domingo, 23 de marzo de 2008

El sano placer de comer pescado


La prohibición de ingerir carne, y los preceptos de guardar ayuno y abstinencia, durante algunas de las jornadas en las que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, hacen que en las mesas católicas cobre especial protagonismo ese "fruto del mar", uno de los alimentos más populares en estos días de intensa actividad y emoción en el mundo cristiano: el pescado. No sólo resultan sabrosos para el paladar, versátiles en la cocina y muy nutritivos para el organismo. Los pescados, que son uno de los mayores aliados de la salud y de la calidad de vida del cuerpo, también cobran una especial relevancia como "alimento para el alma", en estas fechas sacras tan señaladas. Una de las costumbres más populares de la Cuaresma, un período de 40 días de duración que comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza el Jueves Santo, consiste en abstenerse de consumir carne durante todos los viernes de este tiempo tan especial y con un contenido simbólico de penitencia para todos los creyentes. Además de una tradición transmitida de generación en generación, el consumo de pescado es una de las "mejores inversiones" que un cristiano, y cualquier persona en general, puede hacer en materia de salud, para vivir más años y mejor. ¡Y no sólo conviene comerlo los viernes, como ocurre tradicionalmente en Semana Santa, sino incluirlo de manera regular en la dieta, de acuerdo al consejo de los nutricionistas!. Los pescados se clasifican en "blancos" y "azules", según su contenido en grasa, que puede variar en cada familia de acuerdo a la época del año, el tipo de alimentación, la temperatura del agua, el período de reproducción y la pureza de cada especie. Los ejemplares de la familia de los "blancos", a la que pertenecen la merluza, el gallo, el lenguado, la pescadilla, el bacalao y el besugo, contienen muy poca grasa: no más del 2% de su peso. Estos peces magros, aportan un 15-16 por ciento de proteínas y son muy poco energéticos lo que los convierte en los más indicados para las dietas más ligeras. Por ejemplo, 100 gramos de merluza sólo aportan 80 calorías. Sabrosos, sanos y sencillosPor su parte, la característica principal de los "pescados azules" de coloraciones entre plateadas y azuladas, como el atún, la sardina, la anchoa, el salmón, la caballa o el pez espada, es su alta proporción en grasa, que oscila entre el 5% y el 15%, según la especie y temporada. Los denominados peces grasos, aportan algo más de proteínas y muchas más calorías que la variedad blanca, ya que 100 gramos de sardinas aportan 140 calorías. Aún así, se recomienda incluirlos en la dieta por sus cualidades saludables. Para cada uno de los distintos tipos de pescado hay métodos de cocción más recomendables para aprovechar todas sus cualidades nutritivas y saludables, y disfrutar al máximo de su sabor. A los pescados blancos o magros, se recomienda cocerlos en agua o vapor, o hacerlos fritos, ya que así conservan mejor su jugo. A los grasos conviene asarlos a la parrilla o en papillote (envuelto en papel de aluminio), para que se cocinen en su propia grasa. Además se pueden incluir en guisos con mucha agua. Debido a sus excelentes cualidades nutritivas y saludables, los nutricionistas aconsejan incluir el pescado en el menú de tres a cuatro veces a la semana. Asimismo es conveniente adoptar el hábito de comer pescado azul, al menos un día de la semana.


Fuente:

La Estrella Online

21 de Marzo de 2008



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