miércoles, 14 de mayo de 2008

Meriendas nutritivas


Los expertos en nutrición recomiendan hacer tres comidas principales al día: desayuno, almuerzo y cena, y dos meriendas para mantener la energía entre horas. Este principio no es sólo fundamental para los niños y adolescentes, que necesitan comer a menudo, también es importante para los adultos y para aquellos que deseen perder peso.


Sabor especial

Cada edad y actividad requieren una alimentación especial. Sin embargo, lo que sí es común es que para mantener la salud y una buena actividad física y mental, no hay que saltarse las meriendas ni acallar con cualquier cosa las ganas de comer. Elegir alimentos sanos y nutritivos para tomar entre horas es una garantía para llegar al final de la jornada a pleno rendimiento.

Merienda para cada edad

Al menos un diez por ciento del total de alimentos consumidos a lo largo del día debe corresponder a las meriendas. Y la composición de estas comidas entre comidas depende de la edad y actividad de cada persona.

Niños y adolescentes son los que necesitan tomar alimentos más a menudo. Una de las razones es que sus estómagos son demasiado pequeños para contener gran cantidad de comida, y la otra que su incesante actividad y su desarrollo precisan una nutrición cuidada y suficiente.

En niños y adultos, el descenso del nivel de glucosa en la sangre produce cansancio y, por tanto, un menor rendimiento. La persona sufre entonces falta de concentración y merma de energías.

Se siente hambre porque el organismo avisa que necesita reponer fuerzas, y para que pueda hacerlo hay que darle alimentos sanos. Grasas saturadas, azúcares refinados, exceso de sal y bebidas gaseosas llenan el estómago, pero no reponen energías ni contribuyen a una buena salud.

Algunas buenas ideas

Las meriendas tienen que ser suficientes para llenar el estómago pero no tan copiosas que impidan tomar la siguiente comida del día. Deben ser apetitosas, en especial para los niños inapetentes y para los que anteponen los juegos a cualquier otra actividad.

Bocadillos y sándwiches –preferiblemente de pan integral- con queso, carnes fiambres, atún, verduras, huevos, etc., y una porción de fruta acompañada por agua, jugo de frutas o leche son buenas opciones.

Pero lo importante es que el niño o el adolescente coma la merienda y para ello nada mejor que hacer que él mismo colabore en su elaboración. De esta forma elegirá los alimentos que más le gustan y se acostumbrará a comer de forma sana.

En el caso de los más pequeños, a veces puede ser una buena idea decorar la merienda. Por ejemplo, con moldes de distintas formas para cortar el pan, con frutas formando una cara u otra figura en las galletas, con pinchos de frutas de distintos colores, lo más probable es que al final sea el propio niño el que proponga cómo elaborar las meriendas.

Meriendas personalizadas

Tanto en niños como adultos, si lo que se trata es de rebajar peso, las meriendas deben ser energéticas pero bajas en calorías. Lácteos desnatados, barritas de cereales, fiambres sin grasa, fruta e infusiones, son las más apropiadas. Si se trata de perder bastante peso, lo mejor siempre es acudir al médico para que fije la dieta que más conviene en cada situación.

La dieta de las embarazadas tiene que seguir también las orientaciones de un médico, para lograr un buen desarrollo del feto y evitar una excesiva gordura en la madre.

En el caso de los deportistas y adultos que realizan un trabajo de gran esfuerzo físico, son aconsejables meriendas que incluyan hidratos de carbono y proteínas, que aportan mucha energía y tardan tiempo en digerirse.

Las personas que desarrollan una labor más intelectual que física, precisan, por el contrario, alimentos ricos en glucosa que, como los frutos secos, proporcionan "combustible" al cerebro.

Las frutas son siempre un ingrediente perfecto para una merienda sana y nutritiva, que se puede acompañar de zumos de frutas, leche, infusiones o agua.


Fuente:

Univision.com

14 de Mayo de 2008



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