La belleza de una mujer, si bien depende en cierta medida de su arreglo personal, también es resultado de los cuidados que tenga con su piel.Con frecuencia escuchamos que es importante evitar el sol, los cambios de temperatura drásticos, el estrés y fumar, entre otros, ya que sus consecuencias son agresivas para nuestra piel. Por el contrario, una dieta y un estilo de vida saludable, permiten conservar una piel sana, lozana y joven.La piel se renueva cada 28 días y se dice que una persona produce unos 100 kilos de células de epidermis a lo largo de su vida. Esta renovación constante exige una aportación continua de nutrientes, sin los cuales las alteraciones en su crecimiento y apariencia se hacen evidentes. A partir de los 30 añosUna de las causas de envejecimiento de la piel y los tejidos que mejor se conoce es el proceso llamado oxidación. Es algo similar a lo que le ocurre a la manzana cuando se pela y deja a la intemperie: El cambio de color se debe a la oxidación. En nuestro organismo, también ocurren reacciones similares, evidentes a partir de los 30 años y los agentes que las producen son los radicales libres. Existen radicales libres internos y externos. Los internos son generados por el metabolismo normal de los nutrimentos y el propio estrés al que el organismo puede estar sometido, por ejemplo el desgaste físico causado por las actividades laborales, en casa y con los hijos, entre otros. Estos radicales libres se producen en cantidades pequeñas y continuas durante todo el día.Los externos se producen como consecuencia de agentes como el consumo de tabaco y alcohol, la exposición a contaminación de todo tipo, pero sobre todo ambiental por los productos químicos presentes en el aire por el humo de los automóviles y el exceso de exposición a los rayos ultravioleta, entre otros factores. La cantidad de radicales libres producidos por la exposición a estos elementos es mucho mayor a los formados internamente.Sin exponerseCuando la exposición a los radicales libres es mayor que lo que nuestras enzimas antioxidantes son capaces de neutralizar o cuando la cantidad de antioxidantes es insuficiente por una dieta deficiente en ellos, se habla de un estrés oxidativo. Este estado se refleja directamente en la integridad y apariencia de tu piel y en general de tu salud, al hacerte más propensa a desarrollar enfermedades. Por esto, es necesaria la presencia de antioxidantes suficientes para neutralizar su efecto negativo y mejorar paulatinamente tu salud, lucir tu piel sana, tersa, hidratada, y retrasar el daño producido por los efectos de la edad.Sabemos que todos estamos sometidos a un gran estrés oxidativo, por lo que requerimos de una cantidad adecuada de antioxidantes para mejorar nuestra salud y lucir siempre una piel perfecta.Los carotenoides, son pigmentos orgánicos que se encuentran en fuentes de tipo vegetal, sus colores van desde el verde (luteína), amarillo (beta-carotenos), naranja (xantina) y rojo (licopenos). Son precursores de la Vitamina A y tienen como principal función captar a los radicales libres, es decir, actuar como antioxidantes. Los carotenoides se encuentran en alimentos de origen vegetal y las mejores fuentes son: la zanahoria, flor de calabaza, perejil, espinaca, berros, crócolo, mango y jitomate.Consumiendo de 5 a 9 porciones de alimentos ricos en carotenoides se cubre del 50 al 65% de la recomendación diaria. Algunos alimentos de origen animal ricos en este componente son el hígado, grasas lácteas (nata y mantequilla), yema de huevo y lácteos enteros.Ahora ya sabe lo que su piel necesita: Nutrición para cuidarla.
Fuente:
La Cronica.com
27/06/09
Entradas
