Muchas personas se abstienen de cenar porque creen que de esta manera se adelgaza. Esta es una falsa creencia que resulta peligrosa para la buena salud.
Gran parte de la población no hace las cuatro comidas diarias que se recomiendan. Pasan el día sin desayunar y hasta a veces sin cenar, desconociendo la importancia que tiene cada comida. "Una persona que se alimenta bien es aquella que come a lo largo del día en forma variada y moderada -sostiene la licenciada en Nutrición, Carina Lliteras-. No todos los alimentos son iguales, tienen distinto valor nutritivo, nos ofrecen energía y sustancias nutritivas pero en cantidades diferentes. La alimentación variada nos asegura la incorporación y aprovechamiento de todos los nutrientes que necesitamos para vivir."Cada persona, de acuerdo a la edad, estilo de vida y actividades necesita cantidades suficientes diarias de cada tipo de alimento. El cuerpo gasta energía en forma permanente, aún durmiendo, por eso la importancia de la cena. "Hay quienes piensan que dejando de comer o eliminando alimentos van a tener un peso adecuado -explica la especialista-. Esto no es así, comer cada 4 ó 5 horas incluida la cena, evita hacer comidas muy abundantes y favorece al buen funcionamiento del cuerpo."Mientras se duerme se produce una mayor secreción de algunas hormonas, sustancias que están implicadas en la regulación de las fases de sueño y de vigilia. Hay alimentos que por su particular composición nutritiva y según la cantidad ingerida afectan al sistema nervioso y tienen una acción directa sobre el sueño. Es importante identificar qué nutrientes tienen su efecto positivo o negativo sobre el sueño para incluírlos o no en la cena.-Los nutrientes que aumentan la síntesis de neurotransmisores y hormonas estimulantes del sistema nervioso central (dopamina, adrenalina y noradrenalina) dificultan el sueño; -Por el contrario la melatonina y la serotonina favorecen la liberación de reguladores relacionados con la sensación de relajación que inducen al sueño. El triptófano es un aminoácido esencial (componente básico de las proteínas) necesario para la formación de melatonina y serotonina. Esta sustancia se encuentra en alimentos tan variados como la leche, las bananas, la carne o el pescado. A su vez, los hidratos de carbono (pan, arroz, pasta y papas) también estimulan la secreción de insulina, hormona que aumenta la disposición del triptófano para formar serotonina. -Las vitaminas B1 y B6, en particular, tienen un papel relevante en el buen funcionamiento del sistema nervioso en su conjunto. Se encuentran en cereales, legumbres, carnes y verduras.Por el contrario, comer muchos azúcares y dulces reduce la acción de la vitamina B1 en el sistema nervioso porque esta vitamina es necesaria para metabolizar los azúcares. Por ello, en caso de dificultad para dormir conviene evitar estos alimentos.-El calcio y el magnesio permite las conexiones nerviosas. Si su aporte dietético es suficiente, se duerme mejor y se descansa más. El calcio se encuentra en mayor cantidad en la leche y sus derivados, en los vegetales de hoja verde, legumbres y frutas secas.El magnesio esta presente en la mayoría de los alimentos, especialmente en cereales y verduras de hoja verde.Dieta saludableEmpezar con un buen desayuno y repartir los alimentos en varias comidas favorece la digestión. Respetar los horarios de la ingesta de alimentos ayuda a regular el apetito y a hacer que el metabolismo se acelere trabajando parejo a lo largo del día, quemando más calorías. Su distribución influye en el adelgazamiento, ya que no es lo mismo comer 2000 calorías en una comida que distribuirlas a lo largo del día en varias, incluida la cena. Por eso es importante consumir alimentos durante la noche, pero teniendo en cuenta la etapa biológica a la que se pertenece. Los siguientes son ejemplos de las cenas que una persona sana, según la edad, puede consumir.Niño en edad preescolar: Fideos tirabuzón con queso y huevo picado. Pan francés. Flan con caramelo de postre.Adulto: Sopa de verduras. Hamburguesa magra a la napolitana (con queso fresco y tomate). Pan francés. Ensalada de lechuga y zanahoria rallada. Ensalada de frutas de postre.Embarazada: Sopa de verduras. Bife de hígado con ensalada de espinacas, acompañado con jugo de un cítrico exprimido. Pan francés. Flan con una cucharadita de dulce de leche como postre.Anciano: Sopa de verduras con fideos cabello de ángel. Hamburguesa magra con queso cremoso. Pan francés. Ensalada de beteraba. Manzanas asadas de postre.
Fuente:
Diario de Cuyo
13 de Noviembre de 2007
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