Los brazos -sobre todo su parte interior, especialmente la zona que va del hombro al codo- tienden a mostrar de forma implacable el paso de los años, pero mantener su forma y belleza es posible con algo de dedicación y esfuerzo. Pero este es un trabajo largo que requiere fuerza de voluntad. No existen fórmulas mágicas, ni recetas milagrosas. Mantener unos brazos firmes y tersos es una labor que requiere pocos minutos diarios, pero una gran e inquebrantable constancia. Puntos clave a tener en cuenta para mejorar los brazos
Lo más importante para asegurar la firmeza es la constancia: mejor dedicar cinco minutos diarios al ejercicio durante toda la vida que tan sólo unos meses intensivos de pesas.
Trabajar la musculatura de brazos y espalda tiene la ventaja de mejorar la postura y la figura, haciendo que parezca más esbelta incluso sin perder un solo gramo de peso.
Para asegurar la belleza de los brazos, conviene combinar ejercicios cardiovasculares de tres a cinco veces por semana, que ayudan a quemar grasa, con otros de resistencia.
Acudir a un gimnasio con un buen monitor o un entrenador personal es la receta perfecta para mejorar la silueta, si bien hacer ejercicio en casa, sea con videos o siguiendo la guía de un libro, no está nunca de más.
En los brazos comienzan a verse los resultados a partir de las tres primeras semanas de ejercicio, aunque es importante mantener la rutina de cuidados para evitar que después, si se abandona su práctica, se produzca una flacidez aún mayor. Las pesas, las mejores aliadas. Las mujeres tienen miedo a levantar peso. No se imaginan practicando halterofilia y acabando con figura de culturista. Un terror infundado, pues, por razones hormonales, a las mujeres les cuesta mucho crear masa muscular, por lo que nadie debe temer acabar con brazos de musculatura exagerada por levantar pesas dos o tres veces por semana. Los ejercicios de resistencia contribuyen a combatir la flacidez. Sin embargo, es importante recordar que el músculo se encuentra por debajo de la grasa, por lo que por mucho que se ejercite, si está recubierto de adipocitos, poco se verán los esfuerzos. Pero incluso en casos de sobrepeso, los ejercicios de resistencia mejoran el tono cutáneo y crean unos brazos más torneados. Deportes que te pueden ayudar
La natación es un deporte altamente recomendable, pues se puede practicar a todas las edades y sin necesidad de gastar mucho dinero en equipamiento. Mejora la musculatura de hombros, dorsales y pectorales, además de no producir impacto en las articulaciones.
El tenis no sólo ayuda a quemar calorías, sino que ejercita hombros y pectorales además de, por supuesto, las piernas y mejorar los reflejos y la coordinación.
El remo es excelente para trabajar la musculatura de espalda y brazos, además de eliminar la grasa eficazmente, y puede practicarse no sólo en el agua, sino también en
El boxeo, practicado en gimnasio y con un punching ball, o bien en su versión de thai boxing (deporte que combina movimientos de artes marciales con el boxeo), mejora la forma y es una gran forma de descargar tensiones.
Lo más importante para asegurar la firmeza es la constancia: mejor dedicar cinco minutos diarios al ejercicio durante toda la vida que tan sólo unos meses intensivos de pesas.
Trabajar la musculatura de brazos y espalda tiene la ventaja de mejorar la postura y la figura, haciendo que parezca más esbelta incluso sin perder un solo gramo de peso.
Para asegurar la belleza de los brazos, conviene combinar ejercicios cardiovasculares de tres a cinco veces por semana, que ayudan a quemar grasa, con otros de resistencia.
Acudir a un gimnasio con un buen monitor o un entrenador personal es la receta perfecta para mejorar la silueta, si bien hacer ejercicio en casa, sea con videos o siguiendo la guía de un libro, no está nunca de más.
En los brazos comienzan a verse los resultados a partir de las tres primeras semanas de ejercicio, aunque es importante mantener la rutina de cuidados para evitar que después, si se abandona su práctica, se produzca una flacidez aún mayor. Las pesas, las mejores aliadas. Las mujeres tienen miedo a levantar peso. No se imaginan practicando halterofilia y acabando con figura de culturista. Un terror infundado, pues, por razones hormonales, a las mujeres les cuesta mucho crear masa muscular, por lo que nadie debe temer acabar con brazos de musculatura exagerada por levantar pesas dos o tres veces por semana. Los ejercicios de resistencia contribuyen a combatir la flacidez. Sin embargo, es importante recordar que el músculo se encuentra por debajo de la grasa, por lo que por mucho que se ejercite, si está recubierto de adipocitos, poco se verán los esfuerzos. Pero incluso en casos de sobrepeso, los ejercicios de resistencia mejoran el tono cutáneo y crean unos brazos más torneados. Deportes que te pueden ayudar
La natación es un deporte altamente recomendable, pues se puede practicar a todas las edades y sin necesidad de gastar mucho dinero en equipamiento. Mejora la musculatura de hombros, dorsales y pectorales, además de no producir impacto en las articulaciones.
El tenis no sólo ayuda a quemar calorías, sino que ejercita hombros y pectorales además de, por supuesto, las piernas y mejorar los reflejos y la coordinación.
El remo es excelente para trabajar la musculatura de espalda y brazos, además de eliminar la grasa eficazmente, y puede practicarse no sólo en el agua, sino también en
El boxeo, practicado en gimnasio y con un punching ball, o bien en su versión de thai boxing (deporte que combina movimientos de artes marciales con el boxeo), mejora la forma y es una gran forma de descargar tensiones.
Fuente:
Hola.com
25 de Noviembre de 2008
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