martes, 28 de julio de 2009

La búsqueda de lo natural



La cosmética sostenible se ha convertido en un segmento tan fundamental como necesario de la industria. Tratamientos y productos que encuentran sus ingredientes en la botica de la madre naturaleza.
El respeto por la naturaleza se ha convertido en un modelo de negocio en el que los objetivos económicos y medioambientales convergen. A continuación, las claves que trazan la sinergia entre ética y estética.

Jóvenes y felices. Nadie duda de la convenicia de la actividad física. Una fuente de bienestar y longevidad demostrada científicamente que a día de hoy encuentra su clave en la personalización. Por eso las clínicas de wellness cuentan con programas adaptados a cada persona que engloban una pauta diaria de ejercicio físico suave (taichi, pilates, etcétera) para mantener sus huesos y músculos a pleno rendimiento. Mientras, en el campo de las terapias antiedad, la última novedad consiste en hacer análisis de ADN para conocer a fondo el metabolismo del interesado.
Flores de este mundo. El último jardín de la cosmética está plagado de fórmulas a base de extractos vegetales y aceites esenciales con denominación de origen, ya que los ingredientes florales aromáticos potencian nuestra belleza y salud. También nos pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo. Con sólo aspirar el aroma de alguno de estos productos, nuestro sistema límbico se pone en marcha y podemos conseguir calmar o estimular el sistema nervioso central, ya que el cuerpo reacciona segregando determinadas hormonas que surten un importante efecto en el organismo.
La cosmética natural, que empezó siendo un juego de cuatro románticos empedernidos, amigos de la botánica y amantes de la tradición artesanal, ahora es la rama más floreciente de la industria. Hasta el lujo selectivo de la cosmética aferrado al liposoma y la química milagrosa opta cada vez más por ácidos frutales naturales, productos cien por cien vegetales y nuevas líneas de aromaterapia. No es que de repente se hayan hecho todos ecologistas, sino que la crisis y la realidad comercial han sido la causa de este cambio de tercio. La apuesta verde vive un nuevo resurgimiento.
En esencia. Desde las momificaciones de Egipto hasta las piras de hierbas purificadoras de la India, Persia y Mesopotamia, todos los sabios de la antigüedad fueron recopilando en tratados las diferentes virtudes de las plantas medicinales y las hierbas curativas. Con el tiempo, las técnicas de extracción de las esencias se han ido perfeccionando hasta conseguir la parte activa de la planta, donde reside toda su fuerza vital.
Ese aceite esencial cargado de propiedades es como la sangre de la planta. Inhalarlo puede ayudar a combatir enfermedades. Por eso la aromaterapia se ha convertido en una ciencia y un arte con propiedades curativas por derecho propio.
Según Lieve Declerq, directora de investigación biológica de los laboratorios de Estée Lauder en Bélgica y experta en aceites esenciales de la firma de cosmética natural Origins, resulta muy complicado conservar las fórmulas de aceites esenciales naturales porque son materias naturales y cambiantes, nada que ver con los ingredientes sintéticos. De un año a otro puede variar su aroma, dependiendo de dos factores: el tiempo y la cosecha.
Las moléculas del aceite esencial tienen “dos vías de penetración: tópica, a través de los poros, y por inhalación”. Aplicados sobre la piel actúan de forma local y pueden tener efectos antimicrobianos, antioxidantes, etcétera. Inhalados pueden modificar nuestro estado de ánimo y nuestro bienestar. Los aceites esenciales actúan a tres niveles. En primer lugar, el efecto farmacológico está relacionado con los cambios químicos que tienen lugar cuando el aceite esencial penetra en el flujo sanguíneo a través de un masaje o siendo ingeridos por vía interna. Entonces las moléculas aromáticas reaccionan con nuestro metabolismo interno y toda nuestra química corporal (hormonas, enzimas, etcétera). Después, en el plano fisiológico puede sedar o estimular, y finalmente cuando las esencias son inhaladas se produce el efecto psicológico fruto exclusivamente del poder del aroma.
Sostenibilidad medioambiental. La firma cosmética líder en embalado y compromiso contra los residuos es Aveda, que se ha convertido en un punto de referencia para la industria de la belleza por el contenido de PCR de sus envases para productos capilares y corporales. Además ha introducido tintas de impresión no solubles y basadas en soja, sustituyendo las tintas tradicionales, basadas en la petroquímica, para sus embalajes.

Templos de belleza alternativa
Los balnearios urbanos se han convertido en reductos de paz donde reponer fuerzas entre nubes de vapores aromáticos y pases de manos que masajean el cuerpo. Con detenimiento y de pies a cabeza. Chorros de agua con la presión justa, comida sana y muchos mimos. Los nuevos palacios de la belleza nos sirven en bandeja un cóctel de salud y belleza para una puesta a punto integral en su estado más puro.


Fuente:

El Pais

27/07/09



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