miércoles, 24 de septiembre de 2008

El estrés y la ansiedad "atentan" contra la fertilidad


La "carga emocional" de las parejas que se someten a tratamientos para lograr el embarazo es la causa por la que muchas desisten antes de lograr el objetivo. Muchos hablan de "sufrimiento psicológico" como razón principal de abandono
Un enfoque multidisciplinario que aborde el manejo del fracaso e indague sobre el estado anímico de la pareja infértil es la única manera de lograr resultados satisfactorios.Se trata de un tema espinoso y recurrente en el consultorio: la carga emocional que sostienen los pacientes infértiles que deben realizar tratamientos para lograr un embarazo. Y en este sentido, uno de los tópicos más complejos para los médicos es la comprensión de algunos eventos: muchas veces, las parejas abandonan antes de alcanzar la meta de tener al niño en casa.A tal punto es una situación que preocupa a los especialistas que fue uno de los temas analizados en la reciente Reunión Anual del Eshre (European Society for Human Reproduction & Embriology). Hasta ahora en nuestro país, el concepto simplificado apuntaba siempre al tema económico: tanto los procedimientos de fertilización asistida como los medicamentos que se usan para realizarlos, tienen costos elevados y no están contemplados por los planes de salud ni públicos ni privados. Y ambas variables son, claramente, un obstáculo que explicaría el abandono de la búsqueda. Sin embargo, del simposio del Eshre presentado por la doctora Alice Domar, reconocida especialista en Salud Mental de los Estados Unidos, surgen datos sorprendentes: en un trabajo de investigadores suecos sobre 975 parejas, el 65% abandonó los tratamientos antes de lograr el embarazo, aún cuando tenían cobertura de salud. El mismo grupo analizó las causas de este sorprendente porcentaje de abandono; la percepción desde el equipo de salud era que los pacientes tenían mal pronóstico o alguna dificultad personal. Pero, entre las 211 parejas encuestadas, la mayoría (26%) se refirió al sufrimiento psicológico como razón principal de abandono. Otras investigaciones recientes llevan este número incluso hasta un 41%.En algunos países la cobertura de salud afronta los gastos de hasta 6 ciclos de Fertilización in Vitro (FIV). Diversos estudios de especialistas detectaron que pese a este supuesto beneficio, el 90% de las parejas abandonó luego del tercer intento o tratamiento, sin importar las recomendaciones de sus médicos tratantes y sin haber logrado el embarazo. A este punto queda evidenciada la íntima relación entre estrés e infertilidad. Una investigación liderada por la doctora Jolande Land detectó que el estrés que sufren los pacientes infértiles es comparable con el de pacientes cardiópatas u oncológicos. Un trabajo del doctor J.M.J. Smeenk realizado entre más de 100 pacientes infértiles de Holanda, el 40% tuvo diagnóstico de depresión, ansiedad generalizada o ambas al momento de la primera consulta en un centro especializado en fertilización asistida. Esta investigación concluyó además que el manejo mediante intervenciones del equipo de salud mental previas al inicio de tratamiento, tuvo resultados favorables en términos de éxito y/o abandono precoz de los mismos.Algunos trabajos diferencian el estrés crónico o ansiedad anticipatoria, que surge de la experiencia de infertilidad previa y el estrés “agudo” relacionado con los tratamientos, la aplicación de inyecciones diarias, la constante presencia del equipo tratante en medio de la vida diaria de la pareja y la incertidumbre con respecto al resultado del tratamiento. Estos niveles de estrés y depresión pueden afectar negativamente el resultado de los tratamientos. Sin embargo, en líneas generales, el registro que tienen los médicos es que la experiencia de infertilidad es manejable y que el uso de drogas que pueden aplicarse los propios pacientes les da un sentimiento de control que no es tal.El ideal del equipo médico tratante es lograr que la pareja tenga un niño sano, con el menor daño emocional y psicológico posible; por lo tanto, que resista el desgaste que aparece, hasta lograrlo. En este sentido, la detección precoz de los pacientes con mayor nivel de estrés, las intervenciones desde el área psicológica, trabajando en el desarrollo de estrategias de compensación, de recursos personales que permitan disminuir la ansiedad y el temor en relación con los tratamientos y con la incertidumbre que se desprende de ellos, permite mejorar la tolerancia de las parejas tanto a las prácticas que deben atravesar como a los fracasos eventuales hasta alcanzar el éxito tan deseado.En resumen, el enfoque multidisciplinario aparece como la única manera de lograr resultados satisfactorios.


Fuente:

Infobae.com

24 de Septiembre de 2008