La obesidad puede hacer estragos en la salud de una persona por muchas razones. Pero para las mujeres, demasiado peso conlleva peligros adicionales. Algunos estudios han relacionado la obesidad y el cáncer de mama de diversas maneras.
Los médicos no están seguros por qué existe la relación y están tratando de determinar qué une el exceso de peso con el cáncer de mama. Sin embargo, cada vez están más convencidos de que la relación sí existe y están instando a las mujeres a vigilar su peso y aumentar el ejercicio que hacen para ayudar a mantener a raya lo que se ha convertido en el tipo más común de cáncer entre las mujeres, además del cáncer de piel no melanoma.
"Sigue habiendo muchos factores por determinar", señaló la Dra. Jennifer A. Ligibel, del Instituto oncológico Dana Farber de Boston. "Hay muchas cosas que no sabemos".
Se calcula que a 182,500 mujeres de los Estados Unidos se les diagnosticará cáncer de mama invasivo en 2008 y que cerca de 40,480 morirán a causa de esta enfermedad, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer. Actualmente, hay cerca de 2.5 millones de supervivientes de cáncer de mama en los EE. UU.
Varios estudios han hallado que, en general, la obesidad sí está relacionada con el cáncer. Entre mayor sea el índice de masa corporal (IMC, una proporción entre la estatura y el peso, más probable es que desarrolle cáncer, según una investigación reciente de científicos de la Universidad de Manchester, Inglaterra. Otros estudios han hallado relaciones similares con mayor grasa corporal.
Además, otros estudios han hallado que las mujeres que tienen cáncer de mama tienen más probabilidades de llevar vidas más cortas y sufrir recurrencia del cáncer si tienen exceso de peso.
Por ejemplo, un estudio reciente realizado en el Centro oncológico M. D. Anderson de la Universidad de Texas en Houston halló que más de las dos terceras partes de las pacientes de cáncer de mama avanzado localmente en etapa III tenían exceso de peso o eran obesas. El estudio también halló que a una mayor proporción de mujeres obesas probablemente se le diagnostique una forma poco común y más mortal de cáncer de mama, conocida como cáncer de mama inflamatorio.
Los científicos tienen opiniones encontradas sobre las razones subyacentes a esta relación y lo que significa.
Algunos consideran que la obesidad podría hacer más difícil detectar los tumores, por lo que el cáncer de mama de una mujer estaría más avanzado antes de ser descubierto.
"Podría ser porque hay más tejido mamario y una masa sería menos evidente", opinó Ligibel.
Los investigadores también consideran que los efectos sistémicos de la obesidad también podrían tener que ver con suscitar la aparición del cáncer. Por ejemplo, la obesidad y el exceso de peso pueden conducir a fluctuaciones en los niveles de hormonas en el organismo.
"Cuando una mujer pesa más, los niveles de estrógeno son mayores", aclaró Ligibel. "Podría haber una vía por la que el peso afecta el cáncer de mama. Otros estudios han demostrado que cuando los niveles de insulina están elevados, hay más probabilidades de que el cáncer vuelva a aparecer".
Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill halló otra relación con la obesidad que mostraba que las mujeres obesas tenían más probabilidades de no acudir a las exploraciones de cáncer de mama y de cáncer de cuello uterino. Sin esas evaluaciones, es menos probable que a las mujeres se les detecte cáncer de mama en una etapa más tratable.
Debbie Saslow, directora de cáncer de mama y ginecológico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, aseguró que no está del todo claro qué tiene que ver la obesidad con el riesgo de cáncer de mama.
"Para la obesidad, que no tiene que ver con el tamaño de los senos, yo pensaría que hay dos factores involucrados", explicó Saslow. "Uno, positivo, es que los senos podrían tener más grasa, lo que haría que la mamografía fuera más fácil de leer. El otro, negativo, es indirecto. Es menos probable que las mujeres obesas acudan al médico".
La menopausia parece ser un momento crítico, según Ligibel. La obesidad crea un mayor riesgo de cáncer de mama después de la menopausia, mientras que las mujeres están realmente en menor riesgo antes de ésta.
"Aumentar de peso alrededor de la menopausia es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama", aseguró Ligibel.
Se cree que el mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y morir por su causa después de la menopausia se debe a mayores niveles de estrógeno en las mujeres obesas, según Colleen Doyle, directora de nutrición y actividad física de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Pero hay noticias alentadoras: Según Doyle, los estudios han demostrado que el ejercicio, treinta a sesenta minutos diarios con actividad física entre moderada y altamente intensa, reduce el riesgo de cáncer de mama.
"La actividad física reduce el riesgo de cáncer de mama directamente, por reducir el estrógeno circulante, y también indirectamente, porque ayuda con el control del peso", dijo. "A las mujeres les preocupa mucho el riesgo de cáncer de mama. Comunicar que hay cosas claves que se pueden hacer para reducir el riesgo, vigilar el peso y ser más activa, son mensajes valiosos".
Ligibel coincidió y anotó que el ejercicio podría ser los suficientemente valioso como para contrarrestar la tensión que causa la obesidad sobre el organismo.
