NUEVA YORK (Reuters Health) - El deseo de devorar dulces y comida rápida bajo estrés no tiene fronteras, por lo menos entre las mujeres europeas.
Las estudiantes del primer año de universidades de Alemania, Polonia y Bulgaria dijeron que comían más cantidad de ese tipo de comida y menos frutas y verduras cuando estaban estresadas, informó el equipo del doctor Rafael T. Mikolajczyk, de la Universidad de Bielefeld, en Alemania.
Pero el estrés no modificó los hábitos alimentarios en los estudiantes varones.
Existen muchos estudios que asocian el estrés con el consumo de alimentos no saludables y en gran cantidad. Pero poco se conoce sobre cómo el estrés puede modificar los patrones alimentarios en los estudiantes universitarios, entre los que es común el estrés y la alimentación poco saludable.
Para investigarlo, los autores entrevistaron a 696 estudiantes de primer año de la Universidad de Bielefeld, a 489 de la Universidad Católica de Lublin en Polonia y a 654 de la Universidad Sofía en Bulgaria.
El equipo incluyó la misma proporción de estudiantes de ciencias naturales, ciencias sociales, idiomas, derecho y economía.
Se les preguntó con qué frecuencia consumían distintos tipos de alimentos y respondieron cuestionarios para medir sus niveles percibidos de estrés y síntomas depresivos.
Entre los varones, no hubo relación entre la frecuencia del consumo de ciertos alimentos y los niveles de estrés y de síntomas depresivos.
Pero en las mujeres, quienes consumían más alimentos "densos en carbohidrato", como las golosinas, las galletas y los dulces, tenían niveles más altos de estrés, además de comer menos frutas y verduras. Esto último se observó también en las estudiantes más deprimidas; ellas también comían menos carne.
"Los resultados sugieren que las intervenciones orientadas a tratar el estrés percibido y los síntomas de depresión en las estudiantes también deberían ocuparse de la nutrición saludable", concluyó el equipo.
"Asimismo, las estrategias para reducir los síntomas depresivos y el estrés en las estudiantes abriría la puerta al consumo de alimentos más saludables o viceversa", agregaron los autores.
FUENTE: Nutrition Journal, 15 de julio del 2009
Las estudiantes del primer año de universidades de Alemania, Polonia y Bulgaria dijeron que comían más cantidad de ese tipo de comida y menos frutas y verduras cuando estaban estresadas, informó el equipo del doctor Rafael T. Mikolajczyk, de la Universidad de Bielefeld, en Alemania.
Pero el estrés no modificó los hábitos alimentarios en los estudiantes varones.
Existen muchos estudios que asocian el estrés con el consumo de alimentos no saludables y en gran cantidad. Pero poco se conoce sobre cómo el estrés puede modificar los patrones alimentarios en los estudiantes universitarios, entre los que es común el estrés y la alimentación poco saludable.
Para investigarlo, los autores entrevistaron a 696 estudiantes de primer año de la Universidad de Bielefeld, a 489 de la Universidad Católica de Lublin en Polonia y a 654 de la Universidad Sofía en Bulgaria.
El equipo incluyó la misma proporción de estudiantes de ciencias naturales, ciencias sociales, idiomas, derecho y economía.
Se les preguntó con qué frecuencia consumían distintos tipos de alimentos y respondieron cuestionarios para medir sus niveles percibidos de estrés y síntomas depresivos.
Entre los varones, no hubo relación entre la frecuencia del consumo de ciertos alimentos y los niveles de estrés y de síntomas depresivos.
Pero en las mujeres, quienes consumían más alimentos "densos en carbohidrato", como las golosinas, las galletas y los dulces, tenían niveles más altos de estrés, además de comer menos frutas y verduras. Esto último se observó también en las estudiantes más deprimidas; ellas también comían menos carne.
"Los resultados sugieren que las intervenciones orientadas a tratar el estrés percibido y los síntomas de depresión en las estudiantes también deberían ocuparse de la nutrición saludable", concluyó el equipo.
"Asimismo, las estrategias para reducir los síntomas depresivos y el estrés en las estudiantes abriría la puerta al consumo de alimentos más saludables o viceversa", agregaron los autores.
FUENTE: Nutrition Journal, 15 de julio del 2009
Fuente:
Buena Salud
27/08/09
No olvides visitar