martes, 7 de octubre de 2008

Dieta de oficina



Las personas que se someten a dieta y trabajan en una oficina tienen una preocupación en común¿Cómo puedo perder peso si estoy sentada en una silla por ocho horas consecutivas?
Y no es para menos, ya que para perder peso, sea cual sea la dieta que se siga, en realidad se trata de una ecuación matemática: consumir menos calorías de las que se gastan diariamente.
La solución radica en evitar el sedentarismo y el exceso de calorías que comúnmente se da en los lugares de trabajo.
Aquí te presentamos seis trucos de cómo sacarle el jugo a la "dieta de oficina".
Si las gavetas de tu escritorio parecen un "supermercado", es posible que te la pases comiendo a todas horas.
Evita llenarlas de galletas, panes, dulces y cuanto tipo de golosinas encuentres; más bien reemplaza tus antojos con opciones más saludables (100 calorías o menos por ocasión).
Mejor aún, guarda tus meriendas en los archiveros o en un clóset, lejos de tu vista, para que no los comas por aburrimiento.
Por el contrario, si eres de las que comen con la "vista", úsalo a tu favor.
Ten al frente una botella de agua, que esté totalmente a la mano. Llénala cada vez que se termine y continúa bebiendo agua.
Cuando menos lo pienses habrás tomado más de 8 vasos de agua al día, y quizás ahorrado varias calorías.
Si traes comida de tu casa , es posible que comas la mitad de calorías que saliendo a comer fuera, aparte de ahorrarte dinero.
Adicionalmente, si tus compañeros de trabajo te tientan a comer en restaurantes, explícales que estás a dieta, y que prefieres no acompañarlos.
Si en ocasiones decides comer fuera, consigue los valores nutricionales de las comidas y analiza tu orden por adelantado. -
Haz algo de ejercicio aunque sea de 10 a 15 minutos durante tus horas de trabajo.
Ya sea que bajes las escaleras, o vayas al restaurante caminando. Lo importante es que evites estar sentada por 8 largas horas.
En tu tiempo libre, usa la red para leer artículos de nutrición que te incentiven a continuar con tu dieta.
Busca a alguien en tu trabajo que también quiera perder peso y ayúdense mutuamente. Planeen juntas los menús del día o la semana. Platiquen de sus logros y trucos para evitar las tentaciones.
El apoyarse una a otra, puede tener un gran impacto en la reducción de peso.


Fuente:

El Mañana

7 de Octubre de 2008


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