lunes, 16 de julio de 2007

Insomnio, producto de malos hábitos


El insomnio (dificultad para conciliar o mantener el sueño) es un problema frecuente, sobre todo entre las personas que están sometidas a situaciones estresantes de manera continua. De acuerdo con el doctor Leopoldo Carreón y Castillo, adscrito al servicio de psiquiatría del Hospital General Regional número 36 del IMSS en Puebla, la mayoría de los casos de insomnio se presentan en personas de entre 20 y 50 años de edad, con una tendencia marcada hacia las mujeres (en proporción de cuatro por cada hombre).

Sin prescripción médica, no es recomendable consumir ni tranquilizantes ni somníferos ya que ambos tienen efectos sobre la salud de quien los consume. Las pastillas para dormir de venta libre por lo general contienen antihistamínicos que, con el consumo prolongado, provocan pérdida de la memoria. Por otro lado, quienes consumen pastillas para dormir pueden desarrollar dependencia o tolerancia a estas drogas.
Anteriormente se recomendaba, a los adultos, dormir ocho horas al día. Actualmente el promedio ha disminuido a sólo seis horas y media siempre y cuando el sueño no se interrumpa, sin embargo esto puede no ser suficiente para todo el mundo. Para saber la cantidad de sueño necesario basta con saber cómo se siente el individua al levantarse. Si la sensación no es la de estar renovado, no se está durmiendo lo suficiente.
La mayoría de los casos de insomnio son ocasionados generalmente por los malos hábitos para dormir y casi nunca por una enfermedad peligrosa. No obstante, si los problemas para conciliar el sueño son frecuentes, entonces será necesario someterse a una evaluación de los niveles de depresión, ya que el insomnio es un síntoma clave de este trastorno.
El doctor Carreón y Castillo aseguró que los tratamientos para el insomnio son diversos, y que en los casos más sencillos se prescriben ejercicios de relajación o de repetición ritual de hábitos (lavarse los dientes antes de dormir, leer, entre otros). En situaciones más complicadas se utilizan psicofármacos o tranquilizantes, pero siempre bajo estricta prescripción médica y con el compromiso de una gran responsabilidad por parte de los pacientes.
Más información: La Salud.com.mx


Fuente:

Periódico Digital Puebla

16 de Julio de 2007



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