...Pero si parece que acabas de ver una cinta de horror, con esa piel pálida y seca, esos ojos irritados y esos cabellos parados... ¡quién iba a decir que es por el frío!
2007-11-13
2007-11-13
Claudia Ramírez
El Universal
Martes 13 de noviembre de 2007
claudia.ramirez@eluniversal.com.nx
Durante el invierno, la piel suele lucir más pálida porque las bajas temperaturas contraen los vasos capilares y disminuye la irrigación sanguínea.
En consecuencia, recibe menos nutrientes y oxígeno y se alenta el proceso de exfoliación natural, así que se acumulan las células muertas sobre el cutis.
Y es que las principales características del invierno: frío, viento, falta de humedad del ambiente, aunadas a los cambios bruscos de temperatura y a la resequedad generada por la calefacción, ocasionan una deshidratación profunda de la piel.
Por ello se le ve seca, descamada y agrietada. Por lo demás, ya se sabe que la falta de hidratación provoca la aparición de arrugas y líneas de expresión.
El frío también afecta los ojos: puede provocar lagrimeo, sobre todo por la mañana, debido al cambio de temperatura de la calidez de la casa al frío de la calle. Y las lágrimas hacen que el maquillaje se corra.
En este caso hay dos recomendaciones: no delinear los ojos en exceso, para evitar que se irriten, y usar lentes.
Ahora, si bien las personas de piel blanca, seca, madura y sensible son las más susceptibles a padecer los efectos del frío, todo el mundo sufre las consecuencias de las bajas temperaturas.
Rostro y cuerpo
El frío también es responsable de la resequedad de los labios, manos y uñas; de la irritación en las piernas y de la tirantez del rostro.
El enrojecimiento de la piel en invierno es común, dado que ésta se irrita y se rompen con mucha facilidad los pequeños capilares.
Cuídate del clima
Las recomendaciones básicas para contrarrestar los efectos negativos del frío sobre la piel son muy sencillas.
claudia.ramirez@eluniversal.com.nx
Durante el invierno, la piel suele lucir más pálida porque las bajas temperaturas contraen los vasos capilares y disminuye la irrigación sanguínea.
En consecuencia, recibe menos nutrientes y oxígeno y se alenta el proceso de exfoliación natural, así que se acumulan las células muertas sobre el cutis.
Y es que las principales características del invierno: frío, viento, falta de humedad del ambiente, aunadas a los cambios bruscos de temperatura y a la resequedad generada por la calefacción, ocasionan una deshidratación profunda de la piel.
Por ello se le ve seca, descamada y agrietada. Por lo demás, ya se sabe que la falta de hidratación provoca la aparición de arrugas y líneas de expresión.
El frío también afecta los ojos: puede provocar lagrimeo, sobre todo por la mañana, debido al cambio de temperatura de la calidez de la casa al frío de la calle. Y las lágrimas hacen que el maquillaje se corra.
En este caso hay dos recomendaciones: no delinear los ojos en exceso, para evitar que se irriten, y usar lentes.
Ahora, si bien las personas de piel blanca, seca, madura y sensible son las más susceptibles a padecer los efectos del frío, todo el mundo sufre las consecuencias de las bajas temperaturas.
Rostro y cuerpo
El frío también es responsable de la resequedad de los labios, manos y uñas; de la irritación en las piernas y de la tirantez del rostro.
El enrojecimiento de la piel en invierno es común, dado que ésta se irrita y se rompen con mucha facilidad los pequeños capilares.
Cuídate del clima
Las recomendaciones básicas para contrarrestar los efectos negativos del frío sobre la piel son muy sencillas.
Fuente:
El Universal
13 de Noviembre de 2007
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