martes, 13 de noviembre de 2007

Las mujeres de verdad tienen curvas… e hijos más inteligentes


Las curvas de las mujeres afectan al cerebro de los hombres, incluso antes de haber nacido. Es una de las conclusiones posibles de un estudio que revela que las mujeres con amplias caderas y cinturas estrechas pueden tener hijos más inteligentes.
La explicación científica se encuentra en el alto contenido de ácido de las grasas poliinsaturadas que se hallan en las caderas y que son de suma importancia para el desarrollo del cerebro en el feto.
Así lo revela un estudio que publicará esta semana la revista oficial de la Evolution and Human Behaviour Society (Sociedad para la Evolución y el Comportamiento Humano) que ha sido realizado por las universidades de Pittsburgh (Pensilvania) y de California.
De acuerdo con un extracto del estudio difundido a los medios, en distintas pruebas cognitivas realizadas a hijos de mujeres con curvas éstos ofrecieron un coeficiente de inteligencia superior al de las madres con caderas estrechas.
La importancia del 0,7
El contorno de las caderas no implica que la mujer sea gorda o delgada. Lo que cuenta es la relación con la cintura, cuya proporción ideal sitúan los cánones en 0,7. Los cánones de belleza y de desarrollo de la inteligencia infantil.
Las pruebas de inteligencia a las que fueron sometidos los hijos de madres con estas características llevaron a que William Lassek, de la Universidad de Pittsburgh, y Steven Gaulin, de Califonia, concluyeran que los fetos se benefician de un suministro rico en ácidos de las grasas poliinsaturadas.
El estudio, que fue llevado a cabo entre 16.000 mujeres y niñas, señala que, en consecuencia, aquellas madres con caderas estrechas carecen de dichos ácidos, y por tanto, sus hijos sufren la falta de esos nutrientes.
El análisis revela que esta puede ser la razón por la cual, según varios estudios, los hombres prefieren las mujeres con curvas.
El informe realizado por Lassek y Gaulin también revela que esta teoría pone de manifiesto por qué los hijos de madres jóvenes ofrecen peores resultados en las distintas pruebas de inteligencia.
Ello se debe a que esas madres adolescentes no tienen suficientes ácidos procedentes de las grasas poliinsaturadas.


Fuente:

Publico.es

12 de Noviembre de 2007



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