miércoles, 30 de enero de 2008

La sana nutrición en la empresa



Una plática sobre sana nutrición bastó para que más de un centenar de trabajadores de Química y Farmacia se integraran al programa que la compañia implementó entre sus colaboradores bajo la supervisión del nutriólogo Luis Galindo. A casi cuatro meses de la aplicación y seguimiento, los resultados han sido favorables no sólo en el reflejo de una óptima producción, sino en una población que estuvo dispuesta a mejorar sus hábitos alimenticios y hasta cambiar los que realmente eran malos hábitos. A continuación te presentamos los testimonios de tres empleadas, quienes han visto grandes beneficios al paso del tiempo desde su incursión en el programa; y aunque confesaron que les ha costado mucho trabajo, consideran que el tomar medidas que mejores su salud y contribuyan a obtener una estética que les agrade a sí mismas, valen todo el esfuerzo que pueda significar. Los testimoniosPalabra de mujer..."Me quería poner ropa más juvenil y como a cada rato me decían ‘estás bien gorda’… Pesaba 87 kilos, ahora peso 75, en cuatro meses. Ya me siento bien. Me compré talla 36, pero me queda grande; era 38 y ahora compro 34”. Ninfa Mata Dávila, obrera. "Hubo la Semana de la Salud, nos dijeron que iba a venir un nutriólogo. Yo quería bajar porque estaba pasada de peso, pesaba 68 kilos; en cuatro meses bajé a 57.5 kilos. Sí me costó trabajo, pero por bajar he aguantado; me siento mejor, trabajo mejor”. Dora María Guzmán, obrera. (Entré) para bajar unos kilos, para sentirme mejor, en sí para adelgazar. Pesaba 74 kilos, eso de que ya te pones un pantalón y no te quede, o te quede súper apretado es horrible; además tengo gastritis, con la dieta se me controla”. Laura Guarro Murguía, recepcionista.LA OPINION EXPERTAPOR LUIS GALINDOEl engrane que hizo la revolución en la marcha de la máquina integrada por cientos de trabajadores, habló sobre su trabajo. “Lo que hemos aplicado con los empleados, los obreros, con todos los ejecutivos de primer nivel hasta gente de limpieza, la aceptación que se ha tenido es bastante buena y los resultados son muy positivos, es muy bueno que las empresas volteen a ver el lado humano, a ver por su gente, que es la que produce y que sabiendo que van a estar bien la empresa va a estar bien, es un beneficio para los dos”, destacó el nutriólogo Luis Galindo.Algo importante es que el ir cambiando la cultura alimenticia no requiere de un gasto importante o que puede dejar vacíos los bolsillos de los trabajadores, pues Luis les otorga una dieta de acuerdo con las posibilidades económicas con las que cuentan.“La dieta es en base a lo que estamos acostumbrados, no quiere decir que tengas que comer salmón, puedes comer atún, a final de cuentas es proteína. Si se tiene que hacer un estudio, analizar a la persona cómo está acostumbradoa a comer, y a partir de ahí se hace la dieta en cuestión económica”, concluyó.

Fuente:

Vanguardia

30 de Enero de 2008



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