, se puede acudir a la cirugía estética en manos de un buen especialista.EL DETERIORO DE LOS AÑOSLas ojeras tienen varios orígenes y están provocadas por pequeñas venas bajo la piel en el surco ocular. Esta piel es mucho más frágil y delicada que la del resto del cuerpo y por eso las venitas se hacen visibles. A medida que pasa el tiempo, con los años, la piel se daña y se torna aún más fina y débil. Las venitas y capilares se vuelven más perceptibles y la situación se puede agravar si se congestionan o inflaman por alergias, asma o pigmentación dérmica.Tanto las mujeres como los hombres pueden tener ojeras, incluso cuando no padezcan de insomnio o agotamientoEl cansancio, el tabaco, el alcohol, el estrés y factores genéticos son causas de las ojeras. Se las puede dividir en transitorias o provocadas y permanentes. Dependiendo del tipo de piel su aspecto es variable. En personas de tez oscura o que se han expuesto demasiado al sol las ojeras suelen ser de color marrón. Si se tiene la piel clara se presentan más verdosas o con un ligero tono violáceo. Ante todo, para eliminarlas, es preciso una dieta equilibrada y dormir bien. Evitar alimentos salados, utilizar siempre protector y gafas de sol, ingerir mucha agua y evitar los excitantes, son buenas terapias. Los trucos estéticos son infinitos, a base de productos y correctores elaborados con té, manzanilla, aloe vera y caléndula, auténticos calmantes y nutrientes. Utilizar tanto por la mañana como por la noche un buen corrector es imprescindible para cuidar esta área tan delicada.DIVERSAS SOLUCIONESUna buena crema hidratante o un gel bajo el corrector, aplicado con suaves golpecitos, es una verdadera cura de belleza para estirar la piel. Se puede usar solo o antes del maquillaje, lo que dará un aspecto radiante, de piel limpia y esplendorosa. Según los especialistas, las personas de piel blanca deben aplicarse un corrector claro. Con la tez oscura, un tono marrón o beige y los trigueños o de cara rosada, un gama de rosas. Si se está bronceado, es ideal un tono beige dorado o bronce natural.Las mejores firmas de cosmética tienen productos adecuados para el tratamiento de las ojeras. Como terapias domésticas son excelentes las compresas o bolsitas de té frío, manzanillas, salvia, caléndula y melisa. Las mascarillas con estos ingredientes son un alivio para los párpados, mitigan las arrugas, reducen las ojeras y ofrecen una piel bien cuidada en una zona extremadamente delicada. Las cremas de antirradicales libres, blanqueadoras, con vitamina C y K1, a base de aloe vera y té verde, son fantásticas.Un buen consejo es realizarse un “peeling” cada cierto tiempo, que elimina impurezas, pigmentos y relajan los vasos sanguíneos. En casos graves se puede acudir a la cirugía estética, con una técnica que remueve las bolsitas de la piel en esa zona. Es lo que se llama un estiramiento, algo que practican muchas famosas y personas con una presencia pública notoria. Muchas de ellas consiguen así un surco ocular de “porcelana” y combatir las arrugas inexorables con el paso del tiempo.
Fuente:
Revista La Guía
2 de Junio de 2008
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