miércoles, 5 de diciembre de 2007

Aprende a comer sano en el trabajo


Menos grasas, comida rápida, café y alcohol. Más frutas, pescado y verduras. Elegir cuidadosamente el restaurante y el menú, teniendo en cuenta las calorías. Comer con calma y después dar un paseo. Son algunas recomendaciones del "manual de las buenas costumbres alimenticias en el trabajo".
Una a una, las claves
El estrés laboral, los malos hábitos dietéticos y el sedentarismo favorecido por la tecnificación del trabajo, forman una combinación explosiva para el aparato digestivo y el peso corporal. El resultado son las malas digestiones, la aparición de la obesidad y un peor rendimiento en el trabajo. Sigue estas recomendaciones y sé saludable.Elige el restaurante más sano. Es preferible un lugar que ofrezca una variedad de platos que pueden ser aptos para tu plan de alimentación, así como los establecimientos que dispongan en su menú de alternativas bajas en grasa. Siempre es aconsejable revisar el menú antes de entrar en el restaurante o sentarse a la mesa.


Si te excedes, compénsalo. Para que la dieta sea equilibrada no tiene que serlo todas y cada una de las comidas, si no las realizadas a lo largo del día. "Los excesos calóricos en las comidas del trabajo pueden compensarse en el hogar, pero para ello hace falta consultar a un médico para conocer bien qué alimentos se necesitan y cuáles se han ingerido", según el doctor Gregorio Mariscal Bueno, experto en dietética y nutrición.Elige platos que se digieran bien. Para poder proseguir con normalidad con la jornada laboral después de la comida, hay que optar por alimentos que favorezcan la digestión y eviten la "pesadez estomacal". Para ello hay que reducir el consumo de grasas y aumentar la ingestión de frutas y verduras, así como productos lácteos.La alimentación debe adaptarse al tipo de trabajo. Es muy diferente el consumo de energía que efectúa el organismo de una persona que realiza tareas físicas intensas, como un obrero de la construcción, una persona dedicada a la limpieza o un trabajador agropecuario, que el de alguien que trabaja sentado durante muchas horas en una oficina o conduciendo un vehículo. Por eso, conviene acudir al médico endocrinólogo o nutricionista, para que calcule el tipo de alimentación que aporta la cantidad de calorías adecuadas a nuestra actividad, porque si son excesivas se tiende a engordar y si son deficientes se produce la fatiga.


Una comida laboral equilibrada y saludable. Un menú ideal puede consistir en pasta, una ensalada, un tomate o verdura, como primer plato, seguido de un pescado "blanco" o una carne con poca grasa cocinada a la plancha, además de una pieza de fruta, un yogur o una porción de queso fresco, como postre, según el médico experto en alimentación y trabajo, Juan Goiría.


A media mañana, como tentempié es preferible tomar unos frutos secos o una pieza de fruta, y un zumo natural, en lugar de un bocadillo o cualquier otro tipo de comida "rápida", industrial o "de máquina expendedora", acompañados de un refresco. ¡Cuidado con el café y el alcohol! Aunque si se consumen con moderación, estas bebidas pueden formar parte de la alimentación cotidiana, no es aconsejable tomarlas durante la jornada laboral y es preferible dejarlas para otros momentos del día.La cafeína es un poderoso estimulante que favorece el estrés y el nerviosismo, y por tanto la desconcentración, mientras que las bebidas alcohólicas reducen la capacidad de reacción y aumentan la somnolencia, lo cual tampoco es bueno para el buen rendimiento laboral. Reglas de la "mesa calma". Come lentamente, masticando bien, tomando los alimentos en bocados pequeños. Disfruta de cada bocado y del ambiente, conversa y toma sorbitos de agua. Un truco clave: ¡deja de comer antes de sentirte lleno del todo: no importa si dejas comida en el plato!Comida, descanso y caminata. La falta de tiempo, el vertiginoso ritmo laboral y el estrés propio del trabajo, favorecen el descontrol alimentario, los malos hábitos dietéticos y la aparición de trastornos metabólicos como la obesidad o el adelgazamiento excesivo, así como problemas digestivos: flatulencias, dispepsia, indigestión.Para evitarlos, los médicos recomiendan tomarse el tiempo necesario para comer, elegir bien el menú y tomarse un descanso después de comer. Una buena opción es hacer una caminata, de unos diez minutos, lo cual favorece la digestión, permite "desconectar" de la oficina y alivia el estrés.


Fuente:
Univision.com
5 de Diciembre de 2007
http://www.univision.com/content/content.jhtml?chid=2&cid=1369030&schid=125&secid=20274


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