La directora de Vigilancia de Enfermedades no Transmisibles, Dra. Graciela Gamarra, anunció que para el año que viene el primer objetivo del Ministerio de Salud es normatizar el uso de las camas solares.
En ese sentido, la profesional comentó que existe un proyecto que consiste en la prevención primaria y en la prevención secundaria del cáncer de piel. “Sabemos que la prevención primaria está basada en protegernos de las radiaciones ultravioletas, las que tenemos en dos formas: la natural, que es el sol, y la artificial, que son las camas y las duchas solares”, agregó la profesional. En relación con la radiación artificial, reiteró que el objetivo es normatizar esos lugares, eso tiene una reglamentación general que permite la importación de los equipos y el control, pero necesita una más específica: que la gente que maneja esos equipos cuente con una capacitación controlada por el Ministerio de Salud. El que ofrece el servicio tiene que estar seguro de que el usuario sabe a qué se está exponiendo y de que no se exponga más de lo recomendable, subrayó la Dra. Gamarra. “Ya estuvimos hablando con la gente de control de promociones; ellos tienen que capacitar a la gente que está atendiendo a las personas que solicitan este servicio. En este momento, se considera un artículo de belleza, lo que necesitamos dejar bien en claro es que se trata de un artículo de salud porque la salud está en riesgo. Las radiaciones se acumulan en el organismo, en algún momento van a sobrepasar nuestra tolerancia y resistencia y comenzará a producir enfermedades; cuanto más pequeños se exponen y durante mucho tiempo, eso es una cuenta corriente que uno acumula y ese concepto no sabemos. A su vez, la directora de Vigilancia de Enfermedades no Transmisibles, Dra. María José Avila, manifestó que en nuestro país se ha vuelto muy común el uso de las camas solares, especialmente en las áreas urbanas, porque no hay conciencia de que el bronceado no es saludable; el bronceado es la respuesta de la piel a la agresión de la radiación ultravioleta.Indicó que a nivel país no tenemos estudios, pero en Europa, Australia, EE.UU. se ha visto que en las personas que se someten al bronceado aumenta en un 15% la posibilidad de hacer cánceres de piel, la gente que en los años 70 y 80 se expuso mucho a las radiaciones ahora están desarrollando los cánceres; esto no es a corto plazo, esto ocurre en diez, veinte y hasta treinta años. “La ventaja que tenemos los paraguayos, en comparación con estos países de primer mundo, es que tenemos más resistencia”, acotó la profesional.En los estudios mencionados, se clasificaron a personas rubias y pelirrojas, de los prototipos 1 y 2, que son las que están en más alto riesgo de desarrollar cáncer; nosotros estamos dentro de los prototipos 3 y 4, que es la piel mediterránea, blancos de pelo negro o mestizos, tenemos menos riesgo pero igual estamos dentro de la franja de que tomando mucho sol corremos peligro, apuntó la profesional.
En ese sentido, la profesional comentó que existe un proyecto que consiste en la prevención primaria y en la prevención secundaria del cáncer de piel. “Sabemos que la prevención primaria está basada en protegernos de las radiaciones ultravioletas, las que tenemos en dos formas: la natural, que es el sol, y la artificial, que son las camas y las duchas solares”, agregó la profesional. En relación con la radiación artificial, reiteró que el objetivo es normatizar esos lugares, eso tiene una reglamentación general que permite la importación de los equipos y el control, pero necesita una más específica: que la gente que maneja esos equipos cuente con una capacitación controlada por el Ministerio de Salud. El que ofrece el servicio tiene que estar seguro de que el usuario sabe a qué se está exponiendo y de que no se exponga más de lo recomendable, subrayó la Dra. Gamarra. “Ya estuvimos hablando con la gente de control de promociones; ellos tienen que capacitar a la gente que está atendiendo a las personas que solicitan este servicio. En este momento, se considera un artículo de belleza, lo que necesitamos dejar bien en claro es que se trata de un artículo de salud porque la salud está en riesgo. Las radiaciones se acumulan en el organismo, en algún momento van a sobrepasar nuestra tolerancia y resistencia y comenzará a producir enfermedades; cuanto más pequeños se exponen y durante mucho tiempo, eso es una cuenta corriente que uno acumula y ese concepto no sabemos. A su vez, la directora de Vigilancia de Enfermedades no Transmisibles, Dra. María José Avila, manifestó que en nuestro país se ha vuelto muy común el uso de las camas solares, especialmente en las áreas urbanas, porque no hay conciencia de que el bronceado no es saludable; el bronceado es la respuesta de la piel a la agresión de la radiación ultravioleta.Indicó que a nivel país no tenemos estudios, pero en Europa, Australia, EE.UU. se ha visto que en las personas que se someten al bronceado aumenta en un 15% la posibilidad de hacer cánceres de piel, la gente que en los años 70 y 80 se expuso mucho a las radiaciones ahora están desarrollando los cánceres; esto no es a corto plazo, esto ocurre en diez, veinte y hasta treinta años. “La ventaja que tenemos los paraguayos, en comparación con estos países de primer mundo, es que tenemos más resistencia”, acotó la profesional.En los estudios mencionados, se clasificaron a personas rubias y pelirrojas, de los prototipos 1 y 2, que son las que están en más alto riesgo de desarrollar cáncer; nosotros estamos dentro de los prototipos 3 y 4, que es la piel mediterránea, blancos de pelo negro o mestizos, tenemos menos riesgo pero igual estamos dentro de la franja de que tomando mucho sol corremos peligro, apuntó la profesional.
Fuente:
ABC Digital
27 de Diciembre de 2007
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