martes, 13 de mayo de 2008

Los beneficios de la meditación para niños



CIUDAD DE MÉXICO, México, mayo, 2008.- En el intento de hacer realidad los contenidos que nos marca la Convención de los Derechos de los Niños en la educación preescolar, Save the Children ha realizado diferentes actividades que responden al artículo relativo a las condiciones de vida necesarias para el desarrollo del niño. En éste se plantea que “todo niño tiene derecho a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social”.
Dentro de las actividades de promover ‘Estilos de vida saludable’ y con el apoyo de Kraft, se han desarrollado tres manuales: dos de nutrición y uno más de actividades físicas. En este último se busca transmitir la importancia de estar en movimiento físicamente para lograr un buen estado de salud. Sin embargo, para un bienestar total en la vida diaria se requiere, además de salud física, equilibrio emocional.
Las experiencias de promover actividades de respiración, relajación, meditación con los niños y niñas de la red de Centros Comunitarios de Desarrollo Infantil de Save the Children demuestran que desde pequeños tienen la capacidad de adoptar formas de vida más saludables, las cuales contribuyen a un desarrollo más integral proveyéndolos de mayores posibilidades en un futuro.
Ya que los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social; a los padres u otras personas encargadas del niño, les incumbe la responsabilidad de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño. En este sentido, en este artículo hablaré sobre los beneficios que brinda la meditación en los niños y niñas.
A principios del siglo XX, William James predijo que el Budismo se iba a convertir en una gran influencia para la psicología occidental. Durante las dos décadas pasadas sus predicciones se han hecho realidad, habiendo un mayor interés en hacer una integración de psicología occidental y espiritualidad oriental.
Muchos psicoterapeutas han retomado enseñanzas budistas para aprender técnicas para investigar la mente; éstas incluyen la identificación de parecidos terapéuticos, la fascinación de la sociedad occidental por el oriente y una corriente más amplia hacia la integración psicoterapéutica.
Un intento de esta integración está representado por la psicología transpersonal. Los especialistas en este tema, asumen que todos tenemos grandes habilidades sin desarrollar. Sin embargo, a diferencia de los psicólogos humanistas que tienden a explorar las relaciones humanas interpersonales en su búsqueda de esas nuevas potencialidades, los psicólogos transpersonales se interesan por las experiencias humanas subjetivas, trascendentes y poco comunes. Dentro de estas experiencias trascendentes se pueden ubicar técnicas como la meditación.
La meditación es una variedad de prácticas de entrenamiento de la atención, cuyo fin es expandir el sentido de presencia, de ser consciente. La práctica de la meditación desarrolla habilidades ya existentes, refina y profundiza la inherente capacidad humana de concentración, curiosidad e intuición. Las prácticas de meditación incluyen disciplina, que significa tener una atención entrenada, perseverancia y naturalidad, o sea, libertad y apertura a lo que pueda suceder sin prejuzgar o controlar. La meditación es una manera de abrir las estructuras del ego y patrones cognitivos para permitir que las nuevas experiencias sean digeridas.
Ya desde 1978, Roberts dijo que las intuiciones de James han producido su efecto, ya que hoy en día los avances tecnológicos en las ciencias de psicofisiología, bioquímica y electroencefalografía han hecho posible que los investigadores puedan medir en el laboratorio los cambios producidos por técnicas meditativas como el yoga, la meditación trascendental y el Zen.
En un estudio con pacientes psiquiátricos externos, Knaudt encontró que terapias alternativas como periodos regulares de yoga, ejercicio y meditación, usualmente combinados con tratamientos farmacológicos convencionales, mejoraron significativamente los síntomas de las enfermedades. Aproximaciones basadas en la Atención Plena (Vipassana) han probado el alivio de la aflicción y la mejora del sentido de control percibido en individuos con enfermedades crónicas tanto médicas como psiquiátricas.
