El síndrome post vacacional describe una incapacidad de adaptación al trabajo tras la finalización de las vacaciones. Hablamos con la psicóloga Carmenluz Avendaño, quien comentó para Aldea Minera cómo enfrentar este síndrome.
Escrito por Carolina Castillo
Regresar al trabajo es un asunto inevitable. Luego de unas vacaciones prolongadas no es algo que precisamente se disfrute. Al contrario, puede producir en el trabajador problemas de salud, como estrés, poca adaptación, insomnio, ansiedad y escasa motivación. A estos síntomas se los conocen con el nombre de síndrome post vacacional. Este afecta generalmente a personas jóvenes, entre los 25 y 45 años, que luego de haber tenido sus correspondientes vacaciones, se integran de forma abrupta al trabajo. La psicóloga Carmenluz Avendaño, de la Universidad de Valparaíso. “Es aconsejable dejar los dos o tres días previos para estar en la casa, dormir adecuadamente, y reponerse de los días de viaje, el ajetreo de volver a la casa y ordenarlo todo. En lo posible, hay que aumentar paulatinamente el ritmo de trabajo en la semana, dejando espacio para salir, ver televisión, o hacer alguna actividad acorde a los últimos días de verano. Y concebir el auto cuidado como una actividad que se debe privilegiar durante todo el año, no sólo los quince días hábiles que podamos tener legalmente”, recomienda. Según estudios, volver al trabajo implica retomar las rutinas, hábitos productivos, relaciones con los compañeros, horarios, en fin. Situaciones que si bien es cierto fatigan, son conocidas por los trabajadores, pero que establecen el quehacer cotidiano, entregan sentido, pertenencia y en definitiva estabilidad. Recordemos que uno tiene vacaciones gracias al trabajo, pensar positivo no está demás. Trabajos repetitivos Se ha demostrado que los efectos de este síndrome se notan más en trabajos repetitivos, desagradables y en aquellos que no generan ningún tipo de satisfacción personal. Las profesiones más propensas a padecer el SPV, son las relacionadas con servicios humanos: Medicina, servicios sociales, educación y periodismo. Y los cargos más afectados suelen ser directivos, mandos intermedios, trabajadores de primera línea, deportistas o amas de casa. La clave está en asumir esta vuelta y afrontarla con la máxima alegría que se pueda. Según la psicóloga lo que realmente resulta saludable es contar con las condiciones necesarias que favorezcan el descanso. “La posibilidad de desconectarse realmente de la rutina habitual, y la disposición al relajo, es importante porque para muchos, las vacaciones se transforman en un tremendo ajetreo: viaje, gastos, salir mucho, dormir poco, en fin, entrar en un espiral que termina con la persona más cansada que como empezó. En ese sentido, es mejor abarcar menos, disfrutar más, y sentirse realmente recuperados del estrés del año para iniciar una nueva etapa laboral”, concluye. Consejos para preparar una óptima vuelta al trabajo: - Prepárese de a poco para volver, acomodando sus horarios para dormir y despertar y para las distintas comidas del día a los que acostumbra cuando trabaja. - Durante los últimos días de vacaciones haga un pequeño plan personal para su trabajo. Establezca nuevos objetivos alcanzables en su vida laboral y procure entusiasmarse con ello. - Evite llevarse trabajo a la casa, ya que es necesario tener un tiempo diario para poder desconectar. - Aproveche que los días son más largos en verano, para disfrutar mejor sus horas libres. Por ejemplo, haga actividades deportivas, reúnase con sus amigos o vaya al cine. - Respete el descanso de los fines de semana. Serán la clave para aguantar hasta sus próximas vacaciones. - Disfrute a lo largo de todo el año de pequeños momentos de distensión y relajo, de este modo no esperará con tanta ansiedad la llegada del verano y tampoco sufrirá cuando éstas acaben. - Procure que la vuelta al trabajo sea en un día diferente al lunes, así se reduce el impacto psicológico de vuelta a la rutina.
