Las sociedades españolas de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y del Estudio de la Obesidad (SEEDO) aseguran que 'no existe ni va a existir en un futuro cercano' una píldora que nos mantenga esbeltos el tiempo que deseemos mientras comamos 'lo que nos dé la gana'.Así lo ha afirmado hoy el secretario de la SEEN, Lucio Cabrerizo, con motivo del XII Día Nacional de la Persona Obesa en cuyo acto, junto al presidente de la SEEDO, Xavier Formiguera, ha subrayado que 'todo el mundo tiene que saber que los fármacos milagrosos no existen' y que el tratamiento de la obesidad debe estar prescrito por especialistas médicos.No obstante, ambas sociedades han destacado su 'plena confianza' únicamente en dos tratamientos farmacológicos para combatir la obesidad, que son los que los especialistas prescriben habitualmente, frente a los 'fraudes' de las dietas milagrosas que 'lo único que persiguen es aprovecharse de la desesperación de las personas con exceso de peso'.En esta línea, han recordado algunas de las demandas del decálogo de la 'Declaración de Zaragoza', un documento consensuado por especialistas en obesidad tras su reunión en esta ciudad el pasado mes de octubre.En ella instan a las administraciones a que los tratamientos farmacológicos en determinados supuestos de personas obesas sean gratuitos a fin de terminar con el 'agravio comparativo' existente respecto a otras enfermedades metabólicas, como la diabetes, la hipertensión o el elevado colesterol, en las que la Administración financia el tratamiento farmacológico.Para la SEEDO y la SEEN las patologías propuestas para que en un futuro se financie el tratamiento son los siguientes: pacientes obesos con riesgo cardiovascular elevado, con diabetes tipo 2, displemias, índice de maya corporal mayor de 40 ó superior a 35 con diferentes enfermedades, éxito del tratamiento, es decir, que el paciente pierda un 5 por ciento de su peso tras tres meses de seguimiento, y prescripciones desde las unidades funcionales de obesidad.En España, el 54 por cieno de la población tiene exceso de peso, un 39,2 por ciento padece de sobrepeso y un 15,5 por ciento sufre de obesidad.Según ha señalado Formiguera el coste de la prescripción farmacológica supone para el paciente obeso alrededor de 100 euros mensuales, cantidad que, en su opinión, sería 'más elevada' si se tuviera en cuenta el gasto sanitario de estos pacientes superior la resto de enfermos o los costes indirectos como las bajas laborales o la dificultad de incorporarse al mundo laboral.Además, tanto Formiguera como Cabrerizo han destacado que financiando en parte o totalmente los tratamientos para combatir la obesidad se lucha y previene la diabetes.Como primer paso los endocrinos solicitan a las administraciones que declaren la obesidad como enfermedad crónica y en consecuencia, incorporarla a la cartera de servicios de Atención primaria y Especializada.Respecto al aumento de riesgo de padecer depresiones por el medicamento adelgazante Rimonobant que científicos de la Universidad de Copenhague denunciaron el pasado día 15 y cuyas conclusiones publica en su último número la revista británica 'The Lancet', Formiguera ha afirmado que este fármaco 'no causa depresión pero la puede agravar a quien la padece'.En este sentido el endocrino ha afirmado que la mayoría de fármacos tiene efectos secundarios por encima de los cuales debe primar la profesionalidad del médico que prescribe ese medicamento.
Fuente:
Terra
22 de Noviembre de 2007
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