Para llegar al verano con un cuerpo preparado tanto física como psíquicamente no es necesario dejar todo en el gimnasio, seguir dietas estrictas, practicar yoga o leer un libro de autoayuda. Algunas estrategias
Ponerse en marcha dentro de la casa es buena idea para comenzar. Las tareas domésticas aunque no lo parezcan también tonifican y benefician los músculos. Lo mismo en el trabajo, en un escape hasta el baño o hasta la puerta es posible ejercitar las piernas y los brazos, estirándolos y mantenerlos en esa posición por 10 ó 20 segundos, repetiéndolo unas diez veces.Las compras deben dejar de ser un tedio, en lugar de ir a caminar a una cinta dentro de un gimnasio que lleva un costo adicional es mejor ir al súper caminando lo más rápido posible y al volver a casa con las bolsas, equilibrando el peso en partes iguales, hacer ejercicios con los brazos separando los brazos del cuerpo por 20 ó 30 segundos.Los días de sol es bueno aprovechar la naturaleza. El contacto con el aire libre, el agua y la tierra estimula el ánimo, la oxigenación y la eliminación de toxinas. Si no es posible salir abrir las ventanas y respirar otro aire. Los autos a la cochera, caminar con los hombros relajados, la espalda recta, los brazos flojos y los pies paralelos, manteniendo siempre una buena y profunda respiración que revitaliza y desintoxica el cuerpo.Algunos cambiosAl momento de pensar en las comidas, evaluar ingerir en su mayoría alimentos crudos. Evitar los productos refinados y manipulados, siempre son preferibles los naturales y frescos porque aportan vitaminas, minerales, agua, fibra y mucha vitalidad. Nada de toxinas y mucho agua.Siempre que se pueda es recomendable modificar los ambientes en que se transitan porque renuevan la forma de sentir las cosas. Conocer otros lugares, comprar prendas nuevas, cambiar de peinado y de maquillaje, para refrescarte por dentro. Y mantenerse siempre lejos de cables y enchufes. Nada de tele o computadora en la habitación y usar el celular sólo para lo indispensable.La risa debe ser la guía de todos los días, si hay preocupaciones es preferible exagerarlas, para darse cuenta que no son tan terribles. Imprescindible: dormir al menos ocho horas diarias para evitar el estrés, la ansiedad y el agotamiento. Y antes de apagar la luz es bueno relajarse leyendo o meditando. Tranquilidad mentalPara eliminar el estrés, acostarse boca arriba con los brazos a lo largo del cuerpo o en una silla cómoda, los ojos cerrados y respiración profunda. Todos los días al menos cinco minutos. A su vez la mente debe mantenerse alejada de los conflictos y para ello se pueden buscar momentos de reposo, silencio y soledad para reflexionar. Y, como último consejo, mantener el optimismo puede mejorar la salud, el éxito en el trabajo y la esperanza de vida. Los pensamientos negativos cambiarlos por los positivos y en lugar de decir ‘esto saldrá mal’, pensar ‘haré todo lo posible para que salga bien’.
Ponerse en marcha dentro de la casa es buena idea para comenzar. Las tareas domésticas aunque no lo parezcan también tonifican y benefician los músculos. Lo mismo en el trabajo, en un escape hasta el baño o hasta la puerta es posible ejercitar las piernas y los brazos, estirándolos y mantenerlos en esa posición por 10 ó 20 segundos, repetiéndolo unas diez veces.Las compras deben dejar de ser un tedio, en lugar de ir a caminar a una cinta dentro de un gimnasio que lleva un costo adicional es mejor ir al súper caminando lo más rápido posible y al volver a casa con las bolsas, equilibrando el peso en partes iguales, hacer ejercicios con los brazos separando los brazos del cuerpo por 20 ó 30 segundos.Los días de sol es bueno aprovechar la naturaleza. El contacto con el aire libre, el agua y la tierra estimula el ánimo, la oxigenación y la eliminación de toxinas. Si no es posible salir abrir las ventanas y respirar otro aire. Los autos a la cochera, caminar con los hombros relajados, la espalda recta, los brazos flojos y los pies paralelos, manteniendo siempre una buena y profunda respiración que revitaliza y desintoxica el cuerpo.Algunos cambiosAl momento de pensar en las comidas, evaluar ingerir en su mayoría alimentos crudos. Evitar los productos refinados y manipulados, siempre son preferibles los naturales y frescos porque aportan vitaminas, minerales, agua, fibra y mucha vitalidad. Nada de toxinas y mucho agua.Siempre que se pueda es recomendable modificar los ambientes en que se transitan porque renuevan la forma de sentir las cosas. Conocer otros lugares, comprar prendas nuevas, cambiar de peinado y de maquillaje, para refrescarte por dentro. Y mantenerse siempre lejos de cables y enchufes. Nada de tele o computadora en la habitación y usar el celular sólo para lo indispensable.La risa debe ser la guía de todos los días, si hay preocupaciones es preferible exagerarlas, para darse cuenta que no son tan terribles. Imprescindible: dormir al menos ocho horas diarias para evitar el estrés, la ansiedad y el agotamiento. Y antes de apagar la luz es bueno relajarse leyendo o meditando. Tranquilidad mentalPara eliminar el estrés, acostarse boca arriba con los brazos a lo largo del cuerpo o en una silla cómoda, los ojos cerrados y respiración profunda. Todos los días al menos cinco minutos. A su vez la mente debe mantenerse alejada de los conflictos y para ello se pueden buscar momentos de reposo, silencio y soledad para reflexionar. Y, como último consejo, mantener el optimismo puede mejorar la salud, el éxito en el trabajo y la esperanza de vida. Los pensamientos negativos cambiarlos por los positivos y en lugar de decir ‘esto saldrá mal’, pensar ‘haré todo lo posible para que salga bien’.
Fuente:
Infobae.com
16 de Noviembre de 2007
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