Escrito por Carolina Castillo
Regresar al trabajo es un asunto inevitable. Luego de unas vacaciones prolongadas no es algo que precisamente se disfrute. Al contrario, puede producir en el trabajador problemas de salud, como estrés, poca adaptación, insomnio, ansiedad y escasa motivación. A estos síntomas se los conocen con el nombre de síndrome post vacacional. Este afecta generalmente a personas jóvenes, entre los 25 y 45 años, que luego de haber tenido sus correspondientes vacaciones, se integran de forma abrupta al trabajo. La psicóloga Carmenluz Avendaño, de la Universidad de Valparaíso. “Es aconsejable dejar los dos o tres días previos para estar en la casa, dormir adecuadamente, y reponerse de los días de viaje, el ajetreo de volver a la casa y ordenarlo todo. En lo posible, hay que aumentar paulatinamente el ritmo de trabajo en la semana, dejando espacio para salir, ver televisión, o hacer alguna actividad acorde a los últimos días de verano. Y concebir el auto cuidado como una actividad que se debe privilegiar durante todo el año, no sólo los quince días hábiles que podamos tener legalmente”, recomienda. Según estudios, volver al trabajo implica retomar las rutinas, hábitos productivos, relaciones con los compañeros, horarios, en fin. Situaciones que si bien es cierto fatigan, son conocidas por los trabajadores, pero que establecen el quehacer cotidiano, entregan sentido, pertenencia y en definitiva estabilidad. Recordemos que uno tiene vacaciones gracias al trabajo, pensar positivo no está demás. Trabajos repetitivos Se ha demostrado que los efectos de este síndrome se notan más en trabajos repetitivos, desagradables y en aquellos que no generan ningún tipo de satisfacción personal. Las profesiones más propensas a padecer el SPV, son las relacionadas con servicios humanos: Medicina, servicios sociales, educación y periodismo. Y los cargos más afectados suelen ser directivos, mandos intermedios, trabajadores de primera línea, deportistas o amas de casa. La clave está en asumir esta vuelta y afrontarla con la máxima alegría que se pueda. Según la psicóloga lo que realmente resulta saludable es contar con las condiciones necesarias que favorezcan el descanso. “La posibilidad de desconectarse realmente de la rutina habitual, y la disposición al relajo, es importante porque para muchos, las vacaciones se transforman en un tremendo ajetreo: viaje, gastos, salir mucho, dormir poco, en fin, entrar en un espiral que termina con la persona más cansada que como empezó. En ese sentido, es mejor abarcar menos, disfrutar más, y sentirse realmente recuperados del estrés del año para iniciar una nueva etapa laboral”, concluye. Consejos para preparar una óptima vuelta al trabajo: - Prepárese de a poco para volver, acomodando sus horarios para dormir y despertar y para las distintas comidas del día a los que acostumbra cuando trabaja. - Durante los últimos días de vacaciones haga un pequeño plan personal para su trabajo. Establezca nuevos objetivos alcanzables en su vida laboral y procure entusiasmarse con ello. - Evite llevarse trabajo a la casa, ya que es necesario tener un tiempo diario para poder desconectar. - Aproveche que los días son más largos en verano, para disfrutar mejor sus horas libres. Por ejemplo, haga actividades deportivas, reúnase con sus amigos o vaya al cine. - Respete el descanso de los fines de semana. Serán la clave para aguantar hasta sus próximas vacaciones. - Disfrute a lo largo de todo el año de pequeños momentos de distensión y relajo, de este modo no esperará con tanta ansiedad la llegada del verano y tampoco sufrirá cuando éstas acaben. - Procure que la vuelta al trabajo sea en un día diferente al lunes, así se reduce el impacto psicológico de vuelta a la rutina.
Fuente:
El Rancahuaso
21 de Febrero de 2008
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