Una de las apariciones más aborrecidas de la adolescencia son aquellos granitos que se posan cual pequeños volcanes en las distintas partes de nuestro rostro y nos acompañan inclusive cuando ya hemos pasado esa etapa. No obstante, la cara no es el único sitio elegido por los molestosos puntitos rojos para hacernos la vida imposible y [...]
Una de las apariciones más aborrecidas de la adolescencia son aquellos granitos que se posan cual pequeños volcanes en las distintas partes de nuestro rostro y nos acompañan inclusive cuando ya hemos pasado esa etapa.
No obstante, la cara no es el único sitio elegido por los molestosos puntitos rojos para hacernos la vida imposible y nuestro aspecto físico menos agradable. Seguramente más de una habrá sentido sus muslos siendo atacados por estos mini-bultitos. Pero en tal caso, ni la edad ni el exceso de grasas son las culpables de su impertinente aparición.
La depilación hace nuestras piernas más suaves y femeninas. Pero si no se hace con las precauciones del caso puede originar el efecto contrario. Cuando las afeitamos con cuchilla, los vellos ?pinchan? por debajo de la piel y hasta se forma la ?piel de gallina?, provocando que muchas mujeres sientan comezón, se rasquen y ocasionen que sus muslos estén llenos de granos, arañazos y heridas. O si hacemos la depilación con cera o máquina eléctrica, el vello tiende a salir más débil, incluso quedándose dentro de la piel.
Para evitar esos anti-estéticos problemas, es recomendable ducharse con agua tibia, usando un jabón que tenga como activo principal la salvia. Y si no lo tienes a tu alcance, lo puedes hacer tú misma rayando una barra de jabón neutro y agregándole 20 gotas de aceite esencial de malva.
Luego de tu baño, aplica la cera depilatoria en frío, aunque cuidadosamente porque puede causar flacidez en la piel. Y para disminuir la inflamación de los granitos, pásales manzanilla líquida helada y toma una siesta que te relaje profundamente. Los sueños de belleza sí que son efectivos.Source: El mundo de la mujer
Una de las apariciones más aborrecidas de la adolescencia son aquellos granitos que se posan cual pequeños volcanes en las distintas partes de nuestro rostro y nos acompañan inclusive cuando ya hemos pasado esa etapa.
No obstante, la cara no es el único sitio elegido por los molestosos puntitos rojos para hacernos la vida imposible y nuestro aspecto físico menos agradable. Seguramente más de una habrá sentido sus muslos siendo atacados por estos mini-bultitos. Pero en tal caso, ni la edad ni el exceso de grasas son las culpables de su impertinente aparición.
La depilación hace nuestras piernas más suaves y femeninas. Pero si no se hace con las precauciones del caso puede originar el efecto contrario. Cuando las afeitamos con cuchilla, los vellos ?pinchan? por debajo de la piel y hasta se forma la ?piel de gallina?, provocando que muchas mujeres sientan comezón, se rasquen y ocasionen que sus muslos estén llenos de granos, arañazos y heridas. O si hacemos la depilación con cera o máquina eléctrica, el vello tiende a salir más débil, incluso quedándose dentro de la piel.
Para evitar esos anti-estéticos problemas, es recomendable ducharse con agua tibia, usando un jabón que tenga como activo principal la salvia. Y si no lo tienes a tu alcance, lo puedes hacer tú misma rayando una barra de jabón neutro y agregándole 20 gotas de aceite esencial de malva.
Luego de tu baño, aplica la cera depilatoria en frío, aunque cuidadosamente porque puede causar flacidez en la piel. Y para disminuir la inflamación de los granitos, pásales manzanilla líquida helada y toma una siesta que te relaje profundamente. Los sueños de belleza sí que son efectivos.Source: El mundo de la mujer
Fuente:
SLF
22 de septiembre de 2008
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