miércoles, 22 de julio de 2009

La dieta de los 20, 30 y hasta los 40



A los 20, los 30 o los 40 no se tienen las mismas necesidades nutricionales. Para mantenerte sana y en tu peso debes conocerlas para adaptar tu alimentación a cada momento.
Descubre en qué momento estás y adapta tu dieta, con pequeños cambios puedes conseguir grandes resultados.
A los 20 años. Tu cuerpo todavía está cambiando y tu índice de grasa corporal es elevado. Tus necesidadesd energéticas son altas, necesitas comer bien. Es la edad en la que suelen abandonarse los buenos hábitos alimenticios de los padres, en la que que se deja de hacer deporte, se empieza a salir de marcha... Es normal consumir fast food con los amigos, tomar más dulces, saltarse comidas, beber refrescos y alcohol, lo que puede desestabilizar mucho la balanza y acarrear algún tipo de trastorno alimenticio.
Tus pautas. Nunca dejes de comer para bajar de peso, es la peor inversión en tu salud que puedes hacer. Todo lo cotrario, no te saltes comidas pero hazlas más sanas.
Si te has independizado, dile a tus padres que te den un cursillo de cocina y te enseñen a comprar para que puedas seguir una dieta equilibrada. Es el momento de aficionarte a las frutas y verduras y de retomar el ejercicio físico (así podrás darte caprichos). Cuando salgas, cuidado con el alcohol, mejor agua y refrescos light (como excepción cuando salgas, no deben estar presentes en tu día a día). No descuides el consumo de lácteos pero pásate a los semis o desnatados. Empieza a introducir en tu dieta alimentos integrales (pan, galletas, cereales).
A los 30 años. Si te cuidas, puedes estar estupenda, en tu mejor momento de belleza. Y eso pasa por una dieta sana y una práctica habitual de ejercicio, tu cuerpo ya no quema tantas calorías como cuando tenías veinte años. Si vieves en pareja, es posible que luzcas las famosas "curvas de la felicidad": relajación, cenas, comidas en casa, menos actividad...
No te relajes, es el momento de apuntarte al gimnasio o plantearle a tu pareja hacer ejercicio juntos, y revisar lo que comes.
Las frutas y verduras deben ser un básico, y las legumbres tus mayores aliadas. Es posible que trabajes mucho y tengas poco tiempo para cocinar, que el estrés te haga comer mal, que acabes picando cosas prohibidas en la oficina... Revisa tus puntos débiles y ponles solución: cocina el fin de semana y congela porciones, llévate fruta, frutos secos y yogures a la oficina, olvídate del tabaco y el alcohol. Dado tu mayor poder adquisitivo, es el momento de introducir alimentos biológicos en tu dieta. Si estás pensando en tener un bebé, pon especial atención en el consumo de verduras de hoja verde.
A los 40 años. Ésta es una edad compleja, pero si te cuidas, puedes estar tan estupeda como Demi Moore. Es el momento de la menopausia y los grandes cambios hormonales. Al producir menos hormonas las grasas no se sintetizan igual y tienden a acumularse en tu cintura. Comes lo mismo y engordas, te pones a dieta y no hay manera de bajar de peso... La clave está en el ejercicio físico. Al desceder tu masa muscular con el cambio hormonal, tu cuerpo consume menos energía.
A los 40 años. Ésta es una edad compleja, pero si te cuidas, puedes estar tan estupeda como Demi Moore.
Es el momento de la menopausia y los grandes cambios hormonales. Al producir menos hormonas las grasas no se sintetizan igual y tienden a acumularse en tu cintura. Comes lo mismo y engordas, te pones a dieta y no hay manera de bajar de peso... La clave está en el ejercicio físico. Al desceder tu masa muscular con el cambio hormonal, tu cuerpo consume menos energía. Terra Networks S.A


Fuente:

Terra

22/07/09



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