Por lo general la mayoría de personas son flojas para hacer ejercicio o acostumbrarse al ritmo del gimnasio (cuántos se han inscrito al gimnasio y con las justas han durado una semana).
La verdad es que sin ejercicio no hay salud ni belleza, a toda la gente de cuerpos perfectos lo que mejor les funciona no es la dieta ni la pastilla tal, sino mantener sus cuerpos en actividad.
Si tú odias levantarte de la floja comodidad del sedentarismo, aquí algunos consejos para ponerte en movimiento.
- Sal al aire libre: si te da claustrofobia estar en un gimnasio o te aburre la máquina de ejercicios en casa, saca tu iPod, ponte tus zapatillas y ponte a correr, caminar, trotar…
- Busca compañía: el ejercicio no se siente si te la pasas conversando con tu pareja, un familiar o amigo. Tu acompañante te motiva, y si formas parte de un grupo de ejercicio, mejor, porque se despierte tu espíritu competitivo.
- Cambia tu rutina: hacer los mismos ejercicios todos los días es simplemente aburrido. En la variedad está el gusto, un día corre, otro día monta bicicleta, otro día haz spinning… El ejercicio más divertido de todos: ¡bailar!
- Escribe lo que haces: poner las cosas por escrito te ayuda a recordar tus metas, te motiva y te permite llevar la cuenta de tus progresos. Una hoja de papel sobre la nevera, un documento en Word o un blog. Recuerda resaltar tus avances.
- Por último, felicítate a ti mismo(a) por haber superado la pereza y que gracias a este esfuerzo tienes una mejor salud y calidad de vida.
La verdad es que sin ejercicio no hay salud ni belleza, a toda la gente de cuerpos perfectos lo que mejor les funciona no es la dieta ni la pastilla tal, sino mantener sus cuerpos en actividad.
Si tú odias levantarte de la floja comodidad del sedentarismo, aquí algunos consejos para ponerte en movimiento.
- Sal al aire libre: si te da claustrofobia estar en un gimnasio o te aburre la máquina de ejercicios en casa, saca tu iPod, ponte tus zapatillas y ponte a correr, caminar, trotar…
- Busca compañía: el ejercicio no se siente si te la pasas conversando con tu pareja, un familiar o amigo. Tu acompañante te motiva, y si formas parte de un grupo de ejercicio, mejor, porque se despierte tu espíritu competitivo.
- Cambia tu rutina: hacer los mismos ejercicios todos los días es simplemente aburrido. En la variedad está el gusto, un día corre, otro día monta bicicleta, otro día haz spinning… El ejercicio más divertido de todos: ¡bailar!
- Escribe lo que haces: poner las cosas por escrito te ayuda a recordar tus metas, te motiva y te permite llevar la cuenta de tus progresos. Una hoja de papel sobre la nevera, un documento en Word o un blog. Recuerda resaltar tus avances.
- Por último, felicítate a ti mismo(a) por haber superado la pereza y que gracias a este esfuerzo tienes una mejor salud y calidad de vida.
Fuente:
Nutricion.Pro
31/08/09
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