“Los fumadores con más de diez años de consumo se pueden reconocer por la apariencia de la piel, el estado de la dentadura y el aspecto demacrado”, concluye una investigación de Douglas Model, Inglaterra
El consumo prolongado de tabaco provoca arrugas más marcadas, piel de apariencia grisácea y manchas
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El tabaco consumido durante más de diez años provoca arrugas marcadas, aspecto demacrado, apariencia grisácea en la piel, deterioro de la dentadura y manchas color púrpura. Así lo afirma una investigación de Douglas Model, de Inglaterra.
El estudio también apunta que la combinación de tabaco y sol en verano seca la piel, porque reduce la cantidad de flujo sanguíneo lo que provoca falta de oxigeno y otros nutrientes necesarios, produciendo deshidratación.
El consumo activo y pasivo de tabaco no solo genera estos problemas estéticos sino también aparición de vello, discromía (dedos amarillos), estomatitis nicotínica, negrez vellosa en la lengua, la enfermedad periodontal, dermatitis de contacto, algunos tipos de urticaria, afecciones oculares...
Una de las partes del cuerpo que más afecta el tabaco es la dentadura. Fumar produce exceso de sarro, tiñe los dientes de amarillo, acelera el deterioro de los dientes y favorece las caries. Además, el riesgo de perder los dientes se multiplica en 1,5 por ciento en las personas fumadoras.
Los beneficios del abandono del tabaco son muchos, por ejemplo, si se deja un año de fumar se reduce en un 50 por ciento el riesgo de muerte repentina por ataque de corazón. El tabaco afecta a la belleza y acorta la esperanza de vida entre 5 y 8 años por lo que dejar de fumar es necesario para estar mejor por dentro y por fuera.
Fuente: Diario Dmedicina
Fuente:
rosario3.com
3 de Agosto de 2009
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