martes, 21 de julio de 2009

En verano...¡mantente hidratada!


Es fundamental beber abundante agua para reponer los líquidos que pierde el organismo en esta época del año

Es recomendable beber agua, aunque no se tenga sed para evitar la deshidratación
Las altas temperaturas, el pasar demasiado tiempo tomando el sol, el aumento de la actividad física propia de esta época del año y, como consecuencia, el exceso de sudor son factores que pueden hacer que nuestro organismo pierda más agua de lo habitual y, casi sin darnos cuenta, nos deshidratemos. ¿Y cuáles pueden ser sus consecuencias? Pues la falta de deshidratación puede conllevar cefaleas, problemas articulares, lesiones deportivas, e incluso, problemas mucho más graves como cálculos renales o probabilidad de padecer ciertos cánceres. De ahí la importancia de beber agua y, muy especialmente, en verano.
El cuerpo está compuesto por un 60% de agua y tan sólo con que pierdas un 2% ó 3% ya existe riesgo de deshidratación. Por eso tanto los especialistas en nutrición como la Organización Mundial de la Salud recomienda beber 2 ó 3 litros diarios dependiendo de la edad, el sexo y el peso. Pero no te preocupes, Javier Martínez, nutricionista del Centro Médico Eres, te ofrece a continuación unos consejos prácticos que debes poner en práctica para evitar cualquier susto:
El mejor líquido para tu organismo no es otro que el agua. El café, el té, los refrescos y los zumos no satisfacen del todo las necesidades de tu organismo.
Debes hidratarte lo suficiente para que, si haces ejercicio y llevas una alimentación sana, pierdas grasas con la misma eficacia. No puedes olvidar que si tu cuerpo tiene sed, tardará más tiempo en quemar la grasa.
¿De qué color es tu orina? Si no es transparente plantéate beber más agua.
El verano contribuye a tu dieta con un montón de alimentos y bebidas que te aporten mucho líquido. Por ejemplo, la horchata, que tiene minerales y vitaminas, el gazpacho o ricos granizados de diferentes sabores.
La botella de agua debe acompañarte a todos los lugares: ya sea a la oficina, en tus ratos de ocio o en casa.
Debes beber agua con o sin gas antes, durante y después de la comida.
Evita beber zumos en exceso ya que pueden causarte problemas de sobrepeso, digestivos o producirte caries.
Si vas a salir a beberte unas cañas, pídetela sin alcohol es muy diurética y aconsejable.
¡Cuidado con los niños y ancianos! Hay que obligarlos a beber agua abundante, sobre todo en la playa y las piscinas, cuando están expuestos a temperaturas elevadas.


Fuente:

Hola.com

21/07/09



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