Lejos de la creencia popular que dice que el ejercicio físico disminuye los riesgos del consumo de tabaco, en la actualidad, varios estudios desmienten está afirmación y sostienen que puede aumentar los riesgos de problemas cardiorrespiratorios.“Es preocupante la falta de información que tienen las personas que fuman y hacen deporte o algún tipo de ejercicio físico en forma cotidiana. Ignoran por completo que el monóxido de carbono, presente en el humo del cigarrillo, los expone a daños inmediatos o a muy corto plazo”, aseguró el doctor Reynaldo Smith, director del Programa Antitabaco Respire del Hospital Británico al diario La Nación.Incluso hay problemas de muy rápida aparición, provocados durante el ejercicio físico por los residuos de ese gas venenoso en el organismo. Entre ellos se encuentran desde broncoespasmos y falta de oxigenación suficiente de los tejidos hasta la aceleración exagerada y peligrosa de los latidos cardíacos y la respiración para la actividad que se realiza. Sucede que entre los efectos del monóxido de carbono está el de restarles a los glóbulos rojos el 15% de su capacidad de transportar oxígeno por el organismo.
Fuente:
Territorio Digital.com
14 de Febrero de 2008
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