jueves, 30 de julio de 2009

Secretos femeninos de la higiene íntima


Un aseo diario es saludable, pero lo importante es saber cómo hacerse la limpieza genital y por qué.
Falta una hora para que tu novio pase a buscarte, así que a arreglarse. Eliges un vestido y te das un baño de espuma al que siguen los exfoliantes, las cremas perfumadas, una mascarilla y una depilación completa, área del bikini incluida, además de una rociada de perfume en esa zona. Pero, con este paso de la doméstica, y casi salvaje, sesión de belleza, quedas seca.
En el afán de lucir hermosa, algunas mujeres se exceden con su propio cuerpo. “Por ejemplo, cuando se hacen una depilación extrema en el área genital, se provocan fuertes irritaciones que pueden tener serias consecuencias”, advierte el sexólogo boliviano Carlos Parra Gutiérrez.
La higiene es indispensable para prevenir infecciones, pero con los cuidados adecuados. Aquí van los porqué y cómos de esos momentos de intimidad contigo misma.
EL CUERPO DE LA MUJER
La parte más íntima del cuerpo femenino es la zona genital, donde se encuentran la vagina, la región anal, la perianal y perineal. “La vagina es una zona cálida y húmeda, esto provoca que sea perfecta para el crecimiento de microorganismos como bacterias, hongos, parásitos, entre otros, que provocan olores desagradables”, explica el sexólogo.
En los genitales hay secreciones sudorales, flujo menstrual y orina, líquidos que produce normalmente el organismo de la mujer. El especialista explica que la descomposición bacteriana de la transpiración es la causante del olor característico de esa área, pero si se presenta pestilencia suele deberse a la falta de higiene, por un desequilibrio hormonal o puede ser un indicativo de algún proceso infeccioso, el que generalmente está acompañado de picazón, ardor y secreción irregular. “En este caso es importante acudir de inmediato al médico”, sugiere el profesional.
El flujo es la secreción mucosa que normalmente se produce en el canal vaginal y que cumple las funciones de autodepuración, humectación y lubricación. La apariencia y consistencia del flujo varía en función de la persona, del ciclo menstrual o durante el embarazo.
NINGÚN EXTREMO ES BUENO
Las mujeres pueden sufrir infecciones genitales además de generar parásitos y bacterias, si el aseo no es diario y adecuado. Sin embargo, la excesiva limpieza tampoco es lo más recomendable, pues en ese afán muchas mujeres no sólo se hacen baños de ducha varias veces al día, modificando su PH natural, sino que retiran el vello púbico.
Al depilarse por completo la zona genital, no sólo se quita temporalmente el vello, sino que se elimina la glándula folículo pilo sebáceo. “Este ganglio previene de infecciones; al depilar el vello púbico o jalarlo con fuerza se produce irritaciones. Lo correcto es recortarlo, no retirarlo todo”, recalca Parra.
Hay féminas que también se aplican desodorantes no específicos para la zona genital y con éstos pueden causarse irritaciones, ya que contienen alcohol y perfumes, elementos que alteran el PH de la vagina.
PH, SISTEMA DE DEFENSA DEL CUERPO
PH, por su sigla, significa Potencial de Hidrógeno y es el sistema de defensa del organismo que, en la zona íntima, está compuesto por el ácido bacilos de Doderlein y ácido láctico. En el caso de la higiene vaginal, funciona como protección natural de la zona íntima.
“Algunas están obsesionadas con la limpieza genital, entonces optan por la ducha vaginal. Este procedimiento de introducir, a presión, alguna solución para evitar el mal olor debilita el sistema de defensa natural de la vagina que es el PH. Entonces, ¿qué haces? Esta zona se limpia con sus propios fluidos, los cuales expulsan algunas bacterias”, dice el sexólogo Parra.
Para el ginecólogo Luis Kushner Dávalos, no se necesita más producto de higiene íntima que el agua, porque ésta no cambia el PH vaginal. “La indicación es el aseo diario sólo con agua, removiendo el moco cervical producido durante el día”, explica.
DELICADOS, PERO EFECTIVOS CUIDADOS
Para la higiene íntima bastan agua y jabón neutro, este último mantiene el área libre de malos olores. Por lo que, no necesitas de perfumes.
“Se debe tener cuidado de que los aromas disfracen algunos olores que son el principal síntoma de un proceso infeccioso que requiere tratamiento. Además son irritantes y sus compuestos deterioran el PH vaginal y con él, la flora, esto causa las infecciones bacterianas o micóticas”, explica Kushner.
Si quieres evitar la transpiración excesiva, que además aumenta la proliferación de bacterias y ésta a su vez provoca infecciones y los odiosos olores, no uses ropa interior de tejido sintético; elige prendas de algodón. Deja el encaje y el satín para esas noches especiales.
El lavado de la ropa íntima también juega un rol importante en la salud, pues los detergentes comunes pueden ser irritantes. Por eso, lava tus pantis con jabones suaves o específicos para ropa y garantiza su correcto enjuague, siempre con bastante agua.
Luego de la ducha o después de usar el baño, es correcto que te seques los genitales de adelante hacia atrás, esto para evitar que los microorganismos de la región anal y perianal pasen hacia la abertura de la vagina. También es óptimo hacer pipí antes y después de las relaciones sexuales, para desechar las bacterias que lleguen a entrar en las vías urinarias.
Consejos
PERIODO MENSTRUAL. La higiene en la menstruación es importante, porque los fluidos de sangre producen aromas intensos. La solución es asearte frecuentemente con agua y jabón suave u optar por lavados con agua de infusión de manzanilla. Además, usa toallas higiénicas y tampones, ambos deben ser cambiados con frecuencia, en ningún caso deberán exceder las seis horas. Previa y posteriormente a la aplicación de un tampón debes lavarte bien las manos.
POR DENTRO. Es indispensable la limpieza del área genital antes y después del contacto sexual con la pareja. Una medida de higiene es introducir los dedos enjabonados a la vagina, a una profundidad de tres centímetros. Luego, se debe enjuagar con agua, antes de llevar a cabo relaciones de sexo oral, después del coito o si se utilizó lubricantes o algún preparado facilitador del acto. El mismo procedimiento sirve para el flujo menstrual.
PRODUCTOS DE HIGIENE. El mercado ofrece una amplia variedad de productos específicos para la zona íntima. Hay desde esponjas hasta guantes de aseo íntimo, que en muchos casos pueden actuar como vectores de infección si es que no se los mantiene limpios. También existen toallas húmedas, jabones, desodorantes, espumas de limpieza y jabón especial para lencería; ninguno de estos productos altera la acidez de la mucosa genital. Algunos de estos productos regulan el PH y son antimicóticos.
Texto: Daniela Cordero Dubravcic. Foto: Dreamstime. Experto consultado: Carlos Parra Gutiérrez. Ginecólogo: Luis Kushner Dávalos Sexólogo. Con datos de: telepolis.com, ambitofarmaceutico.com


Fuente:

La Razón

30/07/09

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