Una técnica indolora y muy eficaz que devuelve a la piel la frescura, tersura y brillo perdido. La microdermabrasión es un procedimiento que se realizará dependiendo de las necesidades de la piel y que promete excelentes resultados
La piel está expuesta diariamente a los daños ambientales, con el paso de los años, rayos solares, la polución y otros agentes nocivos poco a poco la van dañando.
Es por eso que muchos centros de belleza disponen de técnicas y tratamientos para devolverle a la piel la lozanía que una vez tuvo.
Tal es el caso de la microdermabrasión, una efectiva y moderna forma de peeling mecánico, que ayuda a reducir o eliminar las arrugas y líneas finas, las “patas de gallo”, las manchas de envejecimiento, las cicatrices leves del acné y la pigmentación no deseada que suele aparecer con el correr del tiempo.
La microdermabrasión también estimula la producción de una nueva capa subyacente de células de la piel con niveles más altos de colágeno y elastina, lo que mejora aún más su aspecto.
De acuerdo con la cosmiatra Martha García, de Aquabella Spa, no es un método invasivo ni doloroso.
Por el contrario, durante su aplicación se puede sentir un agradable cosquilleo, rara vez deja la piel irritada o enrojecida y al final de cada sesión se notará una importante mejoría y se podrá sentir la nueva suavidad de la piel, sin tener que esperar ningún tiempo de recuperación.
“Es un procedimiento rápido que se puede llevar a cabo en el consultorio del médico durante la hora del almuerzo, con poco o ningún malestar. La piel tratada puede ponerse rosa después del tratamiento, pero este efecto, por lo general, desaparece en unos minutos.
Poco después de finalizada la microdermabrasión, se puede aplicar maquillaje para ocultar cualquier marca visible del tratamiento.
Los resultados y la recuperación se encuentran entre los más favorables de todos los tratamientos faciales no invasivos disponibles en la actualidad”, dice la experta.
El secreto de esta maravillosa técnica
Según García, el éxito de este método consiste en un tubo con pequeñas incrustaciones de diamantes que al girar desgastan la superficie de la piel y aseguran su renovación.
Estos cabezales están conectados a un silencioso motor eléctrico que a la vez genera una presión negativa para ir aspirando el polvillo excedente a través de un tubo flexible.
Los diamantes son intercambiables y los hay de diferentes tamaños, de manera que el dermatólogo o cosmiatra puede elegir el grado de aspereza más conveniente para las necesidades de abrasión que presente cada caso.
El costo de una microdermabrasión dependerá de factores como la cantidad de secciones que necesite el paciente, el número de tratamientos, los honorarios del profesional y la región donde se lleva a cabo el procedimiento, que incluso, puede ser en la espalda.
Es más económico que el de otras opciones estéticas que buscan una renovación facial, especialmente los procedimientos quirúrgicos como el estiramiento de rostro.
Los mejores candidatos al tratamiento
En general, los mejores candidatos para una microdermabrasión son los adultos con buen estado de salud y con expectativas realistas sobre los resultados del mismo.
Las personas que no cuentan con el tiempo necesario para someterse a tratamientos de rejuvenecimiento más invasivos, como la dermabrasión, el rejuvenecimiento cutáneo con láser o las exfoliaciones químicas, también pueden ser buenos candidatos para una microdermabrasión.
Así, personas con cualquier tipo de piel pueden someterse a este tratamiento, excepto las pieles extremadamente sensitivas.
Fuente:
El CaribeCDN
17 de Septiembre de 2008
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