lunes, 13 de julio de 2009

En verano cuídese de las alergias



Redacción Cuenca ‘Por fin descanso, no más tareas. Lo mejor de las vacaciones es que no debo madrugar y puedo jugar todo el día con mis primos y amigos”, cuenta Sebastián Peña, de 9 años.Los niños y sus padres comparten momentos juntos, aprovechan el tiempo para el deporte, juegos en los parques, paseos por el campo... en fin diversión. Pero estar en ambientes donde hay aglomeraciones de personas tiene sus riesgos: expone a los niños a algún tipo de alteraciones como las alergias. Es una reacción anormal del sistema inmune a las sustancias que comúnmente son inofensivas para la mayoría de gente. Las más comunes en los niños son producidas por factores estacional (clima), ambiental (polución), alimentario (leche, colorantes, dulcorantes) o químicos (medicamentos). La primera se da por cambios bruscos de temperaturas y que pueden desencadenar rinitis o asma alérgica. El frío, calor o polvo pueden implicar el inicio de síntomas como estornudos, picores, ojos llorosos, nariz congestionada y garganta irritada. A Cindy Álvarez, de 6 años, un virus estacional le estropeó sus vacaciones que empezaron hace dos semanas. La semana pasada luego de pasear con sus padres y dos hermanos, por el parque Miraflores, al noroeste de Cuenca, tuvo estornudos continuos y moquera. Allí se registraron bajas temperaturas. Ahora recibe tratamiento ambulatorio y el médico le recomendó no exponerse al frío.Por esa afección suben las atenciones en consultorios públicos y privados en esta temporada, dice el pediatra Francisco Chérrez, de la Fundación Pablo Jaramillo (Cuenca). Está dentro de las cinco primeras causas de enfermedad en el país.Chérrez atiende ocho pacientes por hora en esta temporada, el 50% es por alergias. Pero ¿cómo diferenciar un resfriado común de una alergia? El neumólogo-pediatra Marcos Machuca explica que en el primer caso, los síntomas suelen darse de forma gradual y la alergia repentinamente con goteo nasal (como agua), picor, lagrimeo y estornudo.Otra actividad de recreación preferida por los niños es el uso de piscinas. Pero el exceso de cloro que se utiliza para desinfectar el agua puede afectar a la piel y a los ojos de los bañistas.El cloro y exponerse al sol sin protección pueden ser agentes transmisores de alergias oculares y auditivas como la conjuntivitis y otitis. El dermatólogo Marcelo Quinde recomienda ducharse antes de ingresar a la piscina y bañarse con jabón al salir. Si en los planes está salir de paseo al campo hay que tener en cuenta que el polen, los pelos de animales, el humo, los ácaros (parásitos microscópicos que están en el polvo) pueden generar reacciones alérgicas. La dermatitis atópica, (granitos, que aparece en los codos, rodillas y otras partes del cuerpo, es la más común. Se presenta con picazón y enrojecimiento y puede ser causada por el uso de agua de piscinas o alimentos (colorantes, embutidos...) y medicamentos alergenos. Si bien las alergias son inofensivas más allá de resultar ser molestosa, hay otras que pueden poner en riesgo la salud del niño. En cualquier caso, es necesaria la intervención del pediatra, neumólogo o dermatólogo (según la alergia) para un chequeo.De acuerdo con la historia clínica y las pruebas correspondientes, el médico determinará el tipo de alergia y el tratamiento con medicamentos, recomendaciones caseras o ejercicios, en el caso de los asmáticos.
Los consejos para ayudar a un alérgicoCuando el niño sale de paseo a un parque debe llevar ropa abrigada. Eso evitará que se exponga demasiado al frío o al cambio brusco de temperaturas y que desarrolle rinitis.En el campo, los padres deben enseñar a identificar a sus hijos las plantas venenosas como la hiedra o árboles espinosos que causan erupciones rojizas, con hinchazón o ampollas.
Aplique sobre la piel del niño (cara, orejas y cuello) protector solar. Deje que absorba durante 20 minutos antes de salir. Unte cada dos horas.Si su hijo se lastima las rodillas o codos por una caída en cualquier juego, detenga la sangre por presión directa sobre las heridas. Lávela con jabón suave y agua temperada. Cubra la herida con una pomada antibiótica para evitar la infección.No permita que su mascota ingrese a las habitaciones y báñele por lo menos dos veces a la semana. En el campo, aléjese de los animales que tienen pelo.Una limpieza doméstica constante ayuda a eliminar los agentes transmisores de alergias como el polvo, pelos de animales y presencia de insectos que están en el ambiente. No cuelgue cortinas voluminosas y aleje de los niños los objetos que tienden a acumular polvo como peluches y tapices. Incluso si la afección se agrava, cubra la almohada y colchón con fundas especiales.Si es alérgico al polen y tiene plantas cerca de su casa, cierre ventanas. En el caso del moho, evite los lugares húmedos como los baños y piscinas. Hacer inhalaciones de eucalipto ayuda a expulsar la mucosidad.


Fuente:

El Comercio.com

13/07/09



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