Expertos destacan que un sueño reparador es el mejor tratamiento de belleza, por lo que recomiendan mantener el equipo de descanso, es decir, la base, colchón y almohada, en perfecto estado, según informó hoy ASOCAMA en un comunicado.
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Según explicaron, un sueño de baja calidad favorece la aparición de ojeras, ojos hinchados, así como el envejecimiento de la piel y que se marquen más las arrugas de expresión, mientras que dormir bien aporta multitud de beneficios físicos y psíquicos a nuestro organismo, entre ellos varios que afectan directamente a nuestro aspecto físico, de tal modo que una imagen saludable depende directamente de la cantidad y calidad de nuestras horas de sueño. Además, advirtieron de que al dormir mal la piel se torna más pálida y las arrugas de expresión se marcan más profundamente.
Durante el sueño se ralentizan todos los procesos corporales, favoreciendo la oxigenación de las células y activando su metabolismo, con lo que se mejora su capacidad sobrevivir y multiplicarse, por lo que un sueño largo y reparador va a implicar el disfrutar de una piel más sana y joven y de un aspecto más saludable.
Por ello, los expertos recomiendan comprobar la firmeza y comodidad del colchón periódicamente y cambiarlo cada diez años como mínimo, ya que, pasado este periodo de tiempo, los colchones han perdido las cualidades para las que fueron diseñados y no cumplen con su cometido por lo que repercuten negativamente en la calidad de nuestro sueño.
Tras esos diez años los colchones no sólo han perdido firmeza y comodidad, sino que higiénicamente es poco probable que se encuentre en unas condiciones óptimas debido a la proliferación de ácaros o moho, lo que favorecería la aparición de enfermedades.
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Según explicaron, un sueño de baja calidad favorece la aparición de ojeras, ojos hinchados, así como el envejecimiento de la piel y que se marquen más las arrugas de expresión, mientras que dormir bien aporta multitud de beneficios físicos y psíquicos a nuestro organismo, entre ellos varios que afectan directamente a nuestro aspecto físico, de tal modo que una imagen saludable depende directamente de la cantidad y calidad de nuestras horas de sueño. Además, advirtieron de que al dormir mal la piel se torna más pálida y las arrugas de expresión se marcan más profundamente.
Durante el sueño se ralentizan todos los procesos corporales, favoreciendo la oxigenación de las células y activando su metabolismo, con lo que se mejora su capacidad sobrevivir y multiplicarse, por lo que un sueño largo y reparador va a implicar el disfrutar de una piel más sana y joven y de un aspecto más saludable.
Por ello, los expertos recomiendan comprobar la firmeza y comodidad del colchón periódicamente y cambiarlo cada diez años como mínimo, ya que, pasado este periodo de tiempo, los colchones han perdido las cualidades para las que fueron diseñados y no cumplen con su cometido por lo que repercuten negativamente en la calidad de nuestro sueño.
Tras esos diez años los colchones no sólo han perdido firmeza y comodidad, sino que higiénicamente es poco probable que se encuentre en unas condiciones óptimas debido a la proliferación de ácaros o moho, lo que favorecería la aparición de enfermedades.
Fuente:
EcoDiario.es
30 de Octubre de 2008
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