En asuntos de belleza, los hombres han dejado atrás los estereotipos de que esa preocupación era sólo para las mujeres.
Por eso, es indispensable que conozcan que los mismos productos de las mujeres, no son necesariamente los más ideales para su piel.
En muchas ocasiones, al buscar asesoramiento sobre productos de dermofarmacia o cosmética masculina, es frecuente que el vendedor indique que los productos son los mismos, por lo que recomiendan un producto femenino que, por lo general, es más barato.
Este consejo no es correcto, porque existen muchas diferencias entre la piel masculina y la femenina.
La piel masculina contiene más cantidad de colágeno que la piel femenina. Con la edad se produce una disminución de la cantidad de colágeno en ambos sexos, pero la piel del varón a lo largo de la vida es un 25% más gruesa que la de la mujer. Por esta razón, las primeras arrugas en la mujer aparecen entre los 30 y los 35 años de edad, en cambio en el hombre no se hacen evidentes hasta los 45-50 años. A partir de los 50 años las arrugas de la piel masculina aparecen con brusquedad y son más profundas que las de la piel femenina, que se han ido produciendo a lo largo del tiempo.
El estrato córneo de la piel masculina es más grueso y la textura de su piel rugosa.
Las glándulas sebáceas del hombre son más activas en cantidad (la producción de sebo es mayor durante toda su vida) y su acción se prolonga hasta los 80 años de edad. En cambio en las mujeres la cantidad de andrógenos responsables de la actividad sebácea disminuye con la menopausia, provocando sequedad cutánea en la piel femenina en edades más tempranas que los hombres. Por otro lado, esta alta producción de sebo es la responsable de que los varones sufran un acné más severo y duradero en la pubertad.
Por eso, como hombre, usted debe saber que también necesita una hidratación adecuada, una exposición moderada al sol, y empezar a utilizar productos según el tipo de piel, pero también debe considerar las condiciones del clima. Recuerde, el hecho de tener cierta edad no debe ser sinónimo de descuido.
Fuente:
Crítica en Línea
24/08/09
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