miércoles, 12 de agosto de 2009

Belleza de pies


Los pies, compuestos por 28 huesos, más 6.000 terminaciones nerviosas, 57 articulaciones, numerosos músculos y un sin fin de vasos sanguíneos sufren un calvario todos los días, atrapados y encerrados bajo un calzado, que en ocasiones resulta tirano.
Nuestro pies deben de soportar el peso corporal y desplazarlo por terrenos ásperos y duros como el asfalto. El problema se agrava cuando se les somete a la tortura de los tacones de vértigo sin apenas sujeción y con puntas estrechas.
Es necesario prestarles atención antes de que protesten. Lo mejor, tras una larga y ardua jornada, es un baño de agua templada con sal común o aceites esenciales. A continuación intercalar duchas de agua caliente y fría y terminar el proceso con crema hidratante, mejor si es específicas para los pies, con el fin de evitar la deshidratación y compensar su déficit de grasa.
Además de la higiene diaria, con el desodorante correspondiente para evitar la sudoración, una vez a la semana, se deben de cortar las uñas, con forma recta, y limarlas con una lima de cartón para evitar la aparición de los uñeros uñas encarnadas-. Los exfoliantes son muy útiles para eliminar las pequeñas durezas.
Siempre que existan callos, ojos de gallo o juanetes se precisa la atención del podólogo. Con la llegada del buen tiempo se debe de estar más alerta a los pies, ya que el cambio de calzado conlleva que a los problemas comunes se les sumen las ampollas y las rozaduras. Es bueno andar descalzo, pero ojo por dónde pisa, un cristal o cualquier metal puede desembocar en un doloroso accidente.


Fuente:

El Periódico Austral

13/08/09



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