lunes, 10 de marzo de 2008

Verdades de los productos light


El consumismo es la manera de igualar la felicidad personal a la compra de bienes y servicios. Los productos light nacieron hace 20 años como parte de la búsqueda de belleza, delgadez, sexualidad plena, salud y éxito personal, tanto económico como social. Su consumo está influenciado por la moda y los medios de comunicación, cambia el estilo de vida y el comportamiento. Pero hay que crear una conciencia sobre su uso porque no son cura para las enfermedades, no sustituyen una dieta balanceada y el consumo sin control produce resultados peores de los que resultan de comer o beber alimentos y bebidas normales. Debemos crear una conciencia colectiva responsable de su consumo, que exija información verídica sobre cada una de las ofertas light.Dos estudiantes de la Universidad Sergio Arboleda, Vanessa Naranjo y Lina María Cleves, adelantaron una encuesta en Bogotá entre personas mayores de 18 años, de los estratos 3, 4, 5 y 6 que arrojó resultados sorprendentes. Después de los productos naturales, consumidos por el 75% de la población, siguen los alimentos y bebidas light con el 43%. El 63% de los encuestados continúan su consumo pese a confesar que no notan cambios favorables en sus cuerpos. Naranjo y Cleves en la elaboración de su tesis de grado sobre el tema encontraron, por ejemplo, dos salsas de tomate de la misma marca, una ligth y otra normal, cuyas tablas nutricionales coincidían. Un enorme engaño a los consumidores.El cuerpo es hoy un signo de estatus. Por eso se le invierten gigantescas cantidades de dinero. Los consumidores compran productos que sean consistentes con su auto-imagen o con el papel que juegan dentro de un grupo. De este comportamiento sicológico de masas viven las marcas y las modas, los productos light y las tendencias y los gustos que casi siempre son pasajeros. El consumismo es la manera de igualar la felicidad personal a la compra de bienes y servicios.El uso de esos productos, que va en función de un íntimo encuentro con la belleza, en verdad se nutre de la influencia de la publicidad de los amigos o de los familiares y de la necesidad de buscar salud, adelgazar o seguir instrucciones médicas. Porque la belleza es ahora una moda permanente y la gente quiere lucir como la sociedad exige.En el mundo actual se rechaza la idea del gordo, el anciano, el enfermo o el feo. Todo influido por la publicidad que transformó lo ligth de nutriente en medicina, que al liderar el culto al cuerpo convirtió a la mujer en un objeto sexual, en la expresión estereotipada de la felicidad medida en una amplia sonrisa fotogénica y en la escasez de ropas y de carnes. También al hombre, la revista con la carátula del Tino Asprilla desnudo fue la más vendida en la historia nacional.La publicidad no vende productos, sino estilos de vida (felicidad). Impulsa al abuso del consumo de productos light, sin meditar en que los niños, los ancianos y las mujeres embarazadas requieren de más calorías, en que es equivocado relacionar lo ligth con una dieta. Una confusión universal. La publicidad subliminal es común en esos productos. En realidad, las ofertas ligth no son en sí una solución para la salud, la obesidad o la belleza. Lo que debemos contemplar es que comer es un placer cuando se sabe hacer bien.


Fuente:
La Patria.com
10 de Marzo de 2008
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