MADRID.- "Tomar mucho azúcar provoca diabetes", "Estar delgado es sinónimo de estar bien alimentado", "Con esta dieta, perderás cinco kilos en una semana sin problemas"... Los mitos que rodean a la alimentación son innumerables. Y, según ha constatado la Asociación de dietistas americanos (ADA), también muy dañinos, ya que confunden a la población y restan importancia al hecho de comer de una forma sana, completa y equilibrada.
Para acabar con ellos, esta sociedad ha decidido lanzar una campaña directa en la que se desmienten algunos de los mitos más extendidos. ¿Su objetivo? Desenmascarar la ficción con datos reales. Aquí van algunos ejemplos:
Estar delgado es un indicador fiable de buena nutrición. Nada más falso. Aunque los kilos de más no son buenos, no tenerlos no significa necesariamente estar bien alimentado; ni siquiera es sinónimo de un buen estado físico. "Nadie tiene la misma composición corporal. Y para medir la salud hay que tener en cuenta una combinación de factores que incluye el peso", recuerdan desde ADA. La importancia está en comer de todo con moderación, remarcan.
Comer hidratos de carbono engorda. Lo que causa un aumento de peso es una ingesta excesiva de calorías. Si consumimos más energía de la que quemamos, ésta se acumulará en nuestro cuerpo, sea cual sea su procedencia. Y tomar carbohidratos es necesario para llevar una alimentación equilibrada.
Si cenas justo antes de irte a la cama, ganarás más peso. "Lo que importa es lo que comes, no cuándo lo comes", explican los expertos de la Sociedad americana. "Las calorías tienen el mismo efecto en el cuerpo, sin que influya el momento en que se consuman", remarcan. Eso sí, recuerdan que las evidencias sugieren que mantener un ritmo de comidas regular ayuda a reducir el exceso de peso ya que minimiza el impulso de picar entre horas.
Tomar mucho azúcar causa diabetes. La diabetes se produce por una falta de insulina en el cuerpo, ya sea por un trastorno de origen genético (tipo 1) o por un problema adquirido (tipo 2). Este mito tiene su origen en que los alimentos ricos en glucosa suelen tener también muchas calorías, por lo que abusar de estos productos suele conducir a un aumento de peso. Y el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2.
Seguir una 'dieta milagro' de vez en cuando no es malo para la salud. Además de que, generalmente, tras seguir una de estos regímenes suele recuperarse el peso perdido de una forma igualmente 'milagrosa', muchos de ellos están diseñados por personas no expertas en nutrición, por lo que pueden resultar incluso perjudiciales para la persona que los sigue. Lo ideal si se quiere perder peso es ponerse en contacto con un nutricionista o un médico de atención primaria que puede proporcionar pautas para adelgazar de forma progresiva, alimentándose de manera equilibrada y sin poner en ningún momento en riesgo la salud del paciente.
Esta campaña es una de las múltiples iniciativas que la Asociación de dietistas americanos ha puesto en marcha durante el mes de marzo, la fecha elegida por esta sociedad para promocionar una nutrición adecuada. "Queremos llamar la atención de la gente sobre la importancia que tiene elegir una alimentación adecuada y fijar buenos hábitos alimenticios y de actividad física", remarcan.
Para acabar con ellos, esta sociedad ha decidido lanzar una campaña directa en la que se desmienten algunos de los mitos más extendidos. ¿Su objetivo? Desenmascarar la ficción con datos reales. Aquí van algunos ejemplos:
Estar delgado es un indicador fiable de buena nutrición. Nada más falso. Aunque los kilos de más no son buenos, no tenerlos no significa necesariamente estar bien alimentado; ni siquiera es sinónimo de un buen estado físico. "Nadie tiene la misma composición corporal. Y para medir la salud hay que tener en cuenta una combinación de factores que incluye el peso", recuerdan desde ADA. La importancia está en comer de todo con moderación, remarcan.
Comer hidratos de carbono engorda. Lo que causa un aumento de peso es una ingesta excesiva de calorías. Si consumimos más energía de la que quemamos, ésta se acumulará en nuestro cuerpo, sea cual sea su procedencia. Y tomar carbohidratos es necesario para llevar una alimentación equilibrada.
Si cenas justo antes de irte a la cama, ganarás más peso. "Lo que importa es lo que comes, no cuándo lo comes", explican los expertos de la Sociedad americana. "Las calorías tienen el mismo efecto en el cuerpo, sin que influya el momento en que se consuman", remarcan. Eso sí, recuerdan que las evidencias sugieren que mantener un ritmo de comidas regular ayuda a reducir el exceso de peso ya que minimiza el impulso de picar entre horas.
Tomar mucho azúcar causa diabetes. La diabetes se produce por una falta de insulina en el cuerpo, ya sea por un trastorno de origen genético (tipo 1) o por un problema adquirido (tipo 2). Este mito tiene su origen en que los alimentos ricos en glucosa suelen tener también muchas calorías, por lo que abusar de estos productos suele conducir a un aumento de peso. Y el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2.
Seguir una 'dieta milagro' de vez en cuando no es malo para la salud. Además de que, generalmente, tras seguir una de estos regímenes suele recuperarse el peso perdido de una forma igualmente 'milagrosa', muchos de ellos están diseñados por personas no expertas en nutrición, por lo que pueden resultar incluso perjudiciales para la persona que los sigue. Lo ideal si se quiere perder peso es ponerse en contacto con un nutricionista o un médico de atención primaria que puede proporcionar pautas para adelgazar de forma progresiva, alimentándose de manera equilibrada y sin poner en ningún momento en riesgo la salud del paciente.
Esta campaña es una de las múltiples iniciativas que la Asociación de dietistas americanos ha puesto en marcha durante el mes de marzo, la fecha elegida por esta sociedad para promocionar una nutrición adecuada. "Queremos llamar la atención de la gente sobre la importancia que tiene elegir una alimentación adecuada y fijar buenos hábitos alimenticios y de actividad física", remarcan.
Fuente:
ElMundo.es
25 de Marzo de 2008
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