El rito obligado del verano
El capilar debe ser arrancado desde la raíz. El método más común para las piernas y la ingle es la cera.
Pilar Ferrer, EFE
Con el buen tiempo y el sol, el cuerpo se enseña de una manera más patente, por lo que la belleza y el aspecto de una piel cuidada son esenciales. Uno de los rituales más comunes es la depilación, la técnica de eliminar el vello en algunas zonas del cuerpo.
Mujeres y hombres a contrapelo
Ambos sexos difieren en los cánones de belleza a la hora de rasurar los pelos. En la mujer, las zonas donde el vello crea mucho más complejo son las cejas, el bigote facial, las axilas y las piernas. En el pubis y los genitales, la tradición occidental se inclina por afeitarlo, sobre todo por una cuestión higiénica más que estética. Pero algunas culturas iberoamericanas, como la maya y azteca, u orientales, como la japonesa y tailandesa, mantienen el vello púbico y alrededores del aparato genital como signo de erotismo y sensualidad.
En los hombres, generalmente no está mal visto el pelo en el pecho y el abdomen, pero algunos se lo depilan en un acto de clara tendencia “metrosexual”. Lo mismo pasa con las axilas, parte superior de manos, brazos y dedos. El bigote, las patillas y la barba son propios de los varones, pero pueden proliferar en las mujeres. Es lo que se llama hirsutismo, que provoca algunos complejos. Su eliminación es delicada y requiere la intervención de un especialista.La cera y otros métodosLos métodos tradicionales y domésticos, como las cuchillas, maquinillas de afeitar o cremas, geles y lociones, están en baja. Su eficacia es poco duradera y la moda actual es acudir a otros métodos más sofisticados en un centro de estética. Lo más habitual es la depilación con cera (fría, tibia o caliente), muy utilizada en las piernas, donde el vello es más fuerte, y en menor medida en las axilas, cuyo crecimiento suele ser menor. En el caso de la ingle, se depila la zona sobre todo en verano, para poder lucir el bañador o bikini. Es preciso cuidar la zona por los ganglios y fibras nerviosas que la rodean.En la actualidad, las técnicas mas modernas y avanzadas son la depilación por láser, la fotodepilación o la depilación mediante una aguja electrificada. Es recomendable que las haga un especialista, para evitar consecuencias o infecciones. Estos métodos arrancan de raíz la base del folículo piloso, por lo que su duración es muy efectiva. Son ideales para las piernas, pero hay que ir con cuidado en axilas o zona inguinal por lo delicado y fibroso de la zona.En cuanto al vello facial, cejas, bigote o barba, se recomienda la cera tibia o fría, una vez bien exfoliada la zona. Las cejas son bastante indoloras, pero en el caso del bigote o la barba puede resultar muy molesto. Después de cualquiera de estos métodos, se precisa una buena hidratación post-depilatoria, que no produzca eccemas, irritaciones o dermatitis alérgicas.En definitiva, la moda cambia y, lo que fue algo tolerado en el pasado, hoy día es un signo de belleza y estética. Aunque, como en todo, también es propio de tradiciones y gustos, en especial en el hombre. El vello en sus pectorales siempre fue un signo de virilidad, si bien actualmente no todos los varones se ajustan al mismo tipo. En cuestión de moda y gustos, nada está definitivamente escrito.
Con el buen tiempo y el sol, el cuerpo se enseña de una manera más patente, por lo que la belleza y el aspecto de una piel cuidada son esenciales. Uno de los rituales más comunes es la depilación, la técnica de eliminar el vello en algunas zonas del cuerpo.
Mujeres y hombres a contrapelo
Ambos sexos difieren en los cánones de belleza a la hora de rasurar los pelos. En la mujer, las zonas donde el vello crea mucho más complejo son las cejas, el bigote facial, las axilas y las piernas. En el pubis y los genitales, la tradición occidental se inclina por afeitarlo, sobre todo por una cuestión higiénica más que estética. Pero algunas culturas iberoamericanas, como la maya y azteca, u orientales, como la japonesa y tailandesa, mantienen el vello púbico y alrededores del aparato genital como signo de erotismo y sensualidad.
En los hombres, generalmente no está mal visto el pelo en el pecho y el abdomen, pero algunos se lo depilan en un acto de clara tendencia “metrosexual”. Lo mismo pasa con las axilas, parte superior de manos, brazos y dedos. El bigote, las patillas y la barba son propios de los varones, pero pueden proliferar en las mujeres. Es lo que se llama hirsutismo, que provoca algunos complejos. Su eliminación es delicada y requiere la intervención de un especialista.La cera y otros métodosLos métodos tradicionales y domésticos, como las cuchillas, maquinillas de afeitar o cremas, geles y lociones, están en baja. Su eficacia es poco duradera y la moda actual es acudir a otros métodos más sofisticados en un centro de estética. Lo más habitual es la depilación con cera (fría, tibia o caliente), muy utilizada en las piernas, donde el vello es más fuerte, y en menor medida en las axilas, cuyo crecimiento suele ser menor. En el caso de la ingle, se depila la zona sobre todo en verano, para poder lucir el bañador o bikini. Es preciso cuidar la zona por los ganglios y fibras nerviosas que la rodean.En la actualidad, las técnicas mas modernas y avanzadas son la depilación por láser, la fotodepilación o la depilación mediante una aguja electrificada. Es recomendable que las haga un especialista, para evitar consecuencias o infecciones. Estos métodos arrancan de raíz la base del folículo piloso, por lo que su duración es muy efectiva. Son ideales para las piernas, pero hay que ir con cuidado en axilas o zona inguinal por lo delicado y fibroso de la zona.En cuanto al vello facial, cejas, bigote o barba, se recomienda la cera tibia o fría, una vez bien exfoliada la zona. Las cejas son bastante indoloras, pero en el caso del bigote o la barba puede resultar muy molesto. Después de cualquiera de estos métodos, se precisa una buena hidratación post-depilatoria, que no produzca eccemas, irritaciones o dermatitis alérgicas.En definitiva, la moda cambia y, lo que fue algo tolerado en el pasado, hoy día es un signo de belleza y estética. Aunque, como en todo, también es propio de tradiciones y gustos, en especial en el hombre. El vello en sus pectorales siempre fue un signo de virilidad, si bien actualmente no todos los varones se ajustan al mismo tipo. En cuestión de moda y gustos, nada está definitivamente escrito.
Fuente:
Univision.com
20 de Julio de 2007
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