Comúnmente, se define “atención plena” como un estado de atención y conciencia de lo que está sucediendo en el presente. Aunque el mecanismo a través del cual la “atención plena” mejora el funcionamiento psicológico y conductual sigue sin quedar claro, investigaciones revisadas por Chang en 2004, indican que la mejora de la Atención Plena está asociada con varias consecuencias de bienestar como una reducción del dolor, ansiedad, depresión, comer compulsivamente y estrés.
Finalmente, los efectos y beneficios específicos que se han encontrado por la práctica de la meditación son varios. En estudios recientes se encontró que las áreas cerebrales asociadas a la atención, memoria y procesamientos sensoriales son aproximadamente un 5% más densas en personas que meditan que en personas que no lo hacen. La intensidad de impulsos cerebrales medidos por el electroencefalograma (EEG), asociada a actividades como la atención y el aprendizaje, también resultó haberse incrementado con la intensidad de un tipo de meditación que apunta hacia la generación de compasión, amor y amabilidad incondicional.
En cuanto a manejo de estrés, ansiedad y problemas para conciliar el sueño, existen estudios en los que la práctica de meditación también ha probado ser una estrategia exitosa. Hay pruebas que indican que la meditación beneficia a personas que experimentan síntomas de dolor muscular o de articulaciones, al igual que disminuye el uso de drogas y tranquilizantes. Por otro lado, las personas que meditan son más felices, tienen una mejor autoestima y pueden manejar mejor sus emociones.
En su nivel primario, la meditación sirve como relajación, manejo del estrés, reducción de la ansiedad, auto monitoreo y manejo del dolor. A un segundo nivel, se trata de destapar y explorar material inconsciente, descubrir patrones cognitivos, estar más en contacto con los sentimientos y deshabituarse.
Hay un refuerzo de las funciones saludables del Ego tales como la tolerancia a la ambigüedad y al caos, la habilidad para auto regular y tolerar emociones, autocompasión, retrasar la gratificación, empatía y la capacidad de quedarnos en la experiencia. Finalmente, la práctica de la meditación puede llevar a experimentar la dimensión espiritual, la motivación al servicio, la compasión, la auto-trascendencia, las experiencias místicas, la armonía y la unidad, liberación natural, autenticidad, maduración y balance.
Además de aumentar la sensación de bienestar y relajación, la meditación y el ejercicio también es posible que rompan un círculo vicioso de rumiaciones, cambiando el centro de atención del individuo, alejándolo de mecanismos depresivos.
Algunos de los ejercicios que promovemos con las educadoras comunitarias para su práctica con los niños y niñas son:
Meditación sentado. Sienta a los niños y niñas en posición de loto, con su espalda derecha y viendo hacia el frente. Pide que junten sus manos, dejando caer sus brazos sobre las piernas. Ahora, diles que cierren sus ojos. Pide que respiren tranquilamente, que inhalen, exhalen, inhalen, exhalen. En silencio, diles que cuenten cada una de sus respiraciones hasta llegar a 10. Para terminar, inhalen profundo y lentamente exhalen. Abran sus ojos, pónganse de pie y estírense.
Meditación caminando. Caminen vigorosamente columpiando sus brazos hacia adelante y hacia atrás. Cuando den un paso con el pie izquierdo mueve el brazo derecho hacia adelante. Cuando des un paso con el pie derecho mueve el brazo izquierdo hacia adelante. Al caminar concéntrense en respirar conscientemente, inhalando y exhalando. Realicen el ejercicio durante unos minutos. Para terminar, estiren los brazos sobre sus cabezas, bájenlos a los lados de su cuerpo y reinicien sus actividades.
La meditación es una técnica que enseña a poner atención en el presente, momento a momento y, por lo tanto aprender a ver las cosas tal cual son. Además, sirve para reducir el estrés y el dolor, entre otras, y lograr una mejor calidad de vida.
NOTA: Save the Children México fue creada en 1973 como miembro de la Alianza Save The Children, es una organización de la Sociedad Civil Mexicana sin fines de lucro, apartidista y no religiosa que basa su trabajo en los principios y valores expresados en la Convención Internacional de los Derechos de la Niñez de las Naciones Unidas.
Consulta http://www.faicentro.org.mx/ y http://www.savethechildrenmexico.org/, Tel. 5538-4209


Fuente:

Esmas.com

13 de Mayo de 2008



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