"Es probable que no necesite perder peso si hace ejercicio", comentó Ligibel. "El ejercicio podría afectar los niveles de hormonas y ayudar a evitar que el cáncer aparezca o recurra". (terra)
Los médicos no están seguros por qué existe la relación y están tratando de determinar qué une el exceso de peso con el cáncer de mama. Sin embargo, cada vez están más convencidos de que la relación sí existe y están instando a las mujeres a vigilar su peso y aumentar el ejercicio que hacen para ayudar a mantener a raya lo que se ha convertido en el tipo más común de cáncer entre las mujeres, además del cáncer de piel no melanoma.
"Sigue habiendo muchos factores por determinar", señaló la Dra. Jennifer A. Ligibel, del Instituto oncológico Dana Farber de Boston. "Hay muchas cosas que no sabemos".
Se calcula que a 182,500 mujeres de los Estados Unidos se les diagnosticará cáncer de mama invasivo en 2008 y que cerca de 40,480 morirán a causa de esta enfermedad, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer. Actualmente, hay cerca de 2.5 millones de supervivientes de cáncer de mama en los EE. UU.
Varios estudios han hallado que, en general, la obesidad sí está relacionada con el cáncer. Entre mayor sea el índice de masa corporal (IMC, una proporción entre la estatura y el peso, más probable es que desarrolle cáncer, según una investigación reciente de científicos de la Universidad de Manchester, Inglaterra. Otros estudios han hallado relaciones similares con mayor grasa corporal.
Además, otros estudios han hallado que las mujeres que tienen cáncer de mama tienen más probabilidades de llevar vidas más cortas y sufrir recurrencia del cáncer si tienen exceso de peso.
Por ejemplo, un estudio reciente realizado en el Centro oncológico M. D. Anderson de la Universidad de Texas en Houston halló que más de las dos terceras partes de las pacientes de cáncer de mama avanzado localmente en etapa III tenían exceso de peso o eran obesas. El estudio también halló que a una mayor proporción de mujeres obesas probablemente se le diagnostique una forma poco común y más mortal de cáncer de mama, conocida como cáncer de mama inflamatorio.
Los científicos tienen opiniones encontradas sobre las razones subyacentes a esta relación y lo que significa.
Algunos consideran que la obesidad podría hacer más difícil detectar los tumores, por lo que el cáncer de mama de una mujer estaría más avanzado antes de ser descubierto.
"Podría ser porque hay más tejido mamario y una masa sería menos evidente", opinó Ligibel.
Los investigadores también consideran que los efectos sistémicos de la obesidad también podrían tener que ver con suscitar la aparición del cáncer. Por ejemplo, la obesidad y el exceso de peso pueden conducir a fluctuaciones en los niveles de hormonas en el organismo.
"Cuando una mujer pesa más, los niveles de estrógeno son mayores", aclaró Ligibel. "Podría haber una vía por la que el peso afecta el cáncer de mama. Otros estudios han demostrado que cuando los niveles de insulina están elevados, hay más probabilidades de que el cáncer vuelva a aparecer".
Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill halló otra relación con la obesidad que mostraba que las mujeres obesas tenían más probabilidades de no acudir a las exploraciones de cáncer de mama y de cáncer de cuello uterino. Sin esas evaluaciones, es menos probable que a las mujeres se les detecte cáncer de mama en una etapa más tratable.
Debbie Saslow, directora de cáncer de mama y ginecológico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, aseguró que no está del todo claro qué tiene que ver la obesidad con el riesgo de cáncer de mama.
"Para la obesidad, que no tiene que ver con el tamaño de los senos, yo pensaría que hay dos factores involucrados", explicó Saslow. "Uno, positivo, es que los senos podrían tener más grasa, lo que haría que la mamografía fuera más fácil de leer. El otro, negativo, es indirecto. Es menos probable que las mujeres obesas acudan al médico".
La menopausia parece ser un momento crítico, según Ligibel. La obesidad crea un mayor riesgo de cáncer de mama después de la menopausia, mientras que las mujeres están realmente en menor riesgo antes de ésta.
"Aumentar de peso alrededor de la menopausia es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama", aseguró Ligibel.
Se cree que el mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y morir por su causa después de la menopausia se debe a mayores niveles de estrógeno en las mujeres obesas, según Colleen Doyle, directora de nutrición y actividad física de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Pero hay noticias alentadoras: Según Doyle, los estudios han demostrado que el ejercicio, treinta a sesenta minutos diarios con actividad física entre moderada y altamente intensa, reduce el riesgo de cáncer de mama.
"La actividad física reduce el riesgo de cáncer de mama directamente, por reducir el estrógeno circulante, y también indirectamente, porque ayuda con el control del peso", dijo. "A las mujeres les preocupa mucho el riesgo de cáncer de mama. Comunicar que hay cosas claves que se pueden hacer para reducir el riesgo, vigilar el peso y ser más activa, son mensajes valiosos".
Ligibel coincidió y anotó que el ejercicio podría ser los suficientemente valioso como para contrarrestar la tensión que causa la obesidad sobre el organismo.
"Es probable que no necesite perder peso si hace ejercicio", comentó Ligibel. "El ejercicio podría afectar los niveles de hormonas y ayudar a evitar que el cáncer aparezca o recurra". (terra)
Fuente:
Misionlandia
5 de Noviembre de 2008
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