Desde hace unos meses vengo siguiendounas noticias que se repitan de forma diaria en latinoamerica. Son las relativas a los consejos de consumo de las bebidas energéticas e incluso la prohibición de consumo. Incluso en Directo al Paladar os hemos hablado con anterioridad de este tipo de bebidas (más información al final del post). Ahora la noticia vuelve a salta el charco, está vez de mano de un estudio realizado por la Universidad Johns Hopkins.
Las bebidas energéticas pueden dañar la salud, es lo que afirma el estudio que llega a la conclusión que el abuso de bebidas energéticas basadas en la cafeína , a largo plazo, puede provocar problemas de salud para sus consumidores.
El contenido de cafeína de este tipo de bebidas varía según la marca, pero “en la mayoría de los casos su porcentaje equivale al contenido de 14 latas de Coca-cola”, destacan los autores de este estudio. Aunque señalan que el consumo esporádico no causa daños, pero sí el consumo habitual, y no digamos ya si se mezcla con alcohol.
Esta investigación se realizó sobre 496 estudiantes de un colegio, de los que el 51% confesaron haber bebido al menos una lata de este tipo de bebidas. Entre éstos, los resultados que se desprenden del documento señalan que el 29 por ciento de los consumidores presentaron “sacudidas” corporales, el 19 por ciento padecieron “palpitaciones” y el sólo el dos por ciento restante no sufrió ‘secuelas’.
Sin embargo, no solo el contenido de cafeína preocupa a este grupo de investigadores, sino la capacidad de estas sustancias de enmascarar los síntomas de intoxicación etílica sin rebajar sus efectos. Es decir, que no se nota el grado de embriaguez, pero sí los efectos del alcohol.
Con este estudio, los expertos también pretenden concienciar del peligro que supone la intoxicación de cafeína, un síndrome reconocido por la Organización Mundial de la Salud y que se manifiesta en la vida de los afectados con taquicardias, ansiedad, insomnio, temblores o problemas gastrointestinales.
Por estos motivos exigen una mayor regulación en el control y etiquetado de estas bebidas, que están en pleno auge desde hace una década y su penetración en el mercado crece considerablemente. En Europa, el consumo por persona oscilará entre los dos litros anuales en 2010, según datos de Zenith International.
El problema es que yo no bebo nada, ni beberé, por lo que hace falta que alguien beba 4 litros. ¿Cuantos de vosotros tampoco bebeis este tipo de bebidas? Imaginaros la cantidad que beben los fans de las bebidas energizantes…
¿Cuantos estudios harán falta para que las autoridades competentes se decidan a mover ficha?
Las bebidas energéticas pueden dañar la salud, es lo que afirma el estudio que llega a la conclusión que el abuso de bebidas energéticas basadas en la cafeína , a largo plazo, puede provocar problemas de salud para sus consumidores.
El contenido de cafeína de este tipo de bebidas varía según la marca, pero “en la mayoría de los casos su porcentaje equivale al contenido de 14 latas de Coca-cola”, destacan los autores de este estudio. Aunque señalan que el consumo esporádico no causa daños, pero sí el consumo habitual, y no digamos ya si se mezcla con alcohol.
Esta investigación se realizó sobre 496 estudiantes de un colegio, de los que el 51% confesaron haber bebido al menos una lata de este tipo de bebidas. Entre éstos, los resultados que se desprenden del documento señalan que el 29 por ciento de los consumidores presentaron “sacudidas” corporales, el 19 por ciento padecieron “palpitaciones” y el sólo el dos por ciento restante no sufrió ‘secuelas’.
Sin embargo, no solo el contenido de cafeína preocupa a este grupo de investigadores, sino la capacidad de estas sustancias de enmascarar los síntomas de intoxicación etílica sin rebajar sus efectos. Es decir, que no se nota el grado de embriaguez, pero sí los efectos del alcohol.
Con este estudio, los expertos también pretenden concienciar del peligro que supone la intoxicación de cafeína, un síndrome reconocido por la Organización Mundial de la Salud y que se manifiesta en la vida de los afectados con taquicardias, ansiedad, insomnio, temblores o problemas gastrointestinales.
Por estos motivos exigen una mayor regulación en el control y etiquetado de estas bebidas, que están en pleno auge desde hace una década y su penetración en el mercado crece considerablemente. En Europa, el consumo por persona oscilará entre los dos litros anuales en 2010, según datos de Zenith International.
El problema es que yo no bebo nada, ni beberé, por lo que hace falta que alguien beba 4 litros. ¿Cuantos de vosotros tampoco bebeis este tipo de bebidas? Imaginaros la cantidad que beben los fans de las bebidas energizantes…
¿Cuantos estudios harán falta para que las autoridades competentes se decidan a mover ficha?
Fuente:
Directo al paladar.com
30 de Septiembre de 2008
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