martes, 17 de junio de 2008

Eres lo que comes; se prenden las alarmas por obesidad



Entre la moda y la epidemia, la alarma mundial y la frivolidad de revistas y programas, México ocupa el segundo lugar en el mundo en obesidad infantil, detrás de Estados Unidos, y amenaza con ubicarse en el primer lugar, a pesar de la campaña gubernamental en contra de lo que los expertos ya califican como un problema de salud pública con un enorme costo al erario.

Si usted tiene una Masa de Índice Corporal de más de 25 por ciento (la cual se obtiene dividiendo el peso en kilogramos entre la altura al cuadrado) o su cintura mide más de 88 centímetros si es mujer o 102 centímetros si es hombre, usted padece de sobrepeso.

Si su dieta es alta en grasas animales, harinas y azúcares, los riesgos de tener hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares aumentan de manera exponencial.

La campaña contra esta epidemia de parte del Gobierno federal obedece a la necesidad de reducir los costos que implican atender las enfermedades mencionadas, cuyos tratamientos están entre los más caros.

Por otra parte, la tiranía de los cánones estéticos de los últimos años (impuestos por los medios de comunicación que hoy proclaman la salud en sus campañas), más allá de los riesgos médicos, han creado una obsesión colectiva, sobre todo entre la población femenina más joven, cuya consecuencia es el otro extremo de la cuerda: la anorexia y la bulimia.

En medio de esta sicosis, los comerciantes de milagros hacen su agosto con productos y dietas que prometen bajar de peso en semanas, sin parar en los riesgos que implican o los nulos resultados con la consecuente frustración.

Al respecto, la Organización No Gubernamental Todo en Sobrepeso y Obesidad advierte: “Con los cánones de belleza que se tienen hoy en día, muchas empresas se han dedicado a sacar a la venta productos para bajar de peso. La mayoría de ellos prometen soluciones “mágicas” e inmediatas, lo cual pone en riesgo la salud del consumidor”.
Y continúa con una serie de consejos: “La persona que te recete algún producto o medicamento tiene que ser un especialista en nutrición. Debe haber estudiado mínimo una licenciatura y su especialización. Además de contar con la autorización médica para ejercer su carrera, avalada con la cédula profesional.

“Existen medicamentos que pueden ser utilizados para el control de peso, pero deben ser administrados bajo estricta supervisión médica. Si no sabes qué estás tomando, tu salud está en riesgo. Los fármacos que consumas deben tener una etiqueta que indique los ingredientes que contiene y estar aprobados por las autoridades sanitarias. Recuerda que tienes derecho a saber los pros y contras de los productos que te ofrezcan. Pregunta e infórmate.

“Cualquier plan serio de alimentación debe ser personalizado y considerar las características de cada individuo, por lo tanto, no debes dejarte llevar por recomendaciones de amigos, familiares o por la publicidad, ya que los requerimientos de tu cuerpo son especiales.

“Existen algunas dietas que sólo incluyen un tipo de nutrientes. Las dietas saludables, incluso las dietas de pérdida de peso, deben incluir todos los grupos de alimentos. De otra forma, tu cuerpo puede desarrollar deficiencias y a la larga esto afectará tu salud.

“Si el producto o “medicamento” te promete resultados rápidos como “Baja 5 kilos en 3 días” no confíes en ellos, ya que los tratamientos requieren cierto tiempo para hacer efecto, sobre todo los de pérdida de peso. Recuerda que no subiste de peso de un momento a otro, ni en una semana, por lo que bajar tampoco será repentino”.

Club de nutrición

Paulino Valdez y su esposa Elisabeth hace cinco años que se dedican a la nutrición. En su club, ubicado en la calle Felipe Salido número 9, esquina con calle Mina, en el centro de Hermosillo, reciben a toda aquella persona que desee, no bajar de peso, aclaran, sino cambiar los hábitos alimenticios para resolver los problemas de salud.

Con una cooperación de 25 pesos, el interesado puede desayunar o comer o cenar de manera equilibrada, además de llevarse con él consejos nutrimentales que le ayuden a dejar los malos hábitos.

El principal problema en México, aseguran ambos nutriólogos, es la ignorancia que existe respecto al tema.

Desde la antigua concepción de que un niño gordito es un niño sano, hasta la idea de que comer equilibrado es caro, mucha de la gente que los visita gasta diario mucho dinero en sodas y comida chatarra, explican desde su experiencia.

Para Paulino Valdez y Elisabeth, la dieta tradicional mexicana, alta en grasas y harinas; el estrés, el sedentarismo y la comida rápida como solución a la vida moderna son las principales causas de que en México el 80 por ciento de la población padezca de sobrepeso. Y que un 40 por ciento sufra de obesidad.

Y afirman que es necesario prender la alarma, porque el problema es mucho más grave de lo que se piensa; para muestra, dicen, las campañas gubernamentales y mediáticas contra esta epidemia que, aunque llegan tarde, son mejor que nada.

Principalmente son amas de casa quienes asisten al Club de Nutrición, pues ellas trasmiten los buenos o malos hábitos al resto de la familia. Se trata, principalmente, de crear conciencia de que lo que ingerimos nos daña la salud y debemos cuidar lo que comemos y cómo lo que comemos.

Por ello, además de reducir la ingesta de alimentos altos en grasas, azúcares y harinas, es importante comer sentados, en un ambiente agradable, masticando despacio y acompañar la dieta con ejercicio moderado.

Contrariamente a lo que se piensa, el Club de nutrición que dirigen no está pensado para bajar de peso, sino para todas aquellas personas que deseen modificar sus hábitos, aprender a comer bien, independientemente de que estén gordos o delgados.


Fuente:

Dossier

17 de Junio de 2008



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