Solo 50% de quienes se inscriben en un gimnasio siguen asistiendo luego del sexto mes de haber iniciado una rutina; esta cifra se reduce a 18% al cumplirse el primer año.
El sedentarismo y la mala nutrición, así como la carencia de tiempo y espacios óptimos para el ejercicio, son elementos que han condicionado el estilo de vida de la mayoría de los venezolanos en las últimas décadas. Estos hábitos poco saludables guardan una estrecha relación con el incremento de la prevalencia de enfermedades degenerativas y cardiovasculares.
El doctor Ricardo Javornik, especialista en el área deportiva y gerente médico del Valle Arriba Athletic Club -www.vaac.com.ve- explicó que según investigaciones realizadas en el reconocido club “el estilo de vida representa el 53% de los factores que afectan la salud y el bienestar de los seres humanos”.
La adopción de hábitos saludables -que incluyan el incremento de la actividad física, una dieta balanceada, el disfrute de actividades recreativas y períodos adecuados de descanso- tiene repercusiones favorables en el organismo y ayudan a obtener un buen estado físico y mental para el individuo. “Sin embargo, la mayoría de las personas hacen ejercicios con el propósito de perder peso, en lugar de adoptar la actividad física como un hábito saludable, por eso observamos que muchos desisten de esta práctica en poco tiempo. Se calcula que sólo 50% de quienes van al gimnasio siguen asistiendo luego del sexto mes de haber iniciado esta rutina; al cumplirse los primeros 12 meses esta cifra se reduce a 18%”, detalló el especialista en medicina del deporte.
Desánimo, desmotivación y carencia de tiempo, son los factores con mayor incidencia en el abandono de la actividad física. Se estima que solo 16 % de cada 100 le dedica 30 minutos entre 3 y 5 veces semanales a la práctica de ejercicios, lo cual está acorde con la recomendación de los especialistas de una hora diaria, tres días a la semana.
Al iniciar una rutina de ejercicios es preciso considerar aspectos como el lugar donde se realizará la actividad física -es preferible que este sitio esté cerca de su casa u oficina-, así como el objetivo que se persigue, el tipo de entrenamiento más adecuado para alcanzar las metas trazadas y el compromiso personal.
Javornik además resaltó la importancia del apoyo del entorno “amigos, parejas y familiares deben aplaudir que el individuo haga un espacio en su agenda para practicar deporte o realizar dieta. No debemos provocarlos con comidas o bebidas que los desvíen de su objetivo final y, adicionalmente, darles el tiempo requerido para realizar la actividad física de su preferencia”.
El gerente médico del Valle Arriba Athletic Club destacó que el nivel de comodidad y seguridad que ofrecen los espacios para ejercitarse es vital para evitar la desmotivación. Asimismo, cada persona debe fijarse un horario adecuado y metas realistas, siempre conscientes que la intensidad debe ser moderada para no sufrir lesiones.
El doctor Javornik concluyó que un cambio de conducta es complejo y difícil, pero si la persona se compromete, realiza actividad física constantemente, mejora sus hábitos alimenticios, se organiza y fija metas puede mejorar su estilo de vida, tendrá un mejor estado de salud y, en consecuencia, obtendrá el tan anhelado bienestar integral.
La modificación de los hábitos de vida ocurre en cinco etapas: • Precontemplación: se conoce la situación, pero no hay intención de cambio.
• Contemplación: se comienza a considerar la necesidad de hacer modificaciones.
• Reparación: Comienzan a producirse ligeros cambios.
• Acción: Existen modificaciones evidentes de la conducta.
• Mantenimiento: Los nuevos hábitos se han mantenido por más de seis o nueve meses.
El sedentarismo y la mala nutrición, así como la carencia de tiempo y espacios óptimos para el ejercicio, son elementos que han condicionado el estilo de vida de la mayoría de los venezolanos en las últimas décadas. Estos hábitos poco saludables guardan una estrecha relación con el incremento de la prevalencia de enfermedades degenerativas y cardiovasculares.
El doctor Ricardo Javornik, especialista en el área deportiva y gerente médico del Valle Arriba Athletic Club -www.vaac.com.ve- explicó que según investigaciones realizadas en el reconocido club “el estilo de vida representa el 53% de los factores que afectan la salud y el bienestar de los seres humanos”.
La adopción de hábitos saludables -que incluyan el incremento de la actividad física, una dieta balanceada, el disfrute de actividades recreativas y períodos adecuados de descanso- tiene repercusiones favorables en el organismo y ayudan a obtener un buen estado físico y mental para el individuo. “Sin embargo, la mayoría de las personas hacen ejercicios con el propósito de perder peso, en lugar de adoptar la actividad física como un hábito saludable, por eso observamos que muchos desisten de esta práctica en poco tiempo. Se calcula que sólo 50% de quienes van al gimnasio siguen asistiendo luego del sexto mes de haber iniciado esta rutina; al cumplirse los primeros 12 meses esta cifra se reduce a 18%”, detalló el especialista en medicina del deporte.
Desánimo, desmotivación y carencia de tiempo, son los factores con mayor incidencia en el abandono de la actividad física. Se estima que solo 16 % de cada 100 le dedica 30 minutos entre 3 y 5 veces semanales a la práctica de ejercicios, lo cual está acorde con la recomendación de los especialistas de una hora diaria, tres días a la semana.
Al iniciar una rutina de ejercicios es preciso considerar aspectos como el lugar donde se realizará la actividad física -es preferible que este sitio esté cerca de su casa u oficina-, así como el objetivo que se persigue, el tipo de entrenamiento más adecuado para alcanzar las metas trazadas y el compromiso personal.
Javornik además resaltó la importancia del apoyo del entorno “amigos, parejas y familiares deben aplaudir que el individuo haga un espacio en su agenda para practicar deporte o realizar dieta. No debemos provocarlos con comidas o bebidas que los desvíen de su objetivo final y, adicionalmente, darles el tiempo requerido para realizar la actividad física de su preferencia”.
El gerente médico del Valle Arriba Athletic Club destacó que el nivel de comodidad y seguridad que ofrecen los espacios para ejercitarse es vital para evitar la desmotivación. Asimismo, cada persona debe fijarse un horario adecuado y metas realistas, siempre conscientes que la intensidad debe ser moderada para no sufrir lesiones.
El doctor Javornik concluyó que un cambio de conducta es complejo y difícil, pero si la persona se compromete, realiza actividad física constantemente, mejora sus hábitos alimenticios, se organiza y fija metas puede mejorar su estilo de vida, tendrá un mejor estado de salud y, en consecuencia, obtendrá el tan anhelado bienestar integral.
La modificación de los hábitos de vida ocurre en cinco etapas: • Precontemplación: se conoce la situación, pero no hay intención de cambio.
• Contemplación: se comienza a considerar la necesidad de hacer modificaciones.
• Reparación: Comienzan a producirse ligeros cambios.
• Acción: Existen modificaciones evidentes de la conducta.
• Mantenimiento: Los nuevos hábitos se han mantenido por más de seis o nueve meses.
Fuente:
Analítica.com
27/07/09
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