Desayunar un platón de cereal es la forma más práctica de activarte cada mañana, pues son una rica fuente de carbohidratos que, según especialistas en nutrición como Ana Laura González, deben aportar entre el 55 y 60% de la energía que se requiere diariamente.
“Tradicionalmente, los cereales han sido parte de la alimentación de la humanidad: en México, el maíz; en Europa, el trigo; y en Asia, el arroz. Representan una energía disponible de inmediato para el cuerpo”, explica González, quien también es coordinadora del Instituto de Nutrición y Salud Kellogg’s (INS).
Además, los cereales industrializados son fácilmente combinables con alimentos que contienen proteínas, vitaminas y minerales, como son la leche y la fruta; lo que permite ingerir un platillo balanceado.
“Esto se llama ‘El Plato del Bien Comer’ que es una recomendación nutricional nacional hecha bajo un consenso de académicos e investigadores de la salud y, obviamente, de las autoridades (de la Secretaría de Salud)”, manifiesta González.
¡Hay que elegir un buen cereal!
Seguramente al llegar a los estantes de las tiendas de autoservicio muchas veces te ha surgido tal duda. Según González, la respuesta debes basarla en tus requerimientos principales (sabor, fibra, bajos en grasa, con semillas, con pocas calorías o con mucho valor nutricional).
“Una persona que cuida la grasa debe optar por un cereal que tenga menos contenido de grasa, pero que también sepa rico o que le pueda combinar la fruta en el mismo plato”, refiere la experta.
A los niños hay que elegir uno vistoso, que se vea padre y divertido. En el mercado hay muchas opciones coloridas o con figuras interesantes que les llaman la atención.
“Para los adolescentes (son buenos) aquellos que tienen ese “crunch”, se ha visto en diferentes estudios que es importante que la comida sea crujiente, porque eso también lo disfrutamos. El oído también interviene. Están, involucrados la vista, el gusto y el olfato, pero también el oído”, profiere la especialista en nutrición.
La cantidad ideal
De acuerdo con Ana Laura, lo ideal es comer una taza de cereal (alrededor de 30 gramos) cada vez que ingerimos este tipo de alimento.
“Y es que una práctica muy común es llegar, servirte el cereal y olvidarte. No sabes cuanto estás comiendo y es muy importante, sobre todo con la realidad que ahora atañe a México sobre la obesidad y el sobrepeso, que nos empecemos a limitar y nos hagamos conscientes de cuanto estamos comiendo”, dice González.
Ahora, no busques la taza más grande de tu alacena. ¡No hagas trampa! Trata de medir cual de tus tazas verdaderamente mide los 30 gramos recomendados.
“Lo mejor es (utilizar) una taza medidora. Y recuerda que por el gramaje de los cereales, no van a ser lo mismo 30 gramos de Special K, que 30 gramos de All Bran. Ahí nos podemos dar cuenta de que estamos midiendo de forma certera”, declara la nutrióloga.
¡Hay que cambiar los hábitos!
Es importante que tomes en cuenta que la hora de comer es para dicha actividad. Cuando ves la tele, lees una revista, estudias o trabajas mientras ingieres tus alimentos, en realidad tu cerebro no registra que estás comiendo y, entonces, caes en excesos.
“Podemos hacer el ejercicio de cuanto realmente nos tardamos en comer: solos o con alguien más. ¿Qué será? ¿Media hora? Eso sin acelerarse. ¿Nos podemos regalar esa media hora para comer y disfrutar nuestros alimentos? Yo creo que sí”, opina Ana Laura González.
¡Hay que comerlo como uno quiera!
No existe una forma ideal para comer cereal. Puedes agregarle leche o yogur, la fruta que tu quieras, mezclar los cereales, ingerirlo crujiente o esperar a que se haga aguado. Todo depende de ti.
Fuente:
Periodicodigital.com.mx
25 de Noviembre de 2